////

1.3K 86 57
                                    

Apenas pasó una semana y ya sentí los cólicos del embarazo.

Respiré hondo ahogándome las ganas de vomitar, agradezco que Rivai haya ido a trabajar hoy, avisó que llegaría algo tarde pero me moriré viva si llega y me encuentra vomitando hasta mi alma.

Cepillé mi boca una vez más, se supone que estos síntomas no duran más allá de dos semanas, pero dime tu como oculto esto de él, en algún momento de mi ya condenada existencia se dará cuenta.

Oí la puerta de entrada y de inmediato dejé caer el cepillo de mis manos, lavé mi boca con agua y correteé hasta la puerta de mi cuarto secando mi boca con la manga de mi sweater, salí a ver al azabache que dejaba su cazadora en el perchero a su lado.

- ¿Estás bien? -me miró curioso, mierda.

- ¿Sí? -miré a otro lado. - ¿Por qué no lo estaría? -este enarcó una ceja.

- ¿Qué me ocultas?  -se acercó a paso lento a mi.

- N-Nada ¿Q-Qué podría ocultar Rivai? -sonreí nerviosa, me acorraló contra la pared sutilmente.

- Sí me ocultas algo... -miró mis ojos fijamente. - Sabré que es... -agarró mi mandíbula moderadamente obligándome a mirarlo. - Aunque no quieras decírmelo. -me soltó y abrió la puerta de su cuarto, miré mis pies muriéndome viva. Jadeé cuando vi que dejó la sala, ¿Qué puedo hacer al respecto? Un aborto es impensable, podría matarme yo misma. 

Me recosté de la pared mirando el techo desesperada.

- Oye, dímelo. -me sobresaltó mirándome con su camisa negra a medio abotonar, miré a otro lado mordiendo mi labio demasiado nerviosa.

- N-No puedo. -ese frunció el ceño.

- Prometo no matar a nadie. -lo miré, si no me matas a mi primero. Mi mirada causó una leve mueca en él. 

- Dímelo _tn. -se acercó a paso lento colocándose frente a mi mientras terminaba de desabrochar su camisa. 

- ¿No vas a enojarte? -este frunció levemente el ceño. 

- _tn... -reclamó algo más serio.

- P-Prométemelo. -este me miraba muy serio ya.

- Dímelo de una maldita vez. -jadeé mirando a otro lado dudando entre la vida o la muerte.

- Estoy..... Embarazada. -su mirada se hallaba petrificada fríamente sobre la mía. Solo jadeó sutilmente antes de golpearme contra la pared con fuerza, gemí adolorida colocando mis manos en mi pecho asustada ante su fúrica reacción.

- ¿¡Qué te había dicho!? -golpeó la pared con fuerza