El sol le brillaba en los ojos, eran los primeros rayos del día y ya comenzaban a quemar con intensidad sabia bien seria un día largo y difícil de llevar, tenía toda la parte inferior del cuerpo totalmente dormida y se le dificultaba respirar, se dijo que cuando le retiren las amarras toda esa zona ardería y haría escozor como los mil infiernos, ahora entendía lo difícil que era permanecer allí, daba gracias a todos los cielos por no estar parado, seria peor.
por su lado el capitán guiaba su ingreso al centro de la formación, les tomaría al rededor de medio día ubicarse en medio de la flota sin tener que retrasar la misión, tampoco quería que los otros capitanes se dieran cuenta de su situación seria malo para su reputación.
- faltan tres dias hasta el siguiente puerto, Ahjrem dijo que Benedict no hizo preguntas, sus verduras se... "contaminaron" y era buena idea adelantar el paso- el pelirrojo callo rendido sobre una silla- ha sido realmente difícil calmar a los marinos, no parece pero tienen algo de cerebro, aun después de toda la increible explicación que les di andan obsesionados por tratar de abrir la reserva de polvora, ahora que Blau esta castigado la guardia recae en Jacob, sabemos que no resistirá mucho en un doble turno.
-lo se, hay que poner a otro.
- ¿a quien? todos los lirios están ocupados y ahora con esa águila y el que se esta recuperando solo nos quedan marinos corrientes- Ayers resoplo fastidiado, Alrick se sentia aun más por eso- ¿acaso escuchas? sabes que no podemos poner a uno si se entera el resto las cosas se pondrán feas.
-lo se maldición!- se tiro los flecos que le estorbaban en la cara hacia atras- no se que maldición nos callo, por lo menos esta situación aun es manejable.
- esa maldición tiene nombre y apellido- dijo Gadel con su burlona sonrisa cual gato de fabula, se regodiaba para sus adentros por al fin ver al inmutable prodigio en tremendo predicamento- no me miren así! se que a mi también me afectaría todo, pero no puedo evitarlo.
- ya que usted mi segundo oficial esta tan libre y preocupado por la situación, será mejor que comience a cubrir el puesto que nos falta!!!- Ayers le lanzo una espada y este la agarro en el aire, milagrosamente Gadel no dijo mas e hizo caso.
Bastian entro nuevamente en su mundo luego de que se fueron.
Al pasar unas horas se atrevio a bajar al camarote de los lirios, cuando entro estaba totalmente vacío, a excepción del que se estaba recuperando dudo si ir a ver como estaba sentía algo de culpa después de todo era el causante, se acercó sigilosamente, había pasado una noche por eso su semblante no era tan malo, pero aun así la piel se le veía quemada y parecía dormir profundamente.
-espero que entiendas por que lo hice- lo dijo mas para si mismo, aun le guardaba un poco de fastidio pero no era tan frío de corazón- aunque tu no tienes la culpa.
penso que no lo escuchaban pero lo cierto es que sabia bien que el capitán pediría disculpas, cuando este se distrajo unos segundos, el moreno salto de la cama y cello el camarote.
la cara del mayor no pudo ni reflejar su sorpresa, había sido demasiado veloz.
- que tratas de hacer Thompson- quería respuestas, en la cabeza de Ayers solo había una razon- no me digas que piensas darme una paliza, te advierto, seria una mala idea.
el moreno continuaba alli arrimado contra la puerta, puso un candado en esta y callo rendido en el piso.
-que diablos...
- cumplí.
No entendió nada hasta que escucho una serie de estruendos sobre el, levanto al otro del piso y lo sacudio con violencia contra la puerta.
-abrela maldita sea o te destripo aquí mismo!!!!
el moreno solo hizo muecas de dolor, y sonrió, el mayor cerro su puño para acertarle el primer golpe pero vio con impotencia como este por si solo comenzó a retorcerse y gemir de un dolor mayor que del que se recuperaba, con asombro vio como lentamente los rasgos se le suavisaban su cuerpo se escogía y sus quejas se escuchaban menos profundas.
Ayers lo soltó asustado antes de ver por fin en quien se convertía.Un muchacho de no mas de 15 años a punto de colapsar por lo que le ocurría.
-Bastardo suicida, sabes que ese maldito candado no servirá.
- solo..ahg- trato de hablar entre quejas- intentelo.
no le creyó, aunque con los dragones nadie sabe así que se acerco con cautela y toco el candado con las llemas, solo para que estas se quemaran gravemente al primer contacto.
- korol' lo hizo especialmente para usted... me dan pena- dijo el muchacho mientras al fin dejo de retorcerse- tantos poderes y no saben nada de ellos, es como darle filete a los perros.
- será mejor que calles ese oscico muchacho por que tu rey te dejo encerrado con un maldito.
El muchacho solo rió casi en un susurro.
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El corazón de Ishtar
RandomEn la época gloriosa de piratas y corsarios Adrian un joven esclavo blanco, prófugo de una familia de renombre española busca regresar al mar y ser el aventurero que tanto imagino tras una vida de lujos, aquí es donde comienzan sus días en alta ma...