Capítulo Treinta Y Uno: Estoy Perdiendo El Sueño

899 97 29
                                    

Isabela

Corría por la calle, no me importaba estar descalza y ni siquiera que los truenos anunciaran que pronto iba a llover, porque lo único que ahora pensaba era en llegar y pedir disculpas.

¡PERO QUE TONTA!

Me detuve en seco y pensé.

Mierda.

Debí pensarlo antes, porque caí al suelo y me golpeé en la cabeza.

Dolía, sí, pero eso no importaba mucho. Tenía que pensar en algo para decirle a Logan antes de llegar a su casa, ni siquiera sabía qué decir o si de verdad valía la pena decir sólo un "perdón".

Yo lo eché a perder, así que tenía que hacer algo en grande para pedir disculpas y hacer que Logan me mirara de nuevo.

Así que ideé tres planes.

Aproveché que desde que conocí a Logan parecía que habían cambiado los roles en ésta historia; pues hacía tiempo que sentía que debía darle algo a Logan, no algo material, sino más bien algo real.
Así que pensé...

Hazlo en grande, Bela.

Por ello me puse de pie y corrí de nuevo a casa para ir por algo especial, mi plan C.
Espero no usarlo, por favor.

(...)

Cuando llegué a la casa de los Hemsworth me quedé observando la puerta con mucho miedo, no tenía las fuerzas necesarias para hablarle de frente, por lo que me armé de valor y caminé hacia un costado de la casa.

Justo bajo su ventana.

Ok, Bela. Tres minutos de valor.

-¡Logan!- grité fuerte

Las luces de su habitación estaban apagadas, por lo que supe que si estaba o no ahí, no lo sabría.

La hermana Hemsworth se asomó por la ventana que estaba frente a mí y sonrió para después abrirla y hablarme.

-¡Belita!- sonrió

-Hola Fanny- dije casi sin aliento -¿Está Logan?-

-Encerrado en su cueva- asintió

-Bien-

Miré de nuevo hacia la ventana y me armé de nuevo para hablarle con la verdad.

Plan A. 30 segundos.

-Yo...- aclaré mi garganta -¡Lo siento!-

Las luces seguían sin encenderse, por lo que seguí con mi plan para hablarle a Logan y pedir disculpas.

-No quise herirte, pero tenía miedo, desde hace trece años lo tengo, pero no era a ti- traté de hablar fuerte -Le tenía miedo a la soledad, a perderme en una vida monótona como la de mi familia, tenía miedo a perder lo que me importaba-

40 segundos.

-Tenía miedo a que, si me enamoraba, tú te fueras. A que algún día yo... Que algún día tú no te quedaras conmigo y que tarde o temprano te terminaras aburriendo de todos y cada uno de mis berrinches o de mis bromas, tenía miedo a que te fueras como lo hacen todas las personas a las que amo-

50 segundos.

¡Vamos Bela! Trágate tu orgullo y salva esto por favor.

-Lo eché a perder. Lo sé, pero quiero arreglarlo, quiero que de nuevo vuelvas a mirarme como antes lo hacías, que de nuevo tenga a alguien a quien molestar y sobre todo alguien a quien pueda querer. Porque eso hice, te amaba y no me di cuenta-

Isabela, la niña buena ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora