CAPÍTULO 53

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*Narra Cristina*

-Creo que estos problemas hay que arreglarlos con una noche de chicas.- dice de repente entusiasmada con esas tres últimas palabras.- Hace tiempo que no vamos de fiesta las cuatro juntas.

-Andrea tiene razón.- la apoya Sofía.- En estos últimos dos meses siempre nos ha faltado una.

Mis amigas miran hacia donde me encuentro, recriminándome con sus ojos el no haberlas acompañado últimamente. Yo solo elevo los hombros en señal de indiferencia.

-En serio, no tenía ni tengo ganas.- digo subiendo los ojos al reloj de pared que hay encima de sus cabezas, viendo la hora que es y mostrándoselo después.- Y si queréis salir, tenéis que empezar a arreglaros ya.

-Hoy no vamos a ir sin ti.- contraataca Elena.

Las tres posan sus ojos entre sí varios segundos y cuando vuelven a mí ya se lo que van a hacer.

Me impulso lo más fuerte que puedo levantándome de la cama, y salgo a correr hacia la puerta y después hasta las escaleras. Justo cuando bajo el primer peldaño las oigo gritar a la vez :

-¡A por ella!

Mis pies aceleran de una manera inexplicable como si me fuese la vida en ello, pero todo es en vano ya que cuando miro hacia atrás me encuentro a Sofia encima mía, a Elena agarrándome un brazo y a Andrea riéndose a carcajadas limpias mientras se tira al suelo. Después las tres me arrastran hasta la ducha, obligándome a meterme en ella.

-¡Esto es injusto!- contraataco quitándome la camiseta.

El tiempo pasa a nuestro alrededor demasiado rápido, o eso es lo que me parece a mí, pues cuando me quiero dar cuenta estoy entre una multitud innumerable de personas.

El sonido que retumba en mis oídos no me deja oír con claridad lo que me dice Sofía, pero yo solo me limito a asentir y subir los brazos moviéndolos hacia un lado y hacia otro disfrutando de la música.

-¡Vamos a por otro!- grito dirigiéndome hacia la barra.

Camino con torpeza entre la gente, tropezándome más de una vez con algún que otro pie, llegando finalmente a mi destino.

-¡Camarero uno más!- elevo la voz haciéndole una señal para que se acerque.

-Cristina para ya.- en dice Andrea dándome unos toques en la espalda.- Ya te has bebido unos cuantos.

-Quiero divertirme, eso es lo que me habéis pedido vosotras.- sus ojos se sitúan hacia el lado pidiendo ayuda a las demás.

Elena y Sofía suben los hombros sin decir nada más, el camarero trae mi vaso y yo me dirijo hasta el servicio bebiéndomelo todo de un tirón.

Agradezco que no hay nadie y también que alguna de mis amigas no venga detrás, pues hasta yo misma reconozco que me estoy pasando de mi límite pero aún así no quiero parar.

Miro mi reflejo en el gran espejo que cubre una de las paredes, pasando un pañuelo por debajo de mis pestañas, fijándome entonces en la obra de arte que han hecho mis amigas con el maquillaje. Sé que detrás de esta capa tengo unas ojeras impresionantes y los ojos hinchados, recuperándose de estas semanas atrás. De dos meses atrás.

Cierro los párpados, imaginando por unos momentos su contacto, sus besos, sus palabras... y sin darme cuenta estoy marcando su número en el teclado.

*Narra Jesús*

Abro los ojos con lentitud, fijándome en la ventana que hay en mi derecha y en el cielo oscuro que todavía permanece ahí, mientras mi móvil vibra sin parar encima de la mesilla. Lo único que consigo leer antes de que cuelguen es su nombre.

TE JURO QUE VOLVERÉ A VERTE (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora