~Luna de miel~

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Salimos de la fiesta a las 11:00 pm en el avión privado de Armando , nuestros suegros habían reservado para nosotros en el Hotel Plaza Athenee en París, un regalo de bodas muy sofisticado de su parte, Armando tenía una sola maleta para ambos, lo demás lo compraríamos en París, mi pequeñín se quedaría al cuidado de sus abuelos en casa y de Jonathan por supuesto.
Llegamos tan agotados al hotel que dormimos apenas sentir la cama, dormimos durante horas y cuando despertamos unos aperitivos nos esperaban en el balcón, mientras comíamos sentí como la mano cálida de Armando recorría mi muslo suavemente.
-No dejas de cautivarme-dijo mientras tocaba mi intimidad.
-¿No eras tú el que tenía hambre hace un rato?-dije mientras ponía una fresa en su boca.
-Si, ya está saciada, ahora tienes que saciar mi apetito sexual hermosa-dijo mientras se paraba y me cargaba en sus brazos.
Entró a la habitación conmigo en entre sus brazos, típico de héroe de película, me depositó en la cama y fue desgarrando la poquita ropa que tenía puesta para después quitarse la suya, cuando estuve completamente desnuda frente a el se sentó en la cama y empezó a contemplarme, lo hizo con tanta dedicación que pensé que no haríamos nada, me paré de la cama y me sostuvo.
-¿A donde crees que vas?-dijo mientras tiraba de mi.
-A ducharme-dije esperando que hiciera algo.
Me tomó por la cintura y enrosqué las piernas en su espalda, se introdujo en mi cautelosamente y sentí como todo mi ser pedía más de aquello que nunca había experimentado, Grey tenía 50 , Armando tenía 100.
Se acostó en la cama conmigo apegada a su cuerpo y embistió mi ser con fuerza, sentí un poco de dolor pero con él ningún dolor sería tan grave como los que me había enfrentado antes de conocerlo, Armando era mi vida completa.
Le gustaba mucho ponerme a gatas así que sin pedirlo lo hice, esto lo dejó boquiabierta así que volvió a introducirse en mi, entraba y salia de mi en movimientos lentos, fue acelerando sus movimientos hasta convertirlos en embestidas, la parte que más me gustaba, lo hizo hasta descargar todo su líquido en mi, estaba relajado, liberarse lo hacía sacar toda la tensión.
Se acostó a mi lado, dormía como un bebé y verle así me hacía feliz, deposité un cálido beso en sus labios y me dormí en su pecho.

💕Capítulo dedicado a Daury P. Lorenzo💕

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