Isabela
—¡Orden de la mesa ocho!
Asentí acomodando en el plato el platillo y dejándolo en la barra para Josh.
—¡Mesa Ocho!
Josh llegó rápido y se llevó el plato mientras que Jou atendía otra mesa.
—Ok. Vamos bien— asentí volviendo a mi mesa a preparar la siguiente orden.
—¿Bela?— dijo Kal. —¿Cómo vamos?
—El barco sigue a flote.
—Perfecto— dijo sacando de su bolsillo su celular —¿Lo ves? Todo sigue bien, tranquila, Bela lo tiene todo en orden.
Negué riendo sabiendo que era Hayden la paranoica que llamaba a Kal cada hora para checar que nada aquí se saliera de orden.
—Todo bien, loca— reí —Tu novio está intacto, no me he quemado las pestañas y lo único que se salió de control es el estómago de Jou.
—Eagh, ¡Bela! Yo no tenía que saber eso.
—Entonces no molestes a Kal que necesito sus manos en los sartenes.
—Que graciosa— bufó —¿Todo en orden?
—En perfecto estado.
—Me dijo Kal que quieres ir a la bodega sola.
—Tranquila— bufé —Me pusieron guardaespaldas.
—No es gracioso, ya una vez te escapaste sola y por eso Jou no deja que lo hagas, sabes que está lejos y que...
—¿Mamá eres tú?— me burlé —Si mal no recuerdo, llegué sana y salva hasta que Jou me encontró y casi me regresa de las orejas.
—Pues hizo bien.
Rodé los ojos.
—¿Te parece si lo dejamos por la paz? Logan me acompañará y regresaré antes de que anochezca.
—Ya entendí. Cuídate por favor.
Sonreí y volví a hablar.
—Oye.
—¿Qué pasa?
—Te quiero.
—Yo también.
Colgué la llamada y le devolví el celular a Kal.
—¿Estás segura de ir con Logan?
—Claro— me encogí de hombros —Sólo vamos a ir, empacamos la comida y después nos regresamos.
—¿Sabes conducir el camión?— alzó una ceja
—He practicado un poco.
—¿Practicado?— Logan bufó y se acercó a ambos —Mejor conduzco yo.
—Dije que he practicado, bien puedo hacerlo.
—Claro— ironizó
—¿Pero qué demonios...
—Jefa— sonrió Jou y se puso en medio de Logan y yo antes de que le gritara a la cara muchas cosas —¿Por qué no nos calmamos? Porque allá afuera están muchas personas que quieren probar tu deliciosa comida.
Quise decir más, pero Jou no me dejaba y Kal empujaba a Logan a su estación sin que éste último dejara de mirarme con sus ojos filosos. Ambos éramos el reflejo del dolor y molestia.
—¿Qué te sucede?— susurró Kal
—No quiero morir. Es todo— espetó Logan y se fue de nuevo a su lugar.
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Isabela, la niña buena ©
Ficção AdolescenteSer la menor de cinco hermanos y que todos ellos ya tengan una vida hecha y derecha, pero que tú sólo tengas un montón de tiempo libre y una pelea cada mañana de cada día de la semana de toda tu vida. Eres Isabela Williams. La hija menor de la famil...