CAPÍTULO 19

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*Narra Cristina*

-¡Adiós mamá!- le grito desde abajo.

-¿Dónde vas tan temprano?- rueda los ojos mientras baja las escaleras.

-Voy a correr.- deposito un suave beso en su mejilla y me giro hacia la puerta.

El aire frío de febrero roza mi piel haciendo que un escalofrío me ponga la carne de gallina mientras me coloco los auriculares y comienzo mi camino.

Siempre que salgo a correr los domingos me gusta ir por el mismo sitio, pero hoy quiero irme por otro camino.

La canción de Alejandro Sanz que suena en mis oídos hace que me relaje y sin quererlo la tatareo.

Amiga mía, no sé qué decir
Ni que hacer para verte feliz
Ojalá pudiera mandar en el alma
O en la libertad, que es lo que a él le hace falta
Llenarte los bolsillos de guerras ganadas
De sueños e ilusiones renovadas
Yo quiero regalarte una poesía
Tú piensas que estoy dando las noticias.

Amiga mía, ójala algún día
Escuchando mi canción de pronto entiendas
Que lo que nunca quise fue contar tu historia
Porque pudiera resultar conmovedora
Pero, perdona, amiga mía
No es inteligencia ni es sabiduría
Esta es mi manera de decir las cosas
No es que sea mi trabajo, es que es mi idioma.

Miro mi reloj y veo que ya ha pasado una hora desde que salí de casa y necesito sentarme un poco.

A unos diez metros diviso el parque en el que estuvimos Jesús y yo ayer después de cenar.

Mi móvil vibra dentro del bolsillo de mi chaqueta y veo quién me a hablado.

Jesús 9:32
¡¡Buenos días morena!!
¿Desayunamos juntos?

Cris: 9:33
Lo siento, he salido a correr y ya he desayunado.
Pero ¿nos vemos ésta tarde?

Jesús 9:35
A las cinco te veo.

-¡Corre Juan!- oígo gritar.- ¡Ven a pillarme!

Me vuelvo y veo como dos niños de unos seis o siete años corretean por detrás de los árboles hasta los columpios, con un balón entre sus brazos. El niño de pelo castaño coge a la chica y le empieza a hacer cosquillas sin parar mientras los dos se ríen a carcajadas.

Segundos más tarde, me siento en el banco observando como éstos se encuentran tirados por la arena y la niña se levanta costosamente, le dice unas palabras que no consigo oír y se dan un fuerte abrazo.

Recuerdo con una sonrisa en la cara, los momentos que yo pasé con Jesús con esa misma edad o incluso más pequeños. Él siempre se enojaba cuando yo le ganaba a algún juego e iba a su gemelo para que le ayudase a hacerme una gamberrada.

-¿Me puedes dar la pelota por favor?- dice la pequeña acercándose a mí.

Miro hacia abajo; me había quedado ensimismada y no me había dado cuenta de que el pequeño balón se les había escapado y lo tenía justo en mis pies.

-Toma preciosa.- lo cojo y se lo paso.

-Gracias.- contesta mostrando una sonrisa cariñosa y yo se la devuelvo.

(...)

-¿Hay alguien en casa?- pregunto mientras abro la puerta y pongo las llaves en el mueble que tengo en frente.

-¡Cris estoy en el salón!- grita mi padre.- ¡Tu madre ha ido a casa de Eva!

-¿Qué haces?- frunzo el ceño viéndolo arrodillado bajo la mesa de la sala.

-¿Puedes ir a por las herramientas a la buhardilla?- me mira.- Chirría mucho y estoy intentando arreglarla.

-Voy.- ruedo los ojos.

Bajo las escaleras hasta llegar al desván donde busco los instrumentos que mi padre necesita.

La caja está en la estantería, demasiado arriba para mi longitud. Intento moverla pero un pequeño baúl de plástico cae al suelo antes que ésta.

-¡Ahh!- ahogo un grito.

Bajo mi mirada y veo fotos y álbumes tirados por todo el suelo. Me agacho para recogerlas viendo la cantidad de fotografías que hay de cuando era pequeña.

Desvío mi vista y hay una que me llama demasiado la atención. ¿Pero qué hace aquí? Es una foto de Jesús y mía dándonos de la mano. Me acuerdo de ese día con trece años, fue un mes antes de irme.

*FLASHBACK*

-¡Jesús, Cris!- grita mi prima Marta.- ¡Mirad a la cámara!

Me coloco para la foto pero segundos antes mi novio me sorprende agarrándome de la mano y vuelvo la cara para mirarlo viendo la sonrisa tan perfecta que tiene sobre su rostro.

-Sonríe, eres hermosa cuando lo haces.- susurra.

-¡Lista!- señala Marta y me la muestra.

-Quiero verla.- insiste Jesús

-Es perfecta.- digo pasándole la cámara.

-Es preciosa.- deposita un beso en mi mejilla.

*FIN FLASHBACK*

Guardo los demás retratos y meto la fotografía en mi bolsillo mientras me dispongo a ir hasta el salón con las herramientas en mis manos

-Toma papá.- le aviso.

-Gracias.

Llego a mi habitación, me siento en la cama y saco la foto.

Paso mis sueves dedos con delicadeza por ella, como si fuera algo frágil que con un suspiro se rompiera y siento que una lágrima recorre mi rostro. Es preciosa...

Me limito a abrir el último cajón de mi escritorio y meto la foto debajo de todos los libros así sólo yo sabré dónde estará.

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HOLIIII

NUEVO CAPÍTULO MIS AMORES

¿OS GUSTA?

¿QUÉ TAL VA LA NOVELA?

ESPERO QUE ESTÉIS DISFRUTANDO MUCHO DE LAS VACACIONES JAJAJA

¿DESDE DÓNDE ME LEÉIS?

Att: Ana

TE JURO QUE VOLVERÉ A VERTE (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora