TE JURO QUE VOLVERÉ A VERTE (Gemeliers)

CAPÍTULO 21

*Narra Cristina*

-Joder, el señor del local dice que ya está reservado.- refunfuña Dani.- Me lo acaba de confirmar.

Álvaro me mira con una sonrisa triunfadora levantando las cejas.

-Tenemos que ir mirando otro sitio, la fiesta se tiene que hacer sí o sí.- dedice su hermano.

-¡No!- gritan Sofía, Sergio y Manu al unísono.

El batido de chocolate que me estaba bebiendo se derrama sobre mi camisa mientras los fulmino a todos con la mirada. Si éstas mataran, estarían ya en la tumba y camino del infierno.

-¿No qué?- los dos se preguntan entre sí y ruedan los ojos

Intento limpiar y quitar la mancha marrón que se ha formado sobre la suave tela de mi prenda cuando la camarera del Starbucks me ve y me trae de inmediato un trapo húmedo para ver si así consigo que salga.

-No sabemos si hay más locales.- finge Elena y me doy cuenta que le da una patada a los tres por debajo de la mesa.- Vuestro cumpleaños es el sábado, hoy es martes y eso es mucha antelación.

-No os dará tiempo a preparar todo.- intervengo.

-Tienen razón.- dice el gemelo menor.

-¿Entonces que hacemos?

-Podríamos quedar nosotros y luego ir a la nueva discoteca que abrieron la semana pasada.- propone mi amiga.- Seguro que están allí todos los del instituto.

-Si no hay otra opción...- asienten.

Termino de resfregar el paño por mi camiseta, se lo doy a la chica y le sonrío dándole las gracias.

-Cris.- me llama Dani.- ¿Te pasas por mi casa y te doy los apuntes que me pediste?

-Es que está un poco lejos...- bufo fingiendo una mueca de pena.

-Eres una vaga.- dice sarcástico Jesús cerca de mí oído.

(...)

-Gracias.- le agradezco a mi amigo.- Mañana te los doy sin falta, no tengo ni idea de dónde he podido meter los míos, me los he tenido que dejar hoy en clase.

-No pasa nada.- ríe.- No los necesito hasta dentro de unos días.

-Estoy un poco agobiada con segundo de bachillerato- digo indignada.

-A mí me lo vas a contar... los exámenes me tienen muerto.- comenta sentándose en el taburete de la isla.- ¿Qué tal las cosas con Jesús?

-La verdad es que muy bien.- noto como mis labios se alargan esbozando una sonrisa.

-Yo os veo en el altar.- enarca una ceja y me mira riendo.

-Todavía no somos ni novios.- ruedo los ojos.- Bueno, ¿y Andrea y tú qué os traéis entre manos?

-¿¡Qué!?- desvía la mirada.

-He visto como os miráis.

-La miro igual que lo hago contigo, como una amiga.- se levanta a por un vaso de agua.

-Si si.- río y veo que se le han subido los colores.- ¿Habrá salido tu hermano de la ducha?

Dani me hace una gesto de afirmación cuando la puerta del baño suenan y segundos después los pasos de alguien bajando las escaleras.

-¿Qué hacéis?- pregunta Jesús entrando a la cocina.

Me vuelvo para mirarlo y mis ojos se van directamente a sus tonificados músculos debajo de su camiseta azul celeste.