25. Títere

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Desde la muerte de mi madre perdí las ganas de vivir, no me importaba nada, me volví un títere y Fernando mi titiritero.

La boda estaba programada para dentro de tres meses, mi vestido elegido por mis futuras suegra y cuñada, todo fue planeado por ellas incluso mis votos.

No sé de donde salieron tantas personas el día de la ceremonia pero entre toda la multitud no vi a los únicos que me importaban, Yasín y Laura.

—Quiero decirte que la dicha de conocerte en aquel salón cambió mi vida, sentir como nuestras almas se conectaron desde el principio fue inexplicable, eres mi sueño hecho realidad, eres la luz que me guía en las tinieblas, eres el amor de mi vida.

—Fer, hoy te elijo y te volveré a elegir día tras día, quiero que sepas que estoy dispuesta a caminar contigo por las montañas de esta vida, tomaré tu mano, protegeré tu corazón y cuidaré tu espalda, cuando estés feliz celebraré contigo y cuando no sea así seré tu almohada. Te amaré, respetaré y seré lo que necesites en cada momento que pasemos juntos.

La ceremonia continuó.

—Si hay alguien en esta iglesia que se oponga a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre.

En ese momento deseé con todas mis fuerzas que Yasín hiciera alguna aparición.

Por favor, alguien...

—Los declaro, marido y mujer, puede besar a la novia —nadie notó que no respondí al beso.

Atrapada en tus mentiras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora