Capítulo 16

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Tisiana salio de su escondite, y miro por todos lados y no había rastro de Oscar, suspiro y se limpió las lágrimas, con violencia. Empezó a caminar sin un lugar fijo, ignorando por completo las miradas de los peatones. El sentimiento de culpa, aparecio en su pecho, se instalo ahí causandole un dolor desgarrador, y se lo merecia, ella pensaba que todo lo que estaba pasando y que iba a pasarle se lo merecia, si no le hubiese echo caso a las amenazas, de Ruben nada de eso hubiese pasado, ella estaria feliz junto a Oscar, Miriam estaría viva y feliz porque Mildred, hubiese encontrado el amor con Abraham, pero su miedo pudo más, pudo más de lo que ella esperaba. Había traicionado a todos, ellos confiaban en ella y por creer, que podía salvarlos, los estaba llevando al infierno, pero esta vez los salvaría, no le importaba si perdía la en el intento, sabía que Ruben seria capaz de matarla, pero no le importaba.
Camino hasta llegar a una, cafeteria, allí conocia a una mujer, a quien le había tomado mucho aprecio, y la considera una gran amiga. En los días que no trabajaba, iba a la cafeteria y la visitaba, hasta que el ultimo mes dejo de hacerlo, esos días se los dedicaba a estar con Oscar.
Entro y el olor a café le inundo, sus fosas nasales. Le gustaba el café, y el de ese lugar era exquisito, recorrio la mirada por todo el lugar. El tapiz color rosado, con lineas verticales de color lila, que cubria las paredes, con pequeños dibujos de magadalenas, capuchinos, donas glaseadas, le gustaba el lugar, las mesas cubiertas con manteles de tonos pasteles, de diferentes colores, muchas personas estaban tomando café, los niños tomando chocolatadas junto, con donas rellenas de dulce de leche, recordo las conversaciones que tenía con Oscar, por las noches, solían hablar sobre cuantos hijos les gustaria tener, en un futuro no muy lejano, ella imaginaba tener un niño con sus ojos, y pero que tendría un gran parecido a Oscar.

-¡Hasta que al fin vienes a visitarme! -Explamo Daira. Una mujer muy voluptuosa, ojos grandes de color celestes, naris perfilada, labios pequeños pero gruesos, media 1,65 de altura, llevaba puesto un vestido, pegado al cuerpo pero oculto debajo, de un delantal de cocina.

-Lamento no haber venido antes, estaba algo ocupada -se excuso, con una sonrisa.

La desaparición de Tisiana, había dejado confundido a Oscar, y no solo a él también a Mildred. ¿Qué es lo que sentía realmente? Oscar no podía entenderlo, había pasado la mejor noche de su vida, con la mujer que más amaba y ama; pero ella solo huyo, sin decir y explicar nada. La confunción cego a ambos, estaban parados sin saber que hacer, eran las diez de la mañana, y se debatian internamente ir o no, al parque.
¿Cómo podría Mirian estar viva? Si ella la vio en el cajón, los muertos no podían volver a vivir, era una locura total. Si en caso de que Miriam estuviese viva, cómo podría explicarse, Mildred no entendía nada, estaba tan confundida necesitaba respuesta, a todas las preguntas que se formulaban, dentro de su cabeza cada segundo que pasaba.

-¿Tío qué aremos? -Hablo por primera vez.
Oscar miraba el patio, pensando en todo lo que había pasado.

-No lo sé, estoy igual de confundido que tu o quizas más. -Se dio vuelta para mirarla, -no entiendo porque Tisiana se fue, corriendo de esa manera, no pude alcansarla.

-Eso es raro, ¿dónde quedo tu resistencia?

-En el secundario, ella era la más rápida, de todo el curso. Más rápida que yo.

-¿Secundaria? ¿Se conocian desde la secundaria?

-Sí, eramos amigos. Pero ella tuvo un accidente, y perdio la memoria, se acordaba de todos menos de mi. Pasaron los años, Miriam me contrato, y cuando la vi...

-Sentiste que tu corazón, saldría de tu pecho, en cualquier momento. -Ella miro a trávez de la ventana.

-Sí, Roberto se burlaba de mi. Decía que parecía un quinceañero, enamorado de la chica más linda.

Eres Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora