Capitulo 34: Dormir juntos

528 37 20
                                    

Narra Jake.

-Dormiremos juntos- dijo Fatima aventando su mochila al piso.

Esas palabras,esas malditas palabras hacen que me ponga muy nervioso y más si ella lo dice.

-¿Q-Que?-dije tratando de no perder la fuerza en las piernas y caer.

-Pues dijiste que no pudiste convencerlos asi que...-dijo ella tomando un cepillo.

************************************

Narra Fatima.

Tomé el cepillo y comencé a pasarlo por mi cabello para quitarle los nudos.

Sé que soné como si fuera lo más normal para mi, pero no es así... Nunca he estado con un chico antes y menos así.

Volteé a ver a Jake y note que sus mejillas estaban rojas.

Yo se lo dije tan directo ¡que pena!

Yo solo quería aceptarlo, porque conozco a mis chicos y se que no saldremos hasta que ellos quieran.

Mis mejillas se tornaron rojas y baje la vista.

Mierda...¿que dije?

-Digo...es que c-conosco a los muchachos y-y se que no saldremos bueno es que y-yo...em...-trataba de hablar pero me ponía muuy nerviosa en tan sólo pensar que dormiría junto a Jake.

-Creo que dormiremos juntos, ¿verdad?-dijo Jake caminando hasta donde yo estaba.

-Oye-dijo él tomando mi barbilla para que levantara la vista.- Tranquila, si te incomoda dormir en la misma cama conmigo yo puedo...-.

-No- dije interrumpiendolo- E-Es que...no quiero que duermas incomodo en el piso o en un sillon-.

La verdad es que lo que dije es cierto, eh visto como entrena muy duro en las noches, él tiene que montar guardia dos horas más que los demás y creo que él puede aprovechar que esta encerrado y no hará guardia hoy para que pueda dormir.

Vi como a Jake se le quitaba un poco el rojo en sus mejillas y cambiaba su expresión a feliz.

-Entonces, ¿dormire cómodo si duermo contigo?- dijo Jake poniendo su brazo en la pared a lado mío.

Al dar un paso atrás me di cuenta de que estaba pegada a la pared, eso hizo que mi corazón no dejara de latir rápidamente.

-Y-Yo s-solo eh... Am...- dije tratando de no tartamudear y cubriendo mi cara por que mis mejillas estaban rojas.

Él se acercó más y yo seguía tartamudeando como una tonta.

-D-Digo si n-no quieres dormir co-comodo en l-la cama y que te duela l-la espalda -es-esta bien-dije tratando de buscar alguna salida de esa situación.

-¿Que te pasa princesa?-dijo él acercándose hasta el punto que nuestras respiraciones chocaban.

-¿Tienes... Miedo?-dijo él antes de besarme.

Dios mio, esos labios en serio me encantan, su aliento a menta y como encajan sus labios con los mios... Estoy estúpidamente enamorada de él.

Yo estaba quieta, mis piernas no reaccionaban, por eso no me quite antes, mis mejillas ardían y mi corazón no se calma, sigue latiendo muy fuerte y rápido.

-C-Claro que n-no- dije cuando él se separo.

Él seguía muy cerca de mi pero ya no me besaba.

-¿Entonces?-dijo él dándome un beso en la mejilla.

Otro beso en mi mandíbula.

Esta bajando los besos, oh no, ¡no!

Una chica...¡¿en un apocalipsis?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora