Capítulo 41.

14.6K 1.1K 89
                                    

Esto tenía que ser una puta broma.

─Nos volvemos a ver y me haces bromas de mal gusto.

─No es una broma.

Lo que menos quería en este momento era recordar por todo lo que pasé con él.

─No puedo casarme contigo.

La idea siquiera de estar con él diariamente me causaba mucha nostalgia y escalofríos.

─ ¿Ya no me amas?─ preguntó, pero su tono no reflejaba nada en lo absoluto.

‹‹ ─No puedes irte, te necesito.

Mis lágrimas bañaban mis mejillas. Mis suplicas para que no se fueran no estaban surtiendo ningún efecto en ese hombre frente a mí.

─Volveré, nena y cuando eso pase estaremos juntos.

─Te amo─ solté sin pensarlo. ››

─Ha pasado mucho tiempo, Connor.

─Te entiendo, pero solo quiero que sepas que aunque no te lo dije en su momento, te amé con todo el corazón.

Mi corazón se oprimió, pero no por sus palabras, en realidad deseaba oírlas, pero no viniendo de este hombre.

─Hay muchas cosas que no conoces de mí. Ya no soy la misma chiquilla de hace seis años.

─Lo sé, pero podemos conocernos mejor aún, podemos estar juntos y ser felices como antes.

No recuerdo haber sido feliz a su lado.

─No quiero ser tu sombra, Connor.

─Y no quiero que lo seas, recuerda que es tu decisión y recuerda que tampoco quiero obligarte a nada.

Vaya, ahora hasta es comprensible. 

─Gracias─ musité.

─Lamento si te incomodé, pero esto es algo que consideré necesario.

─ ¿Necesario?

─Sí, como te lo dije hace un rato, ellos me enviaron aquí a hablar contigo, pero la boda, el compromiso se llevará acabo queramos o no.

─No puedo creer que mi padre esté haciéndome algo como esto.

─No es tu padre, ni el mío. Mi madre es quien inició todo esto.

─ ¿Qué le pasa? Es decir, ella no me tolera, siempre hizo de todo a su alcance para ridiculizarme frente a ti y ahora quiere que nos casemos.

─Sabes que es una mujer avariciosa, sabe que tu herencia familiar es jugosa y más aún por ser hija única de Don Armando recibirás la herencia que tu abuelo dejó para él.

─No estés tan segura de eso. Aunque eso no es lo que importa en estos momentos.

─ ¿Importante?

─Nena, solo tenemos poco tiempo para decidir qué podemos hacer respecto al tema.

─No sé cómo reaccionar a esto.

Tomó mis manos y las apretujó entre las suyas.

─Necesito esto, te necesito a mi lado, tengo que librarme de la presión que mi madre tiene sobre mis hombros.

─Connor, yo...

Sus labios se apoyaron en los míos, evitando así que pudiera concluir con mi rechazo.

─ ¿Interrumpo algo?

Esa voz me dejó helada.

¡Dios bendiga esa maldita voz!

Loco Posesivo © |Editando.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora