2 y 4

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2 Meses.

Miré mi vientre levemente abultado con las mejillas infladas.

- ¿Qué pasa que tienes esa cara? –Rivai me abrazó por la espalda mirándome a los ojos por el espejo de cuerpo completo en mi habitación.

- Que me voy a inflar horrible. –este ahogó una suave risita hundiéndose en mi cabello. - ¿De qué te ríes? – fruncí el ceño y él solo negó con la cabeza frunciendo sus labios.

- De nada, yo creo que te verás linda. –ladeó su rostro acariciando mi vientre con su mano levemente cálida.

- ¿En qué sentido? ¿En qué pareceré un dango o linda de cara y ya? –este cerró los ojos besando mi hombro.

- No pelearé contigo, te vuelves más agresiva que yo. –me soltó y lo miré con el ceño fruncido que poco a poco se volvió a una mirada suplicante. - ¿Qué pasa? –agarré sus manos y me rodeé con ellas obligándolo a abrazarme nuevamente.

- Dame amor. –este sonrió levemente apretándome suavemente contra él.

- Tonta bipolar. –recargué mi cabeza en su hombro.

- Enano gruñón. –disfruté con una sonrisa atontada esa confianza que construimos.

- No nos vamos a quedar aquí parados como imbéciles ¿Verdad? –me reí suavemente, me tomó de la mano. – Vamos al sofá. –asentí siguiéndolo.

4 Meses.

Rivai depositó un sonoro beso en mi mano ante mi enojo.

- Es horrible. – me recosté del espaldar de la cama mirando con el ceño fruncido la ahora panza.

- No está tan mal... -lo miré frunciendo el ceño. – Solo digo... -tomó mi mano entrelazando sus dedos con los míos. Solté un suspiro y él besó mi mejilla. - ¿Cuántos meses van? –masculló hundiendo su nariz en mi cuello haciéndome cosquillas.

- Cuatro... –respondí entre risitas y este se separó.

- ¿Cuatro? –me miró con el ceño levemente fruncido. - ¿Tu quieres que yo espere 5 meses más sin hacértelo? –me reí suavemente dejando mi cabello cubrir mi rostro. – Tch. –pegó su frente suavemente en la panza. – Déjame disfrutar de tu madre, mocoso. –mordí mi labio aguantando reír.

- Qué... Tierno.... Eres... -me miró enarcando una ceja.

- ¿Tú crees que le moleste si hago algo? –lo miré perpleja.

- Ni se te ocurra. –este sonrió levemente depositando un beso en mi frente.

- Es mucho tiempo para mi... -sonreí atontada.

- Tú no eres el que lleva la panza...

Levi Ackerman x Reader // Dolorosamente //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora