Arena.

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Esa noche el mar continuo en perfecta calma, como si quisiera que los marinos sobrevivientes por fin dejen de sentir frío, cuando Benedict sacaba a los pobres náufragos uno tras otro salían tiritando a poco de tener los labios morados, el océano era helado, por mas caliente que parecieran en el día, ni que decir de la noche.
-aun nada?- pregunto Ahjrem a Benedict, cansado de sobrevolar las aguas por alguna señal, benedict nego con la cabeza.
A kilómetros solo pudo encontrar escombros y a Gadel aferrado a unos toneles como hastiado del agua, pero el podía regresar solo, pero necesitaba ayuda para quien se encontraba en uno de ellos.
-lo encontré luego de que el barco se partiera, su olor es fácil de seguir incluso en el mar, esos malditos lo tenían dormido desde ya mucho, no ha muerto por que es como nosotros quizá.
Alrick estaba muy pálido y delgado, un día mas y hubiese muerto.
así estuvo el rubio llendo y viniendo sin importarle si los marinos vieran en que se convertía cuando despegaba a otra ronda, cuando dio la mañana fue el limite que su cuerpo soportaba, callo rendido sobre la proa del barco, rogando que el muchado este vivo.

Abrió los ojos pesadamente, el cuerpo le ardia y los labios los sentía resecos, la arena húmeda le daba problemas para levantarse; o eso creyó hasta sentir el enorme brazo que mas se veía como un abrigo mojado que como tal. con dejades y aun asimilando la situacion continuo subiendo la vista hasta dar con el rostro de la cosa que descansaba a su lado.
si hubiera podido saltar  en ese momento estaría a 10 metros de eso, pero solo tuvo fuerzas para débilmente alzar la mano y tocar ese extraño rostro, con hocico y enormes caninos. con su pulgar abrió los ojos de la bestia para tranquilizarse al encontrar los mismos ojos verdes que tanto conocía.
- gracias, aunque es un idiota ¿sabe?
pensó que el otro no le escuchaba pero en un sólido le hizo entender que si. siguió así unos minutos hasta que al fin recobró fuerzas y con una cuerda que llego a la orilla arrastro el enorme cuerpo tierra adentro.

esta no era una isla tropical en absoluto, tenia un bosque muy pobre pero a medida que mas te adentrabas mas parecía alguna península.
- parece un buen lugar- dejo a Ayers aun convertido y con la herida en el pecho que ya parecía estar curandose, pero Adrián no lo sabia, se alteró al revisarle el pecho, bajo todo el pelaje se le podía ver hasta el hueso.
-mierda- exclamó en su desesperación mientras le sacaba los girones que aun le colgaban del pecho y los ataba para hacer una venda improvisada, hasta poder encontrar algo que de verdad sirva- como rayos le paso esto Ayers?, ¿sabe? Le va a doler, pero me la debía así que se aguanta.

Con dificultad lo levanto y recosto contra un árbol, comenzó a envolverle el pecho poniendo entre la tela y la herida una composta de hierva masticada que hizo a la carrera, el capitán se retorcio un segundo y le mostro los colmillos en un leve gruñido.
- ni se le ocurra ladrarme, o lo dejo aquí.
parecía que escuchar las palabras de Adrián aun si no le entendía lo que decía calmaban al mayor.

Le conmocionaba ver al capitán en esa forma pero entendía lo que pasaba y trataba incluso para el mismo no parecer un cobarde y llorón, trataba de decirse a si mismo "es normal".
recorrió el lugar por horas, recogiendo lo que podia encontrar del naufragio, como toneles con casi nada de fruta, uno que otro tiesto diminuto de metal que había sido arrastrado por la corriente y asi como ellos cuerpos de hombres, ninguno con vida. No podía ser quisquilloso en esa situación, les quito las prendas mas nuevas, los cuchillos y espadas, sabia las necesitaría, pero el encuentro mas afortunado fue el de un baúl lleno de sabanas, tenia una leve idea de quien podían ser.

Cuando regreso cargado de todo eso dentro de un tonel halado por una cuerda, el capitan que aun no regresaba a su forma lo miraba atentamente desde su árbol.
- tome - le dijo mientras le extendía una manzana no tan fresca pero en buen estado, el capitán le saco los colmillos dándole entender que no las queria- ¿es un bebe? acabamos de naufragar y sabee, no hay manera de salir de aquí, la isla es grade pero...- dio una mordida a la fruta, no estaba tan buena según su mueca- sí, es una isla, y necesita fuerza, la verdad no tengo idea de como navegar en el mar y sin usted moriré aquí.
El chico se sento a terminar su manzana mientras revisaba las sabanas, agarro la mas simples y las destajo en gruesas vendas con un corte de un pequeño cuchillo.
El capitán grupo levemente mientras destroza la tela.
-no me gruña- le dijo en broma mientras ataba los extremos, le miro de reojo con una sonrisa de medio lado- creo que las reconoce eran suyas no? Lo siento curarlo es lo más importante ahora.
Siguió en lo suyo mientras se remontaba las manos en Ron.
-eran mis favoritas- la voz humana de Ayers estabilizó los imperceptible nervios del muchacho.
-por los dioses, regresó.
-tienes un don para resaltar lo obvio  Blau.
Esta vez el sarcasmo de Ayers le alegro.
- si tiene tanta energía como para burlarse de mi espero y aguante lo que voy a hacer.
EL mayor sólo vio preocupado como el muchacho iniciaba una fogata diminuta y remojaba unos paños en licor, abrió mas los ojos de par en par cuando minutos después este metió un cuchillo para que las llamas lo alentaron.

El corazón de IshtarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora