Capítulo 11

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Los días pasaban, y Mildred ya había hablado con Leonardo -su abogado-, y ya tenia fecha para el juicio, y era dentro de tres semanas.
Todo iba bien, las cosas con Abraham habían mejorado un poco, pero no habían hablado sobre lo que paso ese día en el ascensor, aunque él quería volver a besarle. Y estaba en el momento justo, él estaba entrando a la biblioteca, donde ella pasaba las tardes leyendo -porque no encontraba otra forma de des aburrirse-, y mirando el patio, intentando no pensar en nada. Pero no podía porque solo le venía a la mente, la imagen de ella besándose en el ascensor con Abraham, desde que la beso ella no ha podido, dejar de pensar en lo ocurrido, no se lo había dicho a nadie, ni siquiera a Oscar, a veces se tocaba sus labios, a pesar de que hayan pasado semanas, no podía sacar la sensación de sus labios, pero la sensación no era desagradable, sino todo lo contrario.

-Hola. -Dejo de tocarse los labios, cuando escucho a Abraham.

- Hola, -cerró el libro de Danielle Steel,  -¿cómo estás?

-Bien, sabes... tenemos que hablar. -Dijo algo nervioso, no sabia si ella querría hablar sobre lo que paso, pero debía arriesgarse.

-Sobre que.

-Sobre lo que paso en el ascensor, la ultima vez que estuviste en la empresa. -Ella se sonrojo, y eso le pareció adorable de su parte.

-Mmm... la verdad es que no se que decirte. -Se levantó de la silla, y dejó el libro donde estaba anteriormente, él aprovecho para acercarse a ella, al darse vuelta estaba demasiado cerca de él.

-Yo sí, tengo algo que decirte. Me gustaría que se volviera a repetir, quiero volver a besarte Mildred. -Ella levantó su mano derecha e intento tocar su mejilla, pero no pudo porque si lo hacía sentiría que se quemaría, la bajo y la dejo a centímetros del corazón, de Abraham. 

-No puedo, lo siento, -antes de que su mano terminará de bajar, Abraham la puso en su corazón, pudo sentir el pum pum, el calor de la mano de él la quemaba, pero no tanto como antes, ahora podía tolerarlo. De apoco él se iba acercando.

-Mildred...

-Abraham... por favor, -ella término por acercarse, pero no junto sus labios.

-Por favor qué Mildred. -Se miraron fijamente, y ambos a través de la mirada se decían, cuanto deseaban besarse, pero un carraspeo hizo que se separarán y miraran hacia la puerta, y en ella estaban Georgiana y Franco. Mildred se sonrojo y Abraham sólo les sonrió. 

-Hola ¿Interrumpimos algo? -Pregunto Georgiana con una sonrisa, mirando a su amiga.

-No, no interrumpen nada. -Abraham se acercó para saludarlos, mientras ella miraba si había acomodado bien el libro en su lugar para después ir a saludarlos, los chicos fueron al living mientras quelas chicas iban preparar el café, aunque solo era un pretexto, para hablar sobre lo ocurrido antes de que ellos llegaran.

-Mildred se puede saber que es lo que pasa entre tu y Abraham, -le recremino Georgiana, y ella se sonrojo.

-Entre el y yo no pasa nada, y no creo que llegue a pasar algo entre nosotros.

-Pues eso no parecía en la biblioteca.

- Disculpen pero ya esta listo el café. -Las interrumpio Abraham, Georgiana vio a Mildred.

-No, no esta listo el café nos quedanos hablan y nos olvidamos de prender la cafetera.-Camino hacia la cafetera y la prendio.

-Deberiamos salir esta noche los cuatro, -dijo Franco entrando.

-Me parece una buena idea, -Georgiana apoyo la idea de él y miro a Mildred.

-No cuentes conmigo.

Eres Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora