9: Destrozado.

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La fiesta había sido una completa mierda, mi familia había humillado a mi novia haciéndola sentir de clase inferior a la de ellos. No es que sea un tipo que no le gusten los modales y la gente educada, pero eso, amigos míos, no depende de cuánto dinero tengas en los bolsillos o si tu apellido es reconocido en todo el jodido país. ¿Hasta cuándo lo entendería mi madre? ¿Hasta cuándo dejaría de decepcionarme de la gente que pertenece a mi antiguo mundo?

Me parece mentira que me hayan arruinado la noche. Maya se miraba jodidamente hermosa, si he tenido que contener a mí miembro cuando la he visto bajar por las escaleras. Y sólo me contuve por la presencia de Becca, porque de otro modo la hubiera tomado de las caderas, subido el maldito vestido y hubiese disfrutado del mayor privilegio; hacerla mía.

Y, como si la fiesta no hubiera sido suficiente problema, al llegar a casa nos encontramos con la madre de Maya, quien apareció finalmente para pedirle perdón y causarme dolor de cabeza cuando le ha dicho que su lugar es con ella y sus hermanos. No, señora, su lugar es conmigo y he tenido un ligero ataque de pánico al pensar que Maya accedería y se marcharía. Al menos pude controlar mi rabia un poco y terminé utilizando otras tácticas para que se quedara a mi lado. Finalmente lo conseguí, no iría a ninguna otra parte.

Encontrarme con mis hermanos en la fiesta, fue toda una experiencia, Anthony está enorme y Franco sigue siendo el mismo loco de antes. El corto tiempo en el que pude hablar con ellos con un poco de privacidad aproveché para disculparme por haberme marchado en el pasado de la forma en la que lo hice. Sé que ellos al igual que yo, no la pasan nada bien con las exigencias de Samantha y que desean terminar de crecer y marcharse también. Franco no había parado de decir lo bonita que es mi novia, incluso con él tuve que controlarme.

No sé por qué soy así, digo, ya sé que mi padecimiento quizás influye en mis reacciones cuando alguien le hace daño a Maya o que mis impulsos de quebrar todo y enloquecer cada vez que siento que la pierdo también pueden justificarse sólo un poco con el jodido TEI, pero los celos son cosa aparte, ¿me siento inseguro? Claro que me siento inseguro, ella puede decir que esto no le importa, que soy normal, que no tengo problemas y que puedo adaptarme al mundo, que no soy un monstruo, que tengo el control y todo lo que suele decirme para hacerme sentir mejor, la cuestión es que, seguiré teniendo crisis. Puede que no hoy y tampoco mañana, pero las tendré y aunque me ha asegurado que no se irá, que quiere pasar su vida entera con alguien que resuelve todo a golpes a pesar de lo distorsionada que se escucha esa frase, yo sigo inseguro, ¿por qué?, porque soy un desastre. Porque estaba destrozado de una forma devastadora y temo que, si algo sale mal entre ella y yo, volveré a estarlo.

Miro el reloj, y ya casi es la hora, he quedado para cenar con mi padre. Tenemos unos asuntos que resolver. Me pongo de pie justo cuando escucho que están abriendo la puerta y gracias al cielo los documentos que necesito llevar conmigo ya están en el auto. Camino apresurado hasta la puerta y en cuanto entra mi saltamontes, la tomo entre mis brazos y le planto un beso desesperado. Que pasara todo el jodido día donde su madre me estaba costando trabajo, pues ya estaba acostumbrado a llegar a casa y encontrarla dentro. No voy a decírselo pues eso sólo me dejaría como un controlador.

—Ya te estaba extrañando demasiado, hobbit.

—Y yo a ti —dice observando con curiosidad mi elección de ropa—. ¿Vas a algún sitio? —pregunta tranquila.

—Sí, a una cena con papá. No voy a tardarme, estaré aquí en menos de dos horas. ¿Me esperas? Te contaré todo en cuanto regrese.

—Claro, estaré con mamá.

—Te amo, Maya. Gracias por cambiarme la vida. No lo olvides nunca. —Vuelvo a besar sus perfectos labios y me marcho de una vez o haré de todo, menos irme a la cena con papá.

Las confesiones de Adam. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora