Había pasado casi un mes desde que sarparon, por fortuna no se habían topado con nada fuera de lo común estaban ahora en los límites de Portugal y España, si ,se habían demorado mucho más de lo acostumbrado pero era para mantener la flota lo mas unidas posible y evitar que alguna nave enemiga se le ocurra atacar, la embarcación mayor se situó lo más cerca de la costa posible y las otras cuatro se anclaron al rededor, para evitar cualquier imprevisto.
Durante toda esa semana nadie había visto al capitán, se rumoreaba que había enfermado de fiebre y eso estaba bajando la moral.
Por otro lado, estos chismes hicieron a Adrián subir a ver tierra, y todo pareció ir bien, la primera media hora. Durante la última semana se había comenzado a llevar bien con sus compañeros y durante todo ese tiempo estrecho amistad con el tosco líder de la barraca, un chico bronceado de pelo negro y ojos azules, un rostro bastante bien parecido con un ego más alto que el cielo.-Crees que está vez aparezca?- dijo el moreno a Adrián mientras le lanzaba una galleta seca que había sacado de la cocina en la que hacía guardia.
- Gracias- dijo mientras se zampaba la galleta- pues...tiene que! Los marineros comenzarán a sospechar, y se armara la grande si comienzan a sublevarse.
-Y sabemos quién no sabe disparar- pateo con burla el saco sobre el que se sentaba el menor- está vez menos de la mitad podrán bajar a costa, esperemos a que dejen a estos idiotas, quiero ver cómo son los burdeles de por aquí.
- Si son como los de Londres preferiría ni tocar tierra.
-No seas exigente, o comenzarás a ver a las cabras de tu piso como un buen partido!- ese comentario desató la risa entre sus compañeros, y para que Adrián no sé sintiera tan mal, el más grande lo rodeo con su brazo y sacudió su cabello, contagiándole su risa.Desde su camarote veía para el exterior, ahora un poco irritado, cerro la pequeña ranura de su puerta y camino cabreado por todo el lugar.
-¿Y ahora que te sucede?, estabas bien hace un momento- pregunto el pelirrojo mientras destapaba la comida que habían traído para el- espero que esta comida si te guste.
-No se que hace con Thomson, han estado así toda la mañana.
En un movimiento brusco se sentó en su mesa con los cubiertos en cada mano, de forma hostil, dispuesto a comer su filete, que por cierto era más grande que su típico plato.
-eso esta casi vivo- dijo el pelirrojo mientras giraba su rostro con desgrado- es terminó medio muerto.
-No seas exagerado!! Es lo único que puedo comer por ahora.
- Aún tiene sangre, ahgg- exclamo lleno de asco al ver como salía el líquido con cada corte.
Justo cuando el pelirrojo se disponía a abandonar el lugar, de un certero golpe fue azotada la puerta, Gadel entro con noticias de la nave mayor.
-Saldremos en treinta minutos, dicen que nos iremos nuevamente mañana a medio dia y deje a los marineros distraerse.
- iré a preparar todo- al ver al capitán comerse la carne casi cruda y con un hilo de sangre en la boca, fue suficiente para que le dieran náuseas y más al ver como el mulato le arrebataba un buen pedazo del plato al pelicastaño, iniciando una pequeña discusión-. Se acabó, me largo.
Un grupo de marinos había pasado la última media hora bajando los botes para abastecer la nave, y sólo esperaban a que el capitán de instrucciones.
Adrián estaba alerta mientras con su arma a su derecha y con el idiota de su amigo a su izquierda evitaba reírse en plena formación.
Cuando al fin apareció el capitán Ayers los lirios pudieron respirar, los marinos también se mostraron más confiados, y en una potente orden de este cambiaron a posición de descanso, Adrián se había estado preparando la última semana con la ayuda de Thompson, quien para ser tan fastidioso sabía hacer bien su trabajo.
Todo parecía estar perfecto mientras el capitán junto con sus oficiales pasaban lista y hablaban del abastecimiento y presupuesto.
Cuando al fin eligieron el orden de guardia y descanso nadie refutó ni una vocal.
-Eso que tenía el capitán en su labio era sangre?- le dijo Thomson a Adrián y al centrar su mirada bien, si eso le pareció, ha de ser jugo de Mora, se dijo, pero cuando cruzaron miradas sintió toda la ferocidad y fastidio del capitán recorrerlo por completo. Y se quedó de piedra nuevamente.
Cada vez entendía menos de el, pero trato de no darle importancia y al fin olvidar esos encuentros, para tratar de quedar lo más apartado de los problemas de la división.-Blau! - dijo el primer oficial- Te quedaras en el turno de la tarde en el cambio de la noche Thompson tomará tu lugar, tendrás libre en la noche si así lo prefieres, pero mañana turno normal, cuento con ustedes.
-si señor- dijeron los dos al unísono. mientras los oficiales seguían en lo suyo.
- fiuu, se ha vuelto aterrador- dijo el moreno mientras se dirigían a su camarote- parece otro.
-Algo así escuche.
- Era la decepción de los legados! Alrick hizo pasar las verdes al gran lirio.
