Logan
-¿Por qué no me llama?- mascullé molesto
Miraba la pantalla de mi celular pero, al igual que ayer, estaba normal. Ninguna llamada perdida o un texto, no había nada y esto me estaba preocupando.
-Logan, Logan- sonrió mi hermano -¿Pues qué no te cae mal?-
-Ya no- musité
-Hermano- dijo Kaleb y se sentó a mi lado -¿Acaso te gusta la loca?-
-Claro que no- negué
-¿Por qué te preocupa que no te llame entonces?-
-Porque te recuerdo que de ella dependemos ahora, genio- lo miré molesto
-Hablando de eso- sonrió
Kaleb se levantó del escalón y corrió escaleras arriba hasta que no lo vi más.
Yo por mi parte seguí mirando hacia la puerta con el teléfono en mis manos, estaba esperando una llamada de ella, una que me hiciera salir de casa para vivir una loca aventura de nuevo con ella.
Quizá suena un poco extraño, pero me he acostumbrado tanto a ella que no sé qué hacer ahora, estaba solo existiendo para los dos.
Demonios.
¿De verdad pensé eso?
Supongo que debo cambiar de amigos, pero no podía darme ése lujo por el momento, ya que le prometí a la chiquilla loca que estaría para ella cualquier día y a cualquier hora.Eso hacen los novios según yo, y eso es lo que yo era, bueno, en teoría al menos.
-Toma- sonrió Kaleb a mi lado
-¿Qué es esto?-
-Hayden me lo dio ayer, dice que es de Bela, es tu pago- asintió -Pero sólo la mitad, lo demás te lo va a dar cuando acaben el trato-
-¿Por qué no me lo dio ella?- lo miré serio
-Quería hacerlo, pero tampoco podía hacerte esperar-
-¿Qué significa eso?-
-Ella te dijo que no te vería el día de hoy- negó -Debió decirte por qué-
-No lo hizo, como si no supieras que ésa niña loca sólo hace y deshace como ella quiere- suspiré molesto -Nunca pregunta, solo hace su voluntad-
-Y tú te dejas- sonrió de lado
-Mantén tu boca cerrada, Kal- lo miré molesto -Ó te haré callar-
-Bien, bien- suspiró
Miré el sobre en mis manos y me pregunté las razones por las cuales Bela no quería verme hoy.
Ya habían pasado un par de días después de que regresamos del viaje, pero ella sólo dijo que no me vería por un par de días, no quería preguntar porque no era correcto, pero eso no significaba que no estuviera al pendiente de ella.
Me tenía intrigado.
Tal vez había cometido un error en los días de su reunión familiar.
Recuerdo que todo el fin de semana se la pasó refunfuñando a causa del balonazo que su cuñado le dio en la cara.Pobre.
Aún recuerdo su cara roja y ella furiosa, casi me mata de no ser porque la levanté y cuidé de ella. Y así lo hice por un largo rato. Me quedé sosteniendo una bolsa de hielo contra sus mejillas que estaban llenas de un color carmesí.
Se veía tan graciosa, la niñada mimada estaba siendo cuidada por el neandertal que se la pasaba despreocupado de ella, hasta que miré lo molesta que estaba. Ahí si no quise meterme, no quería que ella se molestara más conmigo, no era cómodo ver sus ojos filosos contra su cuñado, no los quería en mí.
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Isabela, la niña buena ©
Genç KurguSer la menor de cinco hermanos y que todos ellos ya tengan una vida hecha y derecha, pero que tú sólo tengas un montón de tiempo libre y una pelea cada mañana de cada día de la semana de toda tu vida. Eres Isabela Williams. La hija menor de la famil...