Capitulo # 7

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Al despertar me encontré sola en la cama, me sentí tan sola y decepcionada pensé que Leo estaría al despertar. Me dispuse a levantarme, me di una ducha y procedí a vestirme, me coloque unos shorts rasgados junto a una camisa de tirantes que tapara mis pechos ya que tenía varios chupones y con la espalda descubierta y por ultimo coloque mis van's . Me recogí el cabello en una trenza y baje a buscar a mi esposo. Como siempre entre sin tocar a su despacho.

--Buenos Días esposito—me acerque rápidamente sentándome en su regazo y plantándole un beso

--Mi querida esposa amanecían cariñosa hoy.—me agarra fuertemente la cintura

-- Hubiera amanecido mejor si estuvieras a mi lado –

--Lo siento, espere que despertara pero vi que ni el intento asías, así que baje primero. Pero te he esperado para desayunar así que anda que muero de hambre.

--Que romántico ni siquiera me has dado un beso, y mucho menos te has fijado en mí.—Se acerca a mí y me da un tierno beso

--Hay tienes tu beso, y esos shorts están demasiados cortos así—lo interrumpí

-- Así que nada Leo , estamos en casa además estamos en las últimas semanas del verano y quería salir .

-- Bueno te dejo pasar esta, pero la camisa te la cambias ya, ponte algo más tapado.

--Es la única que me tapa los chupones que me dejaste anoche .

--Te deje chupones deja ver—y sin siquiera darme tiempo a reaccionar, subió mi camisa – que hermosos chupones

--Sabes odio que me marquen, además vamos que también muero de hambre.

--Eres mía así que te marcare para que todos lo sepan.---Sera idiota, salió dl despacho lo seguí, nos sentamos en la mesa Leo en la cabecera y yo en la silla de alado. En eso viene una chica muy joven y guapa para mi gusto a servirnos la comida, la muy idiota le coqueteaba a Leo y para colmo en imbécil le trataba igual. Ella ni siquiera me volteo a ver, literalmente me ignoraba. Al ver el desayuno me dio asco, en realidad que odio el tocino.

--Me puedes traer unas tostada francesas con un poco de fruta picada, no comeré esto. —retire el plato, su cara parecía un poema.

--Disculpa

--No como tocino, me da asco. – puse cara de asco

--Lo siento, estoy solo para servir la comida. Ya la han dejado preparada

--Eres una empleada, puedes también preparar la comida—al parecer le molesto

--No, no soy empleada, solo ayudo a mi madre quien es la empleada, además no estoy para servirle a usted.

-- Y según tu a quien debes de servirle

-- A Leo, solo estoy a su disposición—será puta

-- Pues no sé si estas enterada, soy la esposa de Leo por lo que debes atenderme a mi insolente. —Leo simplemente reía y no me daba mi lugar, eso me molestaba mucho.

--Ya basta Lía, María no está para servirle a nadie, solo ayuda a su madre ya que tiene el día libre.

--Pero puede cortarme un poco de fruta Leo, no morirá por eso—hice pucheros

--Cariño come lo que hay en la mesa, mañana comes fruta

--Leo se te ofrece algo más –leo negó—pues me retiro

--Idiota—murmure y me puse de pie

--A dónde vas—pregunto Leo

--A prepararme mi desayuno, ya que tu empleada es una inepta—dije suficiente alto para que me escuchara la tal María. Leo asintió y entre ala cocina, confieso que nunca hecho tostadas francesas pero muchas veces vi a mi nana prepararlas .Encendí la hornilla en high y puse el sartén, saque las tostadas del refrigerador .Ya que estaba caliente la sartén puse un poco de mantequilla, y procedí a echar las tostadas. Saqué un poco de fruta y comencé a cortarla como me gusta, de repente sentí un olor a quemado y cuando voltee me fijo que mis tostada se achicharraron, una bola de humo comenzó a formarse. En eso la alarma de fuego se activa y comienza los extintores a botar agua, Leo entra y al ver mi estado comienza a reírse a carcajadas.

Ella es mía ..... solo mía entendido.!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora