Capítulo 9: Incomunicadas.

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Takako apareció poco después alertada por el alboroto. Tanto ella como Akihiro ordenaron a las chicas quedarse en sus habitaciones por el momento. Nishigaki por su parte estaba en shock y casi no podía articular palabra, Takako la acompañó al salón para que se quedara allí mientras se desarrollaba la primera investigación. Aprovechó el paseo para ver los alrededores por si algo había cambiado. Los padres de Matsumoto se habían marchado esa misma noche de viaje para dejar tranquilas a las compañeras de su hija y, por tanto, no volverían hasta el domingo por la noche.

- Menos mal que los padres de la chica decidieron salir anoche a su viaje.. Aunque seguramente cuando llamemos a la policía acabarán enterándose.- dijo Takako.

- ¿Qué has encontrado por ahí?- preguntó Mena.

- Toda la residencia está salvada por una valla electrificada, supongo que será una medida de seguridad de la familia Matsumoto. Quien entró aquí a cometer el asesinato tenía que saber por dónde colarse. Además no hay manera de encontrar el generador, así que por lo pronto no podemos salir de aquí.- dijo Takako.

- Voy a llamar al jefe primero para contarle la situación y después llamaremos a la policía.- contestó Akihiro.

Mena se dispuso a coger su móvil para llamar, pero observó que no había cobertura.

- Esta residencia está en medio de las montañas y rara vez llega la cobertura por satélite, tendremos que llamar desde un teléfono de la casa.- dijo Takako.

Los dos fueron al despacho del padre de Matsumoto y descolgaron el antiguo teléfono que había sobre su escritorio.

- ¿Eh? Esto sí que es extraño.- apuntó Akihiro.

- ¿Qué pasa?- preguntó Takako.

- No hay línea.- dijo Akihiro.

- ¡¿Qué?!- Takako no podía creerlo.

- Vamos a comprobar todos los teléfonos que haya aquí, a ver si alguno da señal.- propuso Akihiro.

Revisaron uno por uno los teléfonos de la residencia, incluido el del gran salón, pero no hubo resultado. Todos los teléfonos estaban sin señal.

- Alguien ha cortado todos los cables de las líneas de teléfono. Estamos incomunicados con el exterior.- dijo Akihiro.

- ¡¿Cómo?! ¡Akihiro, esto me está dando mal rollo!- decía Takako.

- No eres la única, créeme.- dijo Akihiro.

- ¡¿Qué hacemos?!- preguntó su compañera.

- Lo que haría la policía. Empecemos con la investigación.

No tenía instrumental forense en aquella residencia, solo el que necesitaba para la búsqueda de la reliquia familiar. Pero la experiencia de Akihiro en la policía les bastaba por el momento. Primero, se dirigieron al cadáver. Tenía una herida profunda en la cabeza, seguramente provocada por un objeto contundente.

- ¿Una pequeña estatua o algo así?- dijo Takako.

- Takako, allí, justo debajo de la chica.- dijo Akihiro señalando el cuerpo.

Takako se detuvo un momento, no estaba acostumbrada a ver cadáveres y le costaba reaccionar.

- Ya lo hago yo.- dijo Akihiro.

Mena levantó el cadáver rápidamente y sacó de debajo una piedra del tamaño de un puño.

- ¿U-una piedra? ¡Pero si son del jardín! Quien fuera cogió la piedra del jardín y golpeó a la chica.. Pero, ¿por qué una piedra cuando aquí dentro hay estatuillas bastante más manejables para golpear..?- preguntó Takako.

La cicatriz secretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora