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Sí el tiempo se detuviese alguna vez en la vida, sería en este instante... Nada se movía, no había ruido, apenas escuchaba mi corazón latir, me sentía más muerta que viva. La sangre entre mis manos estaba empezando a enfriarse, y yo no podía moverme para ayudarla.

- __-___.... – susurró desde inframundo. Mi vista se movió poco a poco hasta mi mejor amiga en el suelo, caí de rodillas a su lado. – Ayu....Dame.... –mi boca se entre abrió, no salía nada... Ni siquiera respiraba.

- ¡¡Brittany!! – Luke gritó en un rincón, siendo callado por uno de los agresores que nos contenían, golpeándolo en la cara, haciendo que la nariz del castaño empezase a sangrar.

- Cierra la maldita boca... –lo pateó una vez en el suelo.

- ¿Por qué no sois como ella?... –me agarraron del pelo con fuerza jalándome hasta un rincón. Gemí llenándome de lágrimas. – ¿Saben qué?... –me miró de arriba abajo.- Voy a divertirme un rato...- su fría mirada penetró la mía, un terrible sentimiento se posó en mi estomago

- ¿H-Huh?... – jadeé parpadeando unas veces.

- Yo me quedo con la pelirroja... -gruñó el que tenía un pasamontañas y una AK 47. La pelirroja miró asustada, sus ojos verdes se perdían entre el miedo y el pánico.

- Como sea... -volvió a agarrarme del cabello arrastrándome fuera de la habitación, no vi mucho, cerré mis ojos con fuerza por el dolor, cuando los abrí, estaba en otras cuatro paredes grises y deterioradas. – Joder, que asco de sitio... - puso una mano en su cintura mirando con rabia su alrededor. Yo le miraba expectante, hundida en miedo, solo deseaba que todo acabase.

- P-Por favor, no... -mascullé empezando a llorar, su atención terminó en mí.

- Deja de llorar.... –se lanzó sobre mí tirando a un lado su cigarrillo. Gemí, tomó mis manos poniéndolas a cada lado de mi cabeza, nuestras respiraciones se mezclaron, el olor a tabaco era fuerte, fruncí el ceño por eso. –Sólo me dan más ganas de metértela... -abrí los ojos, empecé a forcejear, ¿será el miedo acumulado? ¿será la rabia de que asesinaron a mi mejor amiga? ¿O por que será mi primera vez?....

- ¡¡N-No Por favor!!.. –chillé ante su confusa y fría mirada.

- ¿Qué?... ¿Eres virgen?... –le miré y supo que atinó. -Bueno.... Eres una cría... -sostuvo mis dos muñecas con una mano, y empezó a deslizar su mano libre por mi cuerpo. – Sin estrenar... .-ladeó su cabeza interesado, mientras su mano se detuvo en mi intimidad, me tensé y volví a forcejar un poco.

- Tch... Ya quédate quieta...-quitó su cinturón y ató mis manos con este, apretándolas lo suficiente como para sentir que la sangre dejaba de circular. Sin perder tiempo bajó mi pantalón y mis bragas, se metió entre mis piernas deteniéndose a observar mi intimidad. Miré a otro lado a punto de llorar. Quitó mi camiseta y observó con desdén el corpiño, sin mucho esfuerzo lo arrancó de mi cuerpo, gemí por el rudo roce.

- Déjame escuchar eso de nuevo... -se acercó rozando sus labios en mi seno derecho, mordí mi labio nerviosa. Se llevó a la boca mi pecho, fruncí los labios ahogando un gemido, su lengua torturó el erizado botón hasta su saciedad. Sus labios bajaron por mis costillas derechas, dejando un chupón y una mordida ansiosa, gemí de dolor con esta última.

Sacó su miembro, le miré ahogada en miedo, me lanzó una mirada, como diciendo prepárate. Respiré hondo antes de que me penetrara en una sola embestida.

- ¡¡Joder!! –exclamé por el dolor, tiré mi cabeza hacia atrás dejando escapar una lagrimas.

- Mierda... -empezó a moverse, aumentando las punzadas que me taladraban viva.

- ¡¡Para, por favor!! – chillé entre el llanto.-¡¡Duele demasiado!! –él sólo me dedico una mirada cansina.

