Capítulo Treinta Y Dos: Discurso Final

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Isabela

Ahora que hacía una recapitulación de todos los momentos increíbles que tuve en éste último mes, pude ver muchos cambios en mí y de verdad lo agradecía.

Había pasado sólo un día desde mi fiesta de cumpleaños.
Ése día volví a casa y fingí unos segundos frente a mis hermanas, pero al final terminé llorando con ellas y después no sé que pasó.

Supe que Logan se había marchado a Nueva York al día siguiente, así que tomé todas nuestras fotos juntos y las guardé en un cajón.

Él había decidido olvidarme, y a pesar de que me no quería, a mí también me dolía el tener que olvidarme de todos y cada uno de nuestros recuerdos juntos. De una historia que jamás olvidaría porque simplememte me había cambiado hasta la raíz.

Y quiera o no, ya lo sabía. Fue culpa mía, me mentí y después de todo caí en ésa mentira, fue algo irónico en realidad.
El cazador cayó en la trampa.

Desafortunadamente mis errores no tuvieron remedio y ahora mismo no podía hacer nada por todo aquello que hasta ahora me quemaba aún más que ayer.
Él tenía razón, no era fácil olvidarse de un amor que se había vuelto fuerte y que ahora mismo se rompía pedazo a pedazo.

Pensaba en todo y a la vez dejaba de hacerlo porque ya no podía seguir en un dolor, no era así y ahora mismo tendría que enfrentarme a ello.

Hoy era mi graduación.

Yo era la encargada en dar el último discurso de mi generación, así que también pensaba en dar mi último discurso para cerrar éste capítulo en mi vida.
Despedirme de Logan era lo mejor.

No sabía si hoy estaría entre toda la gente que habría en la ceremonia, pero planeaba dar un discurso que me ayudara a hacerle entender a otros que estaba disculpándome por todo lo malo que había hecho.

Mi hermana Danna estaba contenta porque había vuelto Cris, pero aún así trataba de ayudarme a mí en mi tristeza porque sabía que Logan me dolía.

Por un momento perdí la cordura por mis recuerdos, pero ahora sé que sin él la vida seguirá y que después esto ya no dolerá. Pero solo por última vez, voy a fingir que él está aquí y que me mira a los ojos.

Pediré perdón, por los recuerdos y las sonrisas que hay entre los dos. Por todo lo que ambos vivimos en éste corto tiempo, por todos nuestros días juntos que sabía que con nadie más recuperaría y que no volverán nunca.

Seré fuerte, por mí y por él.

No pensaba seguir atándome a un recuerdo que por ahora, sólo sería eso, porque me lastimaba. Tal vez en un tiempo dejaría de doler y los recuerdos podrían volver a salir para que yo de nuevo sintiera que podía avanzar sin dolor alguno.

Tendría la cara en alto.

-Te voy a extrañar- sonreí a medias

Dejé el peluche de Stich en mi armario, oculto de mí por un tiempo, al menos eso sería lo mejor por ahora.

-¿Bela?-

Salí de mi habitación cuando escuché la voz de Cristóbal y sonreí un poco.

-Hola-

-Sé que no te sientes bien, pero tal vez después de esto podremos salir un rato- sonrió -¿Qué dices?-

-Que me encanta la idea- asentí.

-Entonces borra ya ésa mueca de tu rostro- ladeó su cabeza -Anda, Bela. Hoy es tu graduación y al menos trata de sonreír en las fotos por favor-

Isabela, la niña buena ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora