*Narra Cristina*
El timbre suena indicando que Andrea, Dani y Jesús ya están aquí para irnos otro lunes más al instituto.
-¡Mamá!- grito pero al ver que nadie me contesta caigo en cuenta de que mis padres ya se han ido a la empresa.
Intento de nuevo levantarme de la cama pero el dolor de barriga me lo impide y me vuelvo a recostar en ella con mis manos en la parte baja de mi barriga.
No me podría haber venido otro día...
Bajo las escaleras costosamente hasta llegar a la puerta.
-¿Qué te pasa?- pregunta Jesús.
-Tienes muy mala cara.- dice Dani.
Mi amiga pone la mano en mi frente y añade:
-Lo que tienes es fiebre.
-Me voy a quedar hoy en casa, me encuentro fatal y me cuesta hasta andar.- digo al fin con una mueca de dolor.
-Me quedo contigo si quieres.- sugiere Jesús.
-No hace falta en serio.- bufo.
-¿No quieres?
-No es eso, sino que no quiero que te pierdas las clases por mi culpa.- protesto.
-Me quedo con ella, si algún maestro pregunta yo también estoy enfermo.- dice dirigiéndose a su gemelo y a Andrea y estos asienten.
-Que te mejores.- dicen despidiéndose de nosotros y depositan un beso en mi mejilla.
-Yo diría que esos dos van a acabar juntos.- me susurra Jesús cerrando la puerta.
La verdad es que estos días Daniel y Andrea han estado muy juntos pero no lo sé, ya hablaré con ella.
-Gracias por quedarte conmigo.- le sonrío débilmente posicionando mi cuerpo en el sofá.
-No me tienes por qué agradecer nada.- me dice sentándose a mi lado.- Tómate una pastilla o algo.
-Sí, a ver si con eso se me pasa.- digo volviendo a levantarme.
Me dispongo a ir hasta el mueble donde mi madre tiene todos los medicamentos. Cojo uno que creo que me calmará el dolor y me lo tomo con un vaso de agua.
-¿Estás mejor?- me pregunta cuando entro en el salón.
-Me duele mucho la barriga pero seguro que los efectos del ibuprofeno me sentirán mejor en unos minutos.
-Será que algo te ha sentado mal.- me mira.
-No es eso exactamente.- digo tímida y aparto la mirada.
-Vale, vale ya sé.- ríe y me avergüenzo más todavía.
No me gusta hablar de esto.
-Te ha venido la menstruación, la regla, tu prima o como se diga.- suelta una carcajada.
-Jesús por favor...- me tapo la cara.
-No pasa nada, solo es sangre.- dice sarcástico.
-Por eso dejemos de hablar de esto.- sonrío dulcemente esperando a que cambie de tema.
(...)
Siento como unas suaves manos pasan lentamente por mi mejilla haciendo que un escalofrío recorra todo mi cuerpo y se me pongan los pelos de punta.
Me revuelvo en mi sitio abriendo los ojos lentamente encontrándome apoyada sobre el hueco que hay entre la cabeza y el hombro derecho de Jesús.
-¿Cuánto tiempo llevo dormida?- le digo con la voz algo ronca sin moverme de donde estoy.
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TE JURO QUE VOLVERÉ A VERTE (Gemeliers)
Fanfiction¿Qué pasa cuando la persona de la que estuviste enamorada no sabe quién eres? •Él no la recuerda desde aquel día. •Ella mantiene cada momento que pasaron juntos. •Él cambió y se convirtió en un mujeriego. •Ella no se enamoró de nadie más. Quizás la...