Capítulo 2: Un día cualquiera.

572 66 42
                                    

Dos días antes, en la escuela secundaria Nanamori de Takaoka, transcurría una jornada como cualquier otra. A la finalización de las clases rutinarias siguió la reunión del club de entretenimiento en la antigua sala del club de té del centro educativo. Un día más, las cuatro integrantes del Gorakubu mataban el tiempo hablando y bebiendo té.

- ¡Chinatsu-chan, ayer compré el nuevo traje Bruja Estelar de Mirakurun! ¡Tienes que probártelo!- dijo Kyoko.

- Kyoko-senpai, siempre estás pensando en tonterías. Ya me he disfrazado de Mirakurun bastantes veces por tu culpa.- respondió Chinatsu.

- ¿''Por mi culpa''..? Realmente algún día te besaré, enana.- pensó Kyoko a modo de bufido.

- ¡Kyoko-chan, a Akari no le importaría probárselo!- dijo Akari con su particular inocencia y amable forma de hablar.

- Akari..- Kyoko empezó a imaginarse el traje de Mikakurun moverse sin cuerpo, como una persona invisible con ropa.

- Seguro que a Yui-senpai le quedaría mejor.- sentenció Chinatsu.

- ¿Chi-Chinatsu-chan..?- se giró Akari hacia Chinatsu para mirarla apenada.

- ¿Yo? No me suele gustar tanto hacer cosplay como a Kyoko..- dijo Yui

- ¡Imposible!- gritó Kyoko de repente.

- ¿Eh? ¿Qué ocurre, Kyoko-senpai?- preguntó Chinatsu.

- ¡La poca presencia de Akari no sirve para llevar el traje de Mirakurun..!- gritó Kyoko.

- ¡Kyoko-chan..!- dijo Akari.

De repente la puerta del club se abrió de golpe provocando que las cuatro integrantes se dirigieran hacia la misma con la mirada.

- ¡Toshino Kyokooo!- apareció Ayano con su seña de identidad.

- Oh, Ayano.- dijo Kyoko.

- Con permiso~.- decía Chitose detrás de Ayano, cerrando la puerta.

Ayano caminó con decisión hacia Kyoko al principio, pero fue disminuyendo su velocidad al verla sonreírle.

- ¿Qué tal estás, Ayano?- dijo la rubia.

- ¡¿Eh..?! ¡B-bien!- contestó Ayano con dificultad.

- ¡Me alegro!- respondió Kyoko.

La vicepresidenta, a pesar de la autoridad que tenía, comenzó a tener un ligero sonrojo en sus mejillas, seguido de las risitas de su compañera Chitose detrás de ella.

- ¡N-no cambies de tema, Toshino Kyoko! ¡Olvidaste tu informe otra vez!- se quejaba Ayano.

- Bueno, bueno, Ayano-chan~. Recuerda que estamos aquí por algo importante.- dijo Chitose intentando calmar los malos humos de su amiga.

- ¿Algo importante?- dijeron Akari y Chinatsu a la vez.

- La presidenta nos ha invitado este fin de semana a su residencia en las afueras de la ciudad, y nos ha pedido que también avisáramos al club de entretenimiento para que se unieran~.- explicó Chitose.

- Ahh, ya entiendo. Este viernes no habrá clases y el fin de semana será algo más largo.- dijo Yui

- ¡Genial, fin de semana de diversión..!- dijo Kyoko.

- Sí, será divertido.- concluyó Chinatsu con una sonrisa.

- Nos apuntamos entonces.- terminó Yui.

- ¡Let's enjoy..! ¡Ayano, Chitose, gracias!- dijo Kyoko feliz.

- N-no es para tanto, fue la presidenta quien os invitó, así que no tengo más remedio. ¡D-de todas formas es una buena oportunidad para relajarse y respirar aire limpio-Olimpo!- dijo Ayano nerviosa con uno de sus juegos de palabras.

- ¡Pfffff..!- Yui intentó remediar su risa poniéndose las manos tapando su boca.

- Bien. Entonces, Toshino-san, pásate después por el consejo estudiantil para que Ayano-chan te diga la dirección de la residencia Matsumoto.- decía Chitose.

- ¡¿Eh..?!- Ayano volvió a sonrojarse.

- ¡Ok, Chitose! ¡Ayano, luego me paso a verte!- dijo Kyoko alzando el pulgar.

- ¡¿Ah..?!- Ayano seguía sonrojándose aún más.

- Este fin de semana.... ¡va a ser hermoso..!- pensaba Chitose al ver la reacción de Ayano.

De repente, se escuchó una explosión enorme fuera de la sala del club, abollando parte de la gran puerta que da al pequeño lago situado cerca de la misma. Al oír tremenda explosión, Yui se acercó a esta puerta corredera y la abrió con cuidado. Asomándose todas hacia fuera, pudieron ver a una mujer rubia con bata blanca, o que al menos fue blanca en algún momento del día porque estaba medio quemada por la explosión. La mujer sujetaba un tubo de ensayo.

- Mmmm... Sí, las explosiones son necesarias para avanzar...- decía.

- ¿Nishigaki-chan?- dijo Kyoko reconociéndola.

- Hala, Nishigaki-sensei, ¿qué hace usted aquí?- preguntó Chitose.

- Ah, venía de camino hacia aquí pero me quedé un momento mirando cómo reaccionaba este compuesto al añadirle cloro.- dijo la profesora con orgullo.

- ¡Deje de causar explosiones allá donde va, por favor!- protestó Ayano.

- Tranquila, Sugiura. Solo vine a decir que yo también os acompañaré en la residencia de Matsumoto este fin de semana.- dijo Nishigaki.

- ¡Eso no me tranquiliza para nada!- pensó Ayano para ella misma.

- Aires nuevos en los que experimentar.. No podía perder esta oportunidad.- decía la profesora con los ojos iluminados.

A todo esto, Chitose tomó la palabra.

- Bueno, creo que deberíamos ir yéndonos, Ayano-chan. Aún queda trabajo por hacer en el consejo estudiantil.

- Sí, es verdad. ¡Toshino Kyoko, no te olvides de llevar tu informe más tarde cuando pases por el consejo estudiantil!- dijo Ayano apuntando con el dedo índice a Kyoko.

- ¡Sí, señora!- respondió Kyoko al estilo soldado.

- Pregunten esta noche en sus casas y confírmennos mañana miércoles si podrán venir. El jueves después de clases saldremos para allá~.- informaba Chitose.

- Oh, cierto.. Hoy es martes. Aún quedan dos días para el viaje.. ¡Qué ganas tengo de que llegue el jueves!- dijo Chinatsu emocionada.

La cicatriz secretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora