Capítulo Veintidós: Practiquemos El Amor

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Isabela

-Mamá- la miré

-¿Qué pasa?-

Mi madre se quitó sus anteojos para leer y me miró atenta desde su sofá favorito.

-¿Puedo preguntar algo?-

-Ven aquí- sonrió

Sonreí y caminé hasta ella para abrazarla y respirar su dulce aroma a menta.

-Gracias- sonreí

-¿Por qué?-

-No sé- musité -Solo gracias-

-Bien- me miró confundida -¿Qué pasa?-

-¿Cómo conociste a papá?-

-¿A qué viene eso?- sonrió

-No sé. Busco inspiración para mi receta para el examen final-

-¿No tiene nada que ver con Logan?- me miró pícara

Tonta.

Recuerda que por algo tienes a Logan, ellos lo creen así, creen que lo amas.

-No- negué -Aún es pronto para pensar en eso-

-Eso dices tú- sonrió de lado -¿Qué dice Logan al respecto?-

-Ya- reí -Mejor cuéntame-

-Bueno- me abrazó -Conocí a tu padre en un baile-

-¿Qué?-

-Era un baile de máscaras-

-Por eso hacemos la mascarada cada año- sonreí -Vaya, es duro enterarse de la verdad-

-Oye- dijo ofendida

-Ya- reí -¿Por qué?-

-Porque eso nos trae buenos recuerdos a tu padre y a mí- asintió -Además, teníamos la esperanza de que ustedes algún día conocieran al hombre de su vida en una noche como ésa-

-¿Qué?- la miré -Ninguna lo hizo-

-Danna sí- asintió

-No. Papá le presentó a Cristóbal, lo recuerdo bien. Mi hermana estaba tan nerviosa por conocerlo que hasta bebió de la copa de mi padre, justo como lo hacía él, parecía que estaba fuera de control-

-No fue así- sonrió -Pero admito que tu hermana actuó muy extraña ése día-

-Y todos los que le siguieron a ése- bufé

-Oye- dijo y golpeó mi cabeza

-Auch- reí -¿Y luego?-

-Hum. Supongo que solo nos conocimos y nos casamos-

-Y tuvieron muchos hijos-

-Todos bien deseados- dijo y besó mi frente -¿Te sirve para tu receta?-

-Sí- asentí -Espero plasmar ésa historia en mi postre-

-¿Y por qué no plasmas tu historia y la de Logan?-

-¿Qué?- reí nerviosa -Mamá-

-¿Qué tiene de malo?-

-Pero no quiero algo así- negué

-Recuerdo que te besó en la fiesta- sonrió -Tu primer beso-

-No puede ser- musité avergonzada -¿Qué todos lo saben ya?-

-Sabes que yo lo sé todo- me sonrió -¿Por qué no me lo dijiste antes?-

-Porque no lo sé. Supongo que me da cierta vergüenza compartir mi intimidad, eso sólo lo sabía Hanna porque me lo sacó con sus típicos chantajes-

Isabela, la niña buena ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora