Epílogo.

27.1K 1.4K 159
                                    

El auto se detuvo frente a una enorme mansión, no era nueva para mí, pero si me sorprendía que estuviera aquí. Me sorprendía el hecho de que él fuera el responsable de mi gran final de novela.

Bajé del auto aún con el feo vestido y caminé hasta la entrada. No hizo falta tocar, sentía esta mansión como si se tratara de mi casa. apenas entré, él pequeño pelinegro dejó sus colores a un lado y corrió a abrazarme.

─Pareces una princesa, Gabi.

Sus ojitos brillaron con mucha ternura en ellos. Me puse a su altura y lo abracé con fuerza pero sin llegar a hacerle daño. Sus pequeños bracitos envolvieron mi cuello y sentí su sonrisita cuando su rostro se hundió en mi cuello.

Después de convivir todo el mes antes de la boda, me había encariñado tanto de este pequeño ojiazul. James me había contado toda su historia. Me había dicho cuanto dolor le causaba recordar a camile, me había dicho cuanto le dolía el hecho de pensar en que pudo haber perdido a su adorado hijo por manos de Marco, quien también intentó apartarlo de él.

Y ahora estaba yo, quien también sentí su dolor al ver sus ojos cargado de lágrimas, ahora más que nunca entendía que este niño era como una pila en tu vida, sólo estuve un mes con ellos y no sólo sentí en ese altar que extrañaría a James, sino que también me haría falta Demian.

Me puse de pie con él en mis brazos y mi vista se perdió en las escaleras. Ahí estaba él, sus brazos cruzados sobre su pecho con una sonrisa hermosa y una mirada intensa, esa mirada que me mataba de amor.

Caminé a él con el niño en mis brazos y sin dejarlo de lado, di un fuerte abrazo a James. Este hombre no tenía idea de cuanto lo adoraba.

─Al parecer el plan funcionó.

─No fue una buena idea, papá perdió el control y...

─Oye─ susurró cerca de mi rostro─. Tu padre también puede ser un perfecto actor.

Y entonces mi rostro desencajó por completo. Su sonrisa burlona me hizo entender lo que pasaba, pero no podía asimilarlo aun.

─Hablé con él, le expliqué las cosas y después de amenazarme con cortarme el pene si te hacía daño, dijo que nos ayudaría.

Tomó al pequeño demonio, como él lo llamaba, de mis brazos y le sonrió. No lo regañaría por decir pene frente a su hijo, pero seguro que lo regañaría cuando estemos solos.

─No me dijo...

─Porque no debía─ se encogió de hombros y bajó al pequeño quien inmediatamente fue a seguir con lo que estaba cuando llegué─. Después de descubrir que todo lo que ese imbécil te decía para chantajearte, él mismo planeo todo esto.

Sonreí. Claro que papá podía hacer un plan demasiado loco y vengativo. Después de todo él también fue un joven que hizo de todo para separarse de una zorra que intentaba mantenerlo atado a su lado cada día de su vida.

─Gracias, James─ musité viéndolo a los ojos─. Mi mundo se cierra cada que mencionan algo que me haga caer del pedestal de papi.

Abrazó mi cintura y besó mis labios con tanta delicadeza que me hizo temblar.

─Te amo─ musité al mismo tiempo que mis mejillas se teñían de rojo.

─También te amo, mi muñeca.

(...)

─Quiero proponer un brindis─ alzó su copa y observó a todos en la mesa─. Por el nuevo amor que se está forjando en la familia.

─Por Gabriela y James─ habló mi padre─. Esperamos que su amor dure hasta la eternidad.

─Así será.

Todos imitamos la acción y chocamos de manera delicada las copas.

Todos estaban aquí esta noche. Amigos de James, amigos de mi padre, amigos del padre de James. Las cosas se estaban poniendo muy bien después de todo. Éramos como una familia enorme y más lazos se unían cada vez.

─Hay que brindar, también─ habló James─. Por las nuevas amistades─. Apuntó su copa hasta donde estaban los Oranday y desde luego Leo─. Por los hermano que no llevan nuestra sangre, pero si tienen nuestro corazón.

Me llevó hasta un balcón, alejado de todos.

─Siento haberte separado del ambiente, pero necesito hacer esto.

Tomó mi rostro entre sus manos y me besó con tanta pasión que sentí que me derretía.

─Mi preciosa muñeca─ susurró cerca de mi rostro─. Sé que no he sido el mejor hombre de tu vida─ sonrió─. Sé que probablemente me he portado como un cretino, que te hice llorar y dudar de mi amor por ti.

Sonreí. Lo hacía porque si no lo hacía rompería en llanto por el tono en el que me decía todo esto.

─Te haré la mujer más feliz del mundo, me esmeraré por verte sonreír de esa manera que tanto me encanta y seré el hombre más cariñoso que alguna vez pude llegar a ser.

─ ¿Sólo por mí?─ eso fue algo que no pude evitar preguntar.

─Sólo por ti, eres la mujer que amo y eres la mujer con la que quiero pasar toda mi vida, pero esta vez quiero hacer las cosas bien.

Bajó hasta estar apoyado en su rodilla izquierda y su pierna derecha flexionada. Sacó del bolso de su chaqueta una caja de terciopelo roja y al abrirla un bonito anillo de diamantes brilló con la luz de la luna.

─Gabriela Baeza Pérez─ sonreí─. ¿Me harías el hombre más feliz del mundo y aceptarías ser mi esposa?

No pude evitarlo y romí en llanto. No era tristeza, estaba más que feliz y enamorada. Asentí y en menos de un segundo él ya estaba rodeando mi cuerpo con sus fuertes y reconfortantes brazos.

Volvimos después de estar solos por una hora o más. Las horas con todos ellos no se medían, realmente y por primera vez en muchos años sentía que todo estaba bien. Ya no me sentía como una niña chiflada que no encajaba en ningún lado, porque sentía que aquí era mi lugar, con mi familia, con mis amigos, con James.

No estaba segura de lo que vendría después, pero esperaba poder soportar y hacer frente a cualquier problema que me deparara para el futuro. Con James a mi lado me sentía invencible y estaba claro que por primera vez en mi vida me sentía enamorada, sentía lo que era ser amada y sobre todo, sabía lo que era dar todo por alguien que importa, porque no importaba nada yo sería capaz de dar mi vida por ese hombre que me hizo llorar, reír, odiar y tener un motivo por el cual seguir delante de manera feliz.

******

Espero que lo hayan disfrutado.

Muchas gracias por el apoyo que muchas me brindaron en esto que fue mi primer intento de... lo que sea que haya intentado hacer. Editaré este fiasco, cambiaré la portada, los errores ortográficos y de todo.

Gracias por ser pacientes y comprensibles. Muchas gracias por todo. Las quiere.

-Mel.

Loco Posesivo © |Editando.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora