Capítulo 7

216 14 0
                                    

Sonó la alarma y Mildred quiso pararse.

- ¿Qué cree que está haciendo? -Le pregunto Oscar, al verla y ella se sobresalto.

-Oscar, por Dios casi me matas del susto. Solo quiero levantarme e irme a trabajar.

-Claro que no. Recuerde lo que le dijo el doctor, reposo. Usted tiene que hacer reposo ahora, vaya al baño se la va la cara y los dientes, mientras yo voy a buscar el desayuno para usted. -Mildred lo miro con enojo, -no me mire así. Solo me preocupo por su salud. Ya que usted no lo hace.

-Oscar que dices, claro que me preocupo por mi salud.

-Por eso, iba a ir al trabajo. ¿No?

-Oscar por favor. Estuve en hospital todo el tiempo, y no pude hacerme cargo de la empresa. Tengo que volver. Por. Favor.

-No. -Dijo saliendo de la habitación, Mildred maldijo en voz baja, y se fue a lavarse la cara.
Oscar suspiro cuando salió de la habitación de Mildred, ahora si estaba nervioso, evitó a Tisiana desde que llegó, no quería hablar con ella sobre lo que paso, ella lo había buscado en su habitación pero al verlo "dormir" se fue a su habitación, pero él estaba despierto. Inhalo y exhalo, antes de empezar a caminar hacia la cocina, iba cabizbajo caminando lentamente, hasta que se choco con ella. Contuvo la respiración al verla, al igual que ella a él. Se miraron pero la mirada de ella era como si quisiera descubrir algo de él, y él solo la miraba como siempre con amor, el amor que siempre le tuvo desde la secundaria, aunque ella no lo recordaba debido a su accidente, en ese accidente perdió la memoria, solo recordaba algunas como por ejemplo recordaba a Gabriel, a la mayoría de sus familiares, pero a él no. Su mejor amigo, se había olvidado de él. Cuando terminaron el secundario, él se fue al servicio militar, estuvo ahí hasta que decidió dejarlo, después de un tiempo fue contratado por Miriam, ahí fue donde reencontró a su amor de la secundaria, la única persona que había estado en su corazón siempre, a la única persona que no pudo olvidar nunca y jamas lo aria.

-Oscar.

-Tisiana. -Al escuchar su nombre salir de sus labios, lo ponía muy contento a pesar de que ayer la estuvo evitando.  -Yo...

-Fui a buscarte a tu habitación ayer pero estabas dormido. 

-Estaba muy cansado, y es por eso que me acosté temprano. ¿Querías decirme algo?

-Yo...

-Oscar ¿dónde está mi desayuno? -Le pregunto Mildred ya cambiada, miro a ambos con los ojos entrecerrados -. ¿Interrumpi algo? -Ambos se miraron al mismo tiempo sin saber que decir. -No importa, voy a la oficina a buscar la computadora y vuelvo a mi cama. Antes de que me digas algo Oscar, Tisiana lleva ese delicioso desayuno a mi habitación, no sin antes de recalentar el café que esta frío. -Dijo sería y se fue a su oficina, dejándolos a solas otra vez. Ambos hicieron lo que Mildred dijo, Oscar estaba agradecido porque Mildred los haya interrumpido. Tisiana se fue a la cocina, quería preguntarle a Oscar por qué le dio ese beso, ya que nunca lo había hecho y le pareció extraño que lo hiciera. Pensaba que podría tener sentimientos hacia ella, pero descarto esa idea inmediatamente, ya que le parecía absurda su idea, desde que empezó a trabajar en la casa de Miriam, nunca conoció a alguien tan... elegante, buen mozo, tan... tan... lindo como él, pero su corazón le pertenecía a Gabriel, su amor de secundaria, su primer y único amor, y no podía olvidarse de él, aunque era muy pocas veces que lo veía y tenia una esposa, poco a poco se olvidaría de él y lo reemplazará por alguien mas.

Abraham como siempre salió a correr, pero no vio a Mildred y sabía que no la vería, por más que quisiera verla, no podía por qué le dijo que no tenia motivos para quedarse, pero también recordó las palabras que le dijo él a ella.

Eres Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora