¿Qué pasa cuando la persona de la que estuviste enamorada no sabe quién eres?
•Él no la recuerda desde aquel día.
•Ella mantiene cada momento que pasaron juntos.
•Él cambió y se convirtió en un mujeriego.
•Ella no se enamoró de nadie más.
Quizás la...
Golpeo mi puño sobre la mesa del escritorio e intento recapacitar de todo lo que acaba de pasar.
Joder, joder, joder, la he cagado, sí, siempre hago lo mismo.
No sé por qué he reaccionado así, símplemente la he visto con la cadena de mi abuelo y no me he podido controlar. Esa joya es muy valiosa para mí, es el único recuerdo que tengo de él y no me gusta que nadie la toque, ni siquiera mi madre o mi hermano.
Pero no le tenía que haber hablado así.
-¿¡Qué has hecho!?- grita mi gemelo abriendo la puerta de golpe.
-Se llama antes de entrar, no sé si te lo han dicho alguna vez.- espeto.
-Y a mí me da igual, soy tu hermano y no me vas a hablar igual que lo acabas de hacer con ella.- hace una breve pausa y suspira.- ¿Qué ha pasado?
-No ha pasado nada.
-Yo soy tonto y me chupo el dedo.- rueda los ojos.
-La he visto con la cadena del abuelo y ya sabes lo que me pasa con eso.- respondo.- Y para acabar de fracasar le he ordenado que se marchase.
-Menos mal que yo soy el inteligente y el guapo de la familia.- comenta riendo.- Ves a hablar con ella ya.
-Estará enfadada.
-Estaba llorando.- dice y se me cae el alma a los pies.
¿Por qué nunca he sentido esto con otra chica?
-Te gusta mucho.- se sienta en la silla del escritorio bajo mi atenta mirada.- ¿Por qué no estáis juntos?
-No quiero volver a repetirlo Daniel.- frunzo el ceño.- No voy a hacerle daño.
-¿Entonces por qué se supone que "os estáis conociendo"?- dice haciendo un gesto con los dedos.
-Porque... joder tío déjame.- protesto.
-Porque te gusta y nunca te ha gustado nadie.
Será pesado...
Me ato las zapatillas de deporte para poder ir cuanto antes a la casa de Cristina a arreglar todo esto que ha pasado hace unos minutos.
-Já, estás enamorado.- dice con aires superiores.
-No hablemos aquí de enamoramientos porque voy a hablar con Cristina.- me acerco a la puerta y giro el pomo.- Pero la casa de Andrea también me cae muy cerca.
Salgo de mi habitación dejándolo con las palabras en la boca y bajo las escaleras lo más rápido posible.
*Narra Cristina*
Oígo desde arriba como tocan a la puerta pero no tengo ganas de bajar, seguramente será él y ahora no quiero hablar, me ha molestado mucho la forma en la que me ha hablado.
¿Pero y si son mis padres porque se le han olvidado las llaves?
Seco mis lágrimas y paso mis manos por el bajo de la camiseta y me fijo en que la mancha de batido todavía sigue ahí y cojo del armario otra.
Los golpes en la puerta vuelven a sonar y cuando bajo hacia ella y la abro me encuentro a Jesús en frente mía.
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