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— Hola. — susurró apenas vio a Emanuel.

— Pasá. — dijo ignorando el saludo del otro, haciéndose a un lado para que este pase.

El silencio que abundaba ese momento era tan poco agradable que ni siquiera daban ganas de opinar.

Alexis tenía la mirada perdida. Ahora que tenía la oportunidad de poder arreglar las cosas no sabía que decir, ni que preguntar. Algo que por lo menos calme la situación. Lo único en lo que no dejaba de pensar era en todo lo que Klave le había dicho. La culpa lo hacía sentirse horrible.

— Ema— su tono de voz era calmado, como casi siempre que estaban juntos. Frijo lo miró esperando a que siguiera hablando.— ¿Qué pasó con Axel?— intentó no parecer muy desesperado por una respuesta.

El menor se removió algo incómodo en su asiento. No esperaba tener que hablar de eso, de todas formas no había pasado nada fuera de lo normal.

— Nada— sonrió de lado.— le partí la boca nomas.— para Midel fue imposible no carcajear, nada sarcástico, solo le causaba gracia ya que Klave le había dicho lo mismo.— No quisimos que pase algo más. Así que solo chapamos.— estaba nervioso, se le notaba. Era demasiado tierno cuando estaba así.

— ¿Y te hubiese gustado coger con él?— preguntó. Ahora era Midel el que hacía las preguntas difíciles.

Emanuel suspiró.

— No sé.— fue lo único que sintió correcto para contestar. Pasó una mano por su rostro con frustración.— Puede ser que si, que sé yo.— bajó su mirada al suelo.— Pasa que es distinto. O sea, no siento lo mismo por él que por vos.— Alexis no entendía muy bien a lo que se refería.— Él me parece lindo, pero vos me gustas.— confesó sonriendo algo forzado.