Capítulo 13: Secuestro.

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- ¡¡La madre que parió a quien robó la urna!!- Akihiro seguía en lo suyo.

- ¡Akihiro, cálmate!- decía Takako, que también había acudido poco después de Sakurako.

- ¡Es falsa! ¡La urna es falsa, por eso la devolvieron!

- Cálmate, vamos a sentarnos a cenar y nos cuentas.- dijo Takako.

Todos se sentaron a la mesa. Alumbrados por la acogedora luz que proporcionaban las lámparas del salón, se oía de fondo la tormenta del exterior. Ya era hora de que Akihiro contara las sospechas que había tenido durante ese largo día.

- Akihiro-san, ¿tiene alguna pista de quién ha matado a Matsumoto?- preguntó decidida Nishigaki.

- Aún no tengo un sospechoso en concreto pero.. sé perfectamente dónde está el asesino o asesina.

Akihiro hablaba con tranquilidad, como si estuviera exponiendo sus conclusiones en un congreso.

- Reconozco que cuando encontramos el cadáver.. había un par de datos que no encajaban. Ya vimos que la piedra se usó para golpearla, pero también para romper el cristal de la puerta. Algo que no tenía sentido, ya que Funami encontró los cristales rotos por fuera de la residencia y no por dentro.- explicó.

- En otras palabras, el asesino o asesina rompió el cristal desde dentro.- completó Takako.

- ¿Pero por qué?- dijo Chinatsu.

- Para hacernos creer que alguien de fuera entró para matarla, pero eso no es verdad. La verdad es que la mataron antes de romper el cristal.- dijo Akihiro.

- ¿Antes?- dijo Ayano.

- Sí. La persona que mató a esa chica salió de la residencia por la puerta acristalada gracias a la llave que todos tenemos aquí, cogió una piedra del jardín y entró a matar. Después, rompió el cristal.- dijo Akihiro.

- Espere, espere.. Eso suena como si solo alguien que estuviera aquí dentro pudiera haber matado a la presidenta.- ató cabos Kyoko.

- No es como si sonara, se lo digo con certeza. Fue una de ustedes.

- ¿¡Qué?!- todas se impresionaron.

Todos en la mesa empezaron a mirarse con desconfianza. ¿Había alguien con deseos de matar entre ellos?

- Con más razón digo ahora que no dejemos que nadie se separe, siempre hay que ir en grupos de dos o tres personas. Todos estamos en peligro en todo momento. Obviamente, como dormimos de dos en dos, si alguien muriera esta noche, sabríamos que la persona que la acompañaba es el culpable, así que no creo que el asesino se arriesgue a ser descubierto. Por eso os pido que echéis los cerrojos de las habitaciones hoy, para que nadie pueda entrar. Nishigaki, usted ahora mismo no tiene compañera de habitación, así que dormirá con Oomuro y Furutani.- comentaba Akihiro.

Aquellas palabras no hacían más que tensar el ambiente. Akihiro miró a Takako, la única que sabía este dato aparte de él, y le dedicó una mirada de ánimo. No le gustaba ver a su compañera, y ahora amiga, preocupada.

- ¿Y qué pasa con la urna?- preguntó Sakurako.

- La urna que tenemos delante de nosotros.. es falsa.

- ¿Cómo lo sabe?- preguntó Chitose.

- Porque no tiene el símbolo de la familia Matsumoto. Es una reliquia familiar después de todo, debe tener algo que la identifique como tal.- explicó.

- ¿Y entonces.. dónde está la verdadera?- dijo Yui.

- La verdadera ya no está aquí. Esa la robaron hace unos días.

La cicatriz secretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora