El marinero.

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se encontraba perplejo por lo grande del puerto al que ahora arribaba, comenzó a dar vueltas sin parar como una mascota que no ha visto a su dueño en semanas y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba en la proa del barco observando a su vez el espectacular y cálido amanecer que se mostraba ante sus magnificas pupilas.

-Tanto te hace anhelo ver esta sucia ciudad muchacho?-pregunto un fornido marinero tosco y rudo como el madero en el que estaba sentado mientras empacaba sus pertenencias.

-no es la ciudad, es el puerto- esta respuesta tan entusiasta de parte del muchacho desconcertó al hombreton que ahora lo miraba de reojo- jamas había visto uno tan grande.

el marinero hecho a reír por algo tan tonto.

-jajja no te esperes bellezas- le dijo levantándose y poniendo la bolsa sobre su hombro- es el desfogadero de desperdicios y de prostitutas mas grandes de la region, Londres no es nada emocionante.

Adrian sin entender una palabra de lo que decía, pues nada de eso figuraba en su realidad solo estiro mas su cuello dejando que el calor de la mañana lo envolviera.

-hueles eso?-dijo el marinero mientras tocaba en pequeña guitarra- pues es mucho peor de lo que parece no es lugar para usted... señorito.

-pues de eso quiero huir, de los mimos, de mi amo para ser mas preciso- dijo con una sonrisa de oreja a oreja mientras que extendía su mano derecha al hombre ton- soy Adrian.

-Ahrem- respondió con su típica voz profunda aun analizando a ese niño.- vengo de Alemania, y este lugar no es para un lazarillo.

- esclavo blanco, en realidad eso es lo que soy o como me sentía.

la nave ya había tocado puerto y todos se apuraban a descargar la mercancía, doncellas y sus damas de compañía abrazando a sus parientes, familias reuniéndose y apurados adinerados, incluso a esa hora de la mañana la vida en el pueblo ya no dormía desde hacia horas.

aunque las calles eran frias y mugrientas repletas de cosas y olores extraños, sin mencionar el hecho de que en cada esquina habia una meretriz ofreciendo sus servicios a cualquier ser viviente que pareciera ser macho y al que pudieran sacar provecho, eso no desanimo a Adrian, tomo una venda que tenia envuelta en su brazo y la puso al rededor de su cabeza y ojo avellana dandole un aspecto mas ingles; no era nada tonto sabia lo que tenia que hacer pues si algo salia mal solo mostraba el otro lado de su rostro y eso confundiría a gente tan ignorante.

- y, esclavo liberto hacia donde vas?- pregunto Ahrem sacandolo de su ensimismo- conozco una posada con buen licor, mujeres y barato, te apuntas camaleón.

Adrian rió por lo bajo y acepto la invitación.

siguio a Ahrem muy cerca ya que era difícil seguirle el paso entre tanto locura.

-por cierto buena idea muchacho- dijo el grandulon mientras empujaba la puerta de la dichosa posada para luego acercarse a la barra.

- por los cielo Ahrem a los años!!!!-saludo la posadera con una energía aplastante , alegrando a nuestro duo.

-Judith jjjaaa por los dioses que vieja te has puesto.

-cruel como siempre - la robusta mujer sacudio a Ahrem mientras le servia una jarra de cerveza.- yy como te fue? en tu ultimo trabajo.

Adrian sorbía de su jarrón de cerveza mirando atentamente la espuma de este mientras disimulaba su interés, suerte que poseía un oído agudo.

- tan bien como para pagarte dos meses de renta adelantada de tu mejor habitacion y comida para dos tres veces al dia- dijo emocionado mirando a los lados y casi susurrando antes de sacar un brazalete bellicimo de finos acabados totalemente de oro con apliques de plata.

el rostro de la posadera brillo y lo cogio en fracciones de segundos, Adrian trata de no atorarse por tan rápida transacción.

- la muerte paga bien- comento la mujer extendiendo las llaves sin basilar - y....por que estas ahora aqui?

- ser pirata o corsario no es una profesión que enorgullezca mucho cuando no tienes una embarcación propia, arriesgar el cuello no es lo mio, ya son 10 años asi que creo que me tengo que alejar de las guerras sin sentido.

- a veces me pregunto Ahrem... habrás encontrado la fuente de la juventud? sigues igual que hace 10 años

ahora Adrian los miraba mas libremente , a lo que el interrogado solo estallo en carcajadas para luego poner un semblante serio .

-no sabes a caso donde esta mi gran amigo Benedic? tengo que pedir un pase a las flotas navales reales, alli todo es mas calmado.

-no lo tomaria asi pero esta bien- la mujer hizo señales hacia la puerta a un hombre muy bien vestido pero que no llamaba la atencion junto con otros 2 marinos fuera de servicio.

-llamaron al diablo?- alcanzo a decir Adrian.

Ahrem se levanto interceptando a su viejo amigo quien se mostraba contento e invitándolo a otra mesa.

Adrian sabia que tomaria bastante haci que tomo las llaves mientra se despedia de la posadera subio a la planta alta. aunque la casa no lo daba a notar el segundo piso se extendia y se unia a cerca de 3 casas mas con sus respectivos negocios en las plantas bajas.

habitacion doce. siguio la secuencia de las habitaciones llenas de personas, otras cerradas, y otras llenas de marineros pasando un momento ameno con mujeres dejando muy en claro cuanto disfrutaban.

-les eh dicho que no se nada!- se planto de golpe al escuchar eso y como su curiocidad era tanta vio a travez de la pueta entrecerrada.

la escena era peligrosa, un cuchillo apuntaba a un chico de solo 15 años, pero adrian veía en silencio, ahora experimentaba una extraña mezcla de miedo e intriga.

El corazón de IshtarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora