~Carlos Aníbal~

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Debido a los acontecimientos que estaban pasando, decidí estudiar desde casa, convirtiéndome en autodidacta, realizando investigaciones con médicos profesionales y libros especializados.
Cuidaba de Armando y de mi embarazo a la perfección, el estaba muy feliz a pesar de todo y anhelaba tener a Carlitos en sus brazos, compré una nueva casa en un lugar tranquilo cerca de la playa, con ayuda de Amalia y una decoradora profesional la decoramos justo como la anterior para darle la sorpresa a Armando ya que pronto lo traerían a casa para que terminara su recuperación aquí.
-Buenos días señorita Jenner-dijo una voz áspera desde la otra línea.
-Buenos días-
-Llamo para informarle que la señora Liliana ha sido capturada y está siendo examinada por un psiquiatra-dijo sin preocupaciones.
-Está bien-
-Puede pasar por el Hospital Psiquiátrico de Chicago por favor-
-Si ahora mismo salgo para allá-
Salí con Amalia y los guardaespaldas, en cuanto llegamos nos llevaron a una habitación con un cristal donde oíamos y veíamos todo lo que Liliana hacía, tenía un muñeco de trapo en los brazos y lo apretaba fuerte contra uno de sus senos; estaba sola en la habitación especial para personas que necesitan ayuda especial, podíamos verla pero ella no podía vernos y mucho menos oírnos.
-Shhhhh, cállense que mi bebé quiere dormir, cuídenme mucho, Liliana viene por mi, ella me quiere quitar a mi bebé y a Armando, Liliana me odia-decía desesperada.
En eso en psiquiatra encendió un micrófono para que ella lo escuchara.
-Tú eres Liliana-dijo el psiquiatra.
-¡No!, yo soy Kate, Liliana es mala, quiere hacerme daño-decía entre sollozos.
-De acuerdo, y ¿cuál es el nombre de tu bebé?-dijo el psiquiatra mientras escribía en su computador.
-Armandito, como su papá-decía
El psiquiatra nos pidió salir, Liliana estaba completamente loca, decía que ella era yo y que Liliana quería hacerle daño, el doctor nos informó que habían encontrado rastros de sustancias muy fuertes en su cuerpo y unos medicamentos ingeridos inadecuadamente en dosis muy elevadas, quizás eso había provocado el daño en su cabeza.
Cuando salimos del psiquiátrico tomamos rumbo al hospital para recoger a Armando, ya estaba muy bien, solo tenía cicatrices que unas pomadas aplicadas diariamente dos veces al día cicatrizarían rápidamente.
-Hola mi amor, ya por fin estarás en casa-dije mientras daba un cálido beso en su frente.
-Es lo que más anhelo-dijo mientras acariciaba mi muslo y subía hasta mi vientre.
-Deja el animal tranquilo hasta que lleguemos a casa-dije con un poco de picardía.
Cuando estábamos entrando al vehículo sentí unos dolores fuertes y apreté la mano de Armando mientras sentía como me iba desplomando poco a poco, cuando desperté estaba en una camilla.
-Ya es hora mi amor-decía Armando.
-Ya viene nuestro bebito-dije emocionada.
Me ingresaron en la sala de partos del hospital, Armando estaba a mi lado y me sostenía la mano con fuerza mientras me decía palabras hermosas y tiernas.
-Vamos Kate, puja-decía el doctor
Lo hice quince veces consecutivas hasta que sentí como algo salía de mi lentamente, me sentí aliviada.
-Es un niño hermoso, tiene el cabello idéntico al de su madre-dijo el doctor.
-Es hermoso, se parece a mí cuando era bebé-dijo Armando entre sollozos.
-Eres papá por segunda vez mi amor-dije expresando mi felicidad.
Soy mamá, soy la madre de un bebito hermoso y saludable, media hora después de asearme y asear el bebé me instalaron en una habitación privada, Armando había pagado dinero extra para que el bebé se quedara en la habitación con nosotros, cuando lo trajeron a mi me sentí completa, tenía a mi pedacito de cielo a mi lado y eso hacía de mi la mujer más feliz.

El diario de Kate💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora