Loco Posesivo © |Editando.|

Capítulo 30.

Contenido adulto.

Mi mente trabajaba a mil; el contrato ofrecía una muy buena y jugosa suma de dinero, pero lo que tenía que hacer para ganarlo no era muy convincente.

La probabilidad de encontrar una nueva oportunidad de trabajo tan buena como esta, no me caería del cielo.

A menos que papá muera y me herede todo sus bienes.

Pero eso no era una opción, no mataría a papá y el no moriría. Ese hombre estaba más sano que Sander, Marco y yo juntos.

-Es una buena oferta.- comentó, Sander.

-Es muy precipitado. Acabo de llegar aquí, mudarme a Nueva york con mi jefe no es algo bueno.

-¿Por qué no? Eso es buena noticia, le gustas a James.

Abrí los ojos a tope.

¿Cómo sabía eso?

-¿Que dices?

-Solo piénsalo. Tres semanas antes de que tu llegaras tuvo siete secretarias, despidió a todas porque según ninguna hacia bien el trabajo. No era nada de eso, esas mujeres eran buenas solo que James es muy exigente. Tú lograste quedarte más tiempo que todas ellas juntas, eres buena en tu trabajo; le gustas.

Tranquila. Habla del trabajo.

-Solo van dos semanas, Sander.

-Las otras duraron solo días, pequeña.- giñó uno de sus preciosos ojos azules.

-Supongo que es solo suerte.

-Pues tu suerte nadie la tiene. No con James.

-¿Qué hay de ti?

-¿A qué te refieres?

Un juguete cuadrado estaba en sus manos, lo aventó hacia arriba y después posó su mirada en mí, esperando una respuesta.

-Te dejaron a cargo del negocio familiar y ni siquiera eres familia.- reí por mi comentario.

-La marrana me ama, por eso movió sus influencias de hijo consentido con Glenn y logró que me quedara a cargo.

-¿Sabes? En ocasiones me asustas, ¿estás seguro que te gustan las mujeres?

-Sabes que sí, bueno solo una.

Sonrió de manera boba y me obligué a no preguntar, casi lo logro... Casi.

-¿Melissa?

-Sí. Ella es perfecta.

-Es linda.

-Vive lejos, pero nos casaremos... algún día.

-¿Son novios?

-Algo así.

-Qué lindo, pareces un pequeño enamorado. Pero ese no es el Alexander que conozco, pídele que sea tu novia, pasa más tiempo con ella y después cásense, tengan tres hijos, un perro llamado Fido. Compren una casa enorme, con un patio gigante para que Fido corra y sea libre.

-Acabas de planear mi vida entera.

-Casi.- sonreí.- Aunque admito que cuando llegó, creí que era esposa de James.

Sander soltó una sonrisa escandalosa y negó.

-No, James no ama a nadie, él jamás se casará. Me sorprendería que tuviera una relación con una mujer fuera del "solo sexo".- hizo comillas con sus dedos.- Me sorprendió mucho cuando aviso que Camille estaba embarazada.