Aquel fatídico día, después de que llamara a emergencia para ayudar a Miranda y descubrieran el cuerpo ya sin vida de aquel hombre. mis padres hicieron uso de todas sus influencias para sacarme de la cárcel, al principio me sentía agradecido porque quería despedirme de mi hermana, darle un último beso en su pequeña frente, mirarla una última vez. Pero después del funeral privado y el entierro se desató un infierno.
Me había enterado de que aquel hombre había abusado sexualmente de mi hermana y luego la había estrangulado, pero mis padres habían dicho que Alicia murió por causas naturales, o eso le pidieron al forense, después de pagarle una cantidad ridícula. Miranda me tenía pavor y mamá no paraba de decir que, si la gente se enteraba del monstruo que tenía como hijo, la prensa los destruiría. Yo no entendía cómo unos padres pudieron enterarse de que su hija había fallecido y en lo primero que pensaron fue en los chismes y rumores que eso desataría. Hasta donde tenía entendido aquel hombre al darse cuenta de lo que había hecho llamó a emergencias, y a mis padres. Un pequeño remordimiento me caló, no había intentado huir, se quería hacer responsable de los hechos y yo lo había matado, pero era mi hermana, no me arrepiento. Nada me la devolvería. Sin embargo, mis padres habían llegado a la escena aún antes que los paramédicos para evitar que estos llamaran a la policía y se llevaron el cuerpo de Alicia. Papá me había dicho que la policía los había llamado y obviamente esa era una mentira, puesto que ahora sabía la verdadera versión de los hechos. Dejaron a ese hombre ahí, libre. ¿Qué tipo de padres hacen algo como eso?
Intenté tranquilizarme y les permití hablar sobre mi crisis como si no tuviera justificación. Pronto habían investigado sobre el mejor centro de rehabilitación para personas con problemas como el mío y acepté porque estaba roto de mil formas diferentes en mi interior. Ir a un centro de rehabilitación me hacía sentir como un drogadicto, ciertamente creí que me haría bien. De todas formas, mi vida estaba destrozada. Creí que había superado todo aquello, mi problema, mi enfermedad, no fue así. Creí que con Miranda todo marchaba bien, que sería mi esposa, algún día en el futuro, cuando me sintiera seguro.
"No puedo estar con alguien que se comporta como un animal" Esas fueron sus palabras.
Llegué a aquel centro de ayuda desbaratado. Los primeros meses lloraba como un niño pequeño. Mi vida estaba bien y de pronto se había venido abajo, no importaba qué tanto intentara justificar el asesinato que había cometido, eso también me pesaba, y mucho. Todo empeoraba en mi mente, no terminaba de creer que Alicia estuviera muerta y que mis padres hicieran todo lo que habían hecho. Las cosas han pasado tan rápido que me parece una mentira.
¿Podría realmente tener una vida normal? ¿Algún día encontraría a alguien que me aceptara como soy? Sé que Katherine y mis hermanos lo hacen. Sé que lo comprenden, que hay amor fraternal entre nosotros, pero yo necesitaba más que nada en el mundo que alguien que no compartiera mi sangre, ni mi apellido, me hiciera sentir que hay alguien bueno dentro de este ser que no es más que un jodido monstruo. Suponía que ese día no llegaría nunca, pues, ¿quién desea pasar su vida con alguien que no sabe controlarse? Con alguien que quiere golpear todo lo que se mueve y lo que no cuando está enfurecido.
Una tarde como cualquier otra en aquel centro de mierda, llegué a la recepción a saludar a Doroty, una enfermera ya de edad avanzada que me hacía sentir bien en aquel blanco y horrible lugar. Estaba leyendo una revista y de pronto abrió mucho sus ojos.
—¿Pasa algo? —Le pregunté.
—Sabía que tu apellido era White, pero no pensé que eras de estos White —me dijo enseñándome el artículo que leía. La portada era de mis padres y según ese reportero mamá le había dicho a todo el mundo que yo había decidido ir a conocer el mundo y que por eso últimamente no sabían de mí. Incluso habían hecho un fotomontaje con una foto antigua mía.
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Las confesiones de Adam.
Teen FictionEscenas extras de ¿Cómo estar sin ti? Y ¿Cómo volver a ti?