Capítulo 6

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Mildred abrió sus ojos, y se encontró con Oscar. Estaba totalmente transpirada, se sento en la cama y empezó a llorar.

- ¿Cuándo dejare de tener estos sueños Oscar? ¿Cuándo? -Oscar la abrazo y mientras ella lloraba le acariciaba el pelo, no sabia que responderle. Siempre era así, la misma pregunta pero sin respuesta.
Se quedaron así por unos minutos hasta que entro una enfermera, ella tenia una sonrisa pero la borro al ver a Mildred llorar abrazada a Oscar.

-El doctor me mando, a revisar a la paciente. Pero seran por unos minutos. -Oscar salio de la habitación.
Abraham no sabia que hacer si iba a la empresa o ir al hospital a visitar a Mildred, aunque si iba a la empresa no trabajaria y solo pensaria en Mildred y si iba al hospital tendria que verla, y tendrían que hablar sobre lo que paso ayer. Y si hablaban de eso incomodaria a Mildred, y era lo que menos quería. Sonó su celular al ver quien era sonrió y atendió.

-Hola.

-Hola Abraham. Tienes que ir a buscar a Florencia. Uno de sus profesores no fue hoy día y tiene que quedarse hasta las siete de la tarde. Al menos de que uno de nosotros no vaya, yo no puedo ir...

-No te preocupes ire yo, saludo a Ema. Y las ire a visitar pronto, y cuidensen. -Corto la llamada, y se fue a buscar a Florencia. Subió a su auto, y empezó a conducir.

Cómo estaría Mildred, se preguntaba sólo esperaba que estuviera bien. Quería verla y lo haría aunque tendría que ir con su hermana, hablaría con ella aunque los dos se incomodaran pero tendría que hacerlo para poder estar bien con ella, que era lo que más deseaba, y estaría con ella sin importar el que dirán aunque dirían, que seria raro porque sería la primera vez que la verían con un chico dejarían de pensar que ella era lesbiana, aunque eran rumores inciertos ya que nadie conoce la vida privada de ella y era todo un misterio. Pero ella no sabia de los rumores pero lo sospechaba, no le importaba lo que piensen de ella, nadie la conoce como Oscar nadie conoce su pasado y a nadie se lo diría tenía unas cuantas reglas, y esas reglas las respetaba más que a las personas a su alrededor.

Reglas.

Uno: No decir que es lo que sientes.

Dos: No hablar de tú pasado.

Tres: No hablar con nadie.

Cuatro: No enamorarse de nadie, en la vida.

Cinco: Alejarse de todas las personas.

La última regla y la más importante.

Seis: Olvidar el pasado.

Aunque había roto con algunas de ellas, y la ultima era difícil de cumplir, ya lo habia intentado varias veces, pero ninguna funcionaba. No funcionaba nada de lo que intentará.

-Señorita Mildred le darán el alta.
-Ya era hora. Quiero irme a casa ya no tolero estar aquí. Oscar ve a casa y fíjate si todavía están Analia y su familia.

-Si señorita. -Salió de la habitación. Se acostó de nuevo mirando a la ventana, esperaba que sus tíos no estuvieran en casa, para poder reposar en paz y que nadie la molestará. Pero el destino le jugaba en contra. Se abrió la puerta.

-Que rápido volviste Oscar, -giro su cabeza pero no era Oscar.

-No soy Oscar como podrás ver. Es fácil encontrarte, ahora que volví no te dejare Mildred, -se acaba cada vez más, a ella. Mildred se tensaba cada vez mas, con cada paso que daba su cuerpo se ponía rígido y podía notarse que sus músculos estaban rígidos.

- ¿Qué quieres?

-A ti. Te quiero a ti y recuperar lo que es mio Mildred. Pero no te preocupes no te are nada que no te guste. Solo déjate llevar por mi. -Mildred presionó el botón rojo, varias veces, para que entrará una enfermera. Pero tardaba demasiado, en ese momento quería que Oscar estuviera ahí con ella y defenderla, pero no, no estaba. Él se acercó y le paso la lengua sobre su mejilla, Mildred se quedo dura, sin saber que hacer estaba en blanco, su mente estaba en blanco.

Eres Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora