Eres Mi Salvación

Capítulo 20

Ella se sorprendió, no esperaba que el fuese ordenado y limpio, ya que los hombres tenían, la costumbre de tener todo desordenado, pero al parecer Abraham no era así, le gustaba el orden al parecer. Era evidente que estaba decorado por un hombre, había colores sólidos, en el living, y en el resto de la casa.

-Vamos a cocinar, es casi hora del almuerzo.

-¿Puedo prender la tele?

-Claro que si Ema, ve tele mientras nosotros cocinaremos. -Guió a Mildred a la cocina. -Aremos pasta, con salsa. Pero necesitare ayuda. ¿Sabes cocinar?

-Obvio, Tisiana me ha enseñado a cocinar, todo tipo de cosas.

-Perfecto, entonces no tendré que explicarte nada.

-Es algo fácil de hacer, no es muy elaborado.

-Bien entonces, empecemos.

El saco los ingredientes, para empezar con la salsa. Ambos empezaron hacer sus cosas, pero parecían sincronizados, sabían lo que necesitaban, antes de que se lo pidieran, la niña dejo de prestarle atención a la tele, y empezó a mirarlos con una sonrisa, ambos hacían una hermosa pareja, estaba feliz por su hermano, había encontrado a la mujer perfecta, solo que sin alguno kilos. Pero quitando ese pequeño detalle, para la niña ella era hermosa. Ambos trabajaban en sincronía, sabían lo que necesitaban, del otro.
No entendía porque no estaban juntos, hacían una hermosa pareja, además estaban sincronizados, sabían lo que necesitaban, para que todo saliera bien, aunque ellos no se daban cuenta, estaban tan concentrados en lo que hacían. Cada rose que se daban, una descarga aparecía en sus cuerpos, recorriendolos por completo, y eso les hacia estremecer, ambos querían basarse, pero estaba Ema, y no podían basarse en frente de ella.

Luego de un rato, la comida ya estaba lista para ser servida.

-Ema ve a lavarte las mano, -le dijo su hermano y ella obedeció.

Mientras Mildred ponía los cubiertos en la mesa, y el servía la comida.
Su hermana volvió, con las manos limpias y se sentó en la mesa junto a ellos.

-Esto está muy rico, -dijo Ema tragando su primer bocado.

-Me alegro que te guste, Ema-. Ella le sonrio a Mildred.

-¿Saben una cosa? -Ambos miraron a la niña, -cocinaron sincronizados, ambos sabían lo que necesitaban. Pienso que hacen una linda pareja, y un buen equipo. -Ambos miraron a la niña pero no dijeron nada, y siguieron comiendo.

Luego de que terminaron, de comer lavaron los trastos. Y ayudaron a la niña con su tarea, mientras veían una película de comedia.
Sonó el celular de Abraham, y fue a atenderlo, sin mirar quien era.

-Hola.

-Abraham... Tienes que venir, al hospital.... Es Alex. -La voz de su amiga, se quebró al nombrar al pequeño.

-¿Qué le paso?

-Leído un ataque de asma, ven rápido por favor. -Pía empezó a llorar, a el no le gustaba escuchar a las personas llorar, y manos a las mujeres.

-Ahora voy, -colgó y miro a su hermana y a Mildred. No podía llevarlas, menos a Ema, a ella no les gustaban los hospitales. -Tengo que salir, Mildred ¿podrías cuidar de Ema mientras estoy fuera?

-Esta bien, no hay problema. -Dijo ella concentrada en la película, el sonrio agarro su saco, le dio un beso a Ema, cuando iba a darle un beso a Mildred, ella giro su cabeza, quedando a centímetros de distancia, el aprovecho y le dio un casto beso, y salio de su casa.

Ella sabia que la saludaria, dándole un beso en la mejilla, fue por eso que giro su cabeza, sabia que él la besaria, podía sentir el también quería besarla. Esa simple y casto beso, hizo que su corazón empezara, latir otra vez y con más fuerza de lo habitual. Sonrio y siguió viendo la película, pero antes miro a la niña, que la veía con una sonrisa.