Y mientras el mayor se preparaba para su descanso, si así le podía considerar, Adrián lo escuchaba mientras comía su parte de él almuerzo.
- Entro un poco antes que yo, fue el legado mas joven por más de cinco años ya que su padre murió rastreando una reliquia, fue un buen cazador, el gran lirio dejo que se quedará en el astillero pero al poco tiempo se volvió uno con el lugar, yo casi nunca me daba cuenta de el hasta que hablaba, es uno de los lirios mayores sólo por su antigüedad y la cantidad de información que se guarda- parloteaba sin cortes mientras en un movimiento vago estiro sus brazos, y se puso la bolsa de ropa en el hombro- la verdad todos dan miedo.
- Creo que exagera un poco- dijo el rubio escéptico mientras que con el dedo arrastraba hasta lo último de comida de su tiesto.
-Eso es porque no cuidas la cocina con nosotros, al fin me tocará tu trabajo de princesa, espero que me cambien contigo durante la próxima escala. ¿y si la atadura me hubiera escogido a mi en vez de Ayers? gracias a los dioses fui demasiado para ese aparato.
Entre bromas salió al apartar de una patada las piernas de Adrián de el marco de la puerta. por fortuna se llevaban de maravilla.Su guardia fue pacifica, como siempre, cuando finalmente cambio con Thompson este llegó con los ánimos por las nubes, aún más que siempre, Adrián le entregó su arma y salió como alma que lleva el diablo a gastar su dinero.
- Te tratan como un Rey Ahjrem!- se quejó Adrián cuando después de tanto al fin pudo verlo, Lucía como siempre, como un enorme León consentido y bostezando en su letargo, había estado todo el día holgazaneando, y sólo se medio acomodaba para darle espacio a su protegido- estuve cuidando el puente inferior hasta ahora.
- Bueno, por lo menos no eres un simple marino, agradéceme eso, si no estarías fregando el piso todos los días, y yendo de coles a nabos, necesito un favor, quiero que me cuentes todo lo que sucede con los atados, me refiero a su compaortamiento, si se ponen violentos o si tienen arrebatos de ira que terminan mal.
-Jah! ¿Y como se supone que lo haga? Con señales de humo?
-tengo maneras.Un hombre callo en su mesa partiéndola en pedazos, esto lo asustó de sobremanera mientras Ahjrem sostenía su bandeja de comida en el aire, parecía haber previsto esto. Cuando Adrián alzó la mirada su amigo estaba allí le había propinado un derechazo al hombre que le había manchado el uniforme.
- Maldita sea- rápidamente se levantó en medio de la mirada de algunos oficiales- la pólvora!!
Su amigo lo vio y dibujo una mueca de sorpresa.
Corrió desesperado al puerto pero sólo pudo quedarse ahí parado, confundido para esos minutos ya debería de haber sucedido algo.
- Que sucede Blau?
Si, se venía lo peor su capitán estaba a su espalda.
Trago en seco, sin saber que decir.
-Necesito ir al barco olvide mi dinero- se mostraba nervioso mientras se subía al barco junto con el capitán y quien lo llevaría a la nave.
Ayers no dijo nada, y dejo que este se sentara a su lado para ahora no habría muchas personas en la nave y uno más no seria mala idea.
Cuando al fin abordaron Adrián bajo a su puente y se dió cuenta de que nadie estaba cuidando el lugar, estaba oscuro e inmaculado, tal como lo dejo, pero se había alejado media hora, en ese tiempo todo pudo haber pasado.
- Pero Thomson cambio de guardia!- se dijo desesperado tratando de calmarse.
Asustado subió y trato de encontrar al capitán, el barco lucía vacío, repentinamente se vio sólo.Hizo guardia toda la noche, aunque pareciera que nada había pasado, estaba preocupado, cuando callo la mañana y su amigo por fin apareció lo primero que hizo fue darle un puñetazo en el estómago.
-Diablos, ¿eso por que?- ese golpe lo había dejado sin fuerzas por unos segundos.
- ¿Dónde diablos te metiste?, Hicimos cambio de guardia, maldición, y estabas bien gracias en el bar anoche.El moreno hizo una mueca, y luego riendo.
-Es que acaso te estás volviendo loco, fuiste tú quien me dijo antes de irme que no había necesidad de que regresará- Está vez fue Adrián quien no entendía- ya me decía yo que nadie es tan demente como para querer trabajar toda la noche.
-Espera dices que yo hice eso?
- Sí, justo cuando me estaba embarcando para irme.
- jah, jamás haría eso; anoche, te peleaste en el bar?
El mayor sonrió torpemente mientras se estiraba en su puesto. Asintiendo orgulloso.Adrian prefirió mantenerse callado sobre esto, temía al castigo y por lo visto nada había pasado, así que continuó con su día.
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El corazón de Ishtar
De TodoEn la época gloriosa de piratas y corsarios Adrian un joven esclavo blanco, prófugo de una familia de renombre española busca regresar al mar y ser el aventurero que tanto imagino tras una vida de lujos, aquí es donde comienzan sus días en alta ma...