- Si solo vas a decir eso... Mejor cállate...-se posicionó y empezó a embestir con fuerza, todo en mí se sacudía, mi voz se entrecortaba, mi garganta me mataba, había gritado demasiado antes como para seguir haciéndolo. – Tch... No ha entrado todo.. –masculló, apenas logré escucharle, le miré aterrada... Dio unas dos estocadas cortas pero rudas, intentando meter lo que faltaba. Cerré mis ojos con fuerza.

- ¡¡Ah!! ¡¡Joder, Para!! –grité una vez más, me miró con rabia antes de darme una bofetada.

- Te dije que te callaras... -me tomó de la barbilla groseramente, sin dejar de mover sus caderas, su agarre se detuvo en mi cuello, ahorcándome lo suficientemente fuerte como para evitar que mi voz salga.

- Ahg.... Maldición... -se dedicó a embestirme cada vez más rápido, tiré mi cabeza hacia atrás comenzando a .... ¿Estimularme? Iba a correrme... Mordí mi labio cruzando miradas con él, este me soltó, dándome medía vuelta y colocándome en cuatro, agarró mi cabello pegándome contra su cuerpo.

- Tienes cara de que te empezó a gustar...-susurró en mi oído antes de introducirlo nuevamente con una embestida, respondí con un sonoro gemido.- Uhh... -soltó mi cabello y me apoyé en mis codos nuevamente, el rudo vaivén empezó de nuevo. – Mira lo mojada que te pusiste...-comentó. – Y eso que no querías.... –siguió embistiendo al ritmo de mis gritos. - ¿Vas a acabar?... –jadeé asintiendo. – Responde... -me nalgueó.

- ¡¡Ah!! ¡¡S-Si ... M-Me vengo!!...- soltó un jadeo placentero ante mis gritos. – Di que te gusta... -se inclinó en mi espalda dejando una mordida en mi hombro, chillé ante esto antes de responder. – ¡¡S-Si me gusta!!... ¡¡Ah!!... –el espasmo recorrió mi cuerpo quitándome las pocas fuerzas que me quedaban. Él azabache se detuvo repentinamente. - ¿Te dije que te corrieras?... –me levantó la mano una vez más, la nalgada resonó en toda la habitación, chillé por ello, mordiendo mi labio, esa dolió demasiado.

- Tch... -chasqueó su lengua antes de salir de mi y poner su envergadura en la otra entrada, pero cuando reaccioné era muy tarde, empezó a penetrarme con dificultad. – Joder.... –gimió con placer. – El anal es lo mejor... -metió más de la mitad, abrí mi boca, reprimiendo un grito de sufrimiento, esto es aún más doloroso...Sentí su mirada sobre mí mientras soltaba lagrimas.

- Ahora te aguantas... -empezó a moverse como si no fuera la gran cosa, yo me moría ahí mismo, rasgué el suelo, soltando quejidos entrecortados. Sus embestidas aumentaron... - J-Joder... Voy a correrme... -se hincó sobre mi entrando lo más que podía para luego soltar sus fluidos calientes dentro.

-A-Ahg.... –lloré adolorida, salió de mi, levantándose para abrochar su pantalón y  arreglar su ropa, caí de lado acurrucándome. Pude ver la sangre en mis tobillos y suelo. Cerré mis ojos dejando el llanto a cargo de mi.

-Oye Rivai... -entró uno de los secuestradores observando la escena. – ¡Maldita sea! ¡La destrozaste!... –exclamó al verme, miré la nada apenas si reaccioné.

- ¿Qué quieres?... –demandó el de baja estatura.

- Ya llegó el comprador.. ¿Vas a entregarla así?. – hubo un corto silencio.

- No, no la entregaré... Me quedó con ella..-mis ojos se abrieron de par en par, miré al desgraciado, el cual me miraba con una muy pequeña sonrisa lasciva, solté el aire de mis pulmones.

- Como quieras... -cerró la puerta retirándose.

- Si, como escuchaste... -se acercó a mí, se arrodilló en una pierna y me tomó de la barbilla lo suficientemente fuerte como para levantarme hasta su rostro. –Eres sólo mía... -declaró, sin necesidad de escuchar algo de mí, me soltó y se fue de la habitación. Tapé mi cara con mis manos...

Estoy jodida.... 

Levi Ackerman x Reader // Dolorosamente //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora