4 2 0🍀

0 2 2

0 2 2

• • •

— Ah, mira vos.— dijo Emanuel, el sarcasmo en su voz se notaba a distancia.— Yo no.

— ¿Vos no qué?

— No te extrañé.— el orgullo de Alexis al oír eso, ya no existía. Triste realidad.

— ¿Estas intentando juntar la dignidad que perdiste cuando te me declaraste?— quizá no se había dado cuenta de la forma en que dijo eso. Pero consiguió que Frijo quisiera discutir.

La verdad, que Midel, estaba pasando los límites. Pero en ese momento no pensaba en las cosas que decía, tan solo dejaba que las palabras fluyeran, sin pensar en las consecuencias de esto.

— A ver gil. — el menor se levantó del sillón para poder verlo mejor.— Tengo dignidad, mucha,— aclaró con una sonrisa falsa.— y si la perdiera no sería por confesarte algo justo a vos.— terminó de explicarle.

— Que tarado.— dijo Alexis riéndose ignorando todo lo que Emanuel había dicho, sabía que odiaba que le hicieran eso.— ¿Por qué no te me declaraste antes? Por ahí te daba bola, quien sabe.— sus ganas de hacerlo enojar también eran muy notables.

— ¿Para qué? Si me gustes o no tampoco te va a importar.— respondió. El otro solo se quedó asimilando la respuesta. Lo que Frijo había dicho no era cierto, estaba muy equivocado.

— Nada que ver, yo nunca dije que no me importaba lo que sentías.— su tono de voz cambio de molesto a tierno. Y todo lo que el estaba diciendo ahora, si era verdad.