Capítulo 21: La cicatriz secreta.

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Akihiro se mostró tranquilo ante aquella acusación por parte de la profesora. Sin intención de escapar, se sentó en una de las sillas del consejo y la miró a modo de desafío.

- Yo no lo hice.

- Sí que lo hizo.- se apresuró a decir Yui.

- ¿Tienes pruebas, pequeña?- contestó Akihiro provocando que Yui apretara sus puños molesta.

- Las suficientes, Akihiro-san.- dijo Nishigaki.

Akihiro volvió a dirigir su mirada a la profesora.

- No soy como Takako. Para cazarme tendrás que tener algo más que pruebas circunstanciales. Y para ello, debes tener al menos un motivo por el cual yo matara a esa chica, pero no lo tienes. Y no lo tienes porque no lo hay, yo no conocía a Matsumoto.

- El motivo, si me lo permite, lo dejaremos para más tarde. Ahora lo que me interesa es destapar cómo lo hizo todo.- contestó Nana.

Akihiro sonrió. Estaba seguro de poder defender su inocencia hasta el final. En ese momento, Ayano tomó la palabra.

- La noche del crimen.. usted llegó a la residencia después de haber estado ocupado toda la tarde con su verdadera investigación: la desaparición de la urna.

- Correcto.- dijo Akihiro.

- Nada más llegar, usted quiso retirarse a descansar, y fue entonces cuando llegó Takako-san.- continuó la vicepresidenta.

- Antes de intentar irse a su habitación, nos dejó dos botellas de refresco sobre la mesa. Yo le vi, aunque no le di importancia hasta que lo mencionó culpando a Takako-san.- dijo Kyoko.

- Fue usted el que echó el alcohol en los refrescos antes de dejarlos en el salón, por eso sabía perfectamente lo que contenían las botellas sin necesidad de hacer ninguna prueba química, ¿verdad?- dijo Ayano.

Flashback:

- ¿Va a hacerlo reaccionar?- preguntó la profesora.

- Sí, tengo una ligera sospecha de qué líquido puede ser. Confíe en mí, ya le dije que soy bastante aficionado a estas cosas.

- ¿Lo necesitó alguna vez en la academia de policía?

- No, pero me vino bastante bien en algunas investigaciones que hice para encontrar otros objetos perdidos.

- Sabía qué disolución hacer para que reaccionara el alcohol en la botella.- dijo la profesora.

- ¿Y lo hice para que la chica saliera de la habitación en plena noche?- preguntó Akihiro.

- Exacto. Era bastante fácil, salió al jardín y cogió una piedra, el arma del crimen. Después, solo tuvo que esperar unos minutos hasta que Matsumoto necesitara salir. No tenía por qué salir acompañada ya que, hasta el momento, no había ningún peligro en su casa. Teniéndola totalmente indefensa en el pasillo, le asestó el golpe mortal en la cabeza. Una vez muerta, se dirigió a la puerta acristalada y rompió el cristal, sin darse cuenta de que lo hacía desde dentro. Ese fue un error bastante grave del asesino, ¿cómo es que Funami se percató antes que usted de que se había roto el cristal desde el interior? Muy sencillo, porque era usted quién lo había roto. Y lo siguiente que hizo fue cortar todas las líneas de teléfono, dejándonos así incomunicados sabiendo que no podríamos salir por la valla electrificada que había. Eso le daría dos días para buscar a alguien a quien culpar de entre nosotras.

Akihiro se limitó a guardar silencio y escuchar a la profesora.

- Nadie podía detenerle. Pero para su mala suerte, Takako llegó para falsificar la urna la noche del asesinato, antes de irnos a dormir, y tuvo que alojarse con usted en su habitación. Y por ello.. tuvo que dormirla igual que durmió a Akaza para tenerla escondida en el armario de su habitación.

La cicatriz secretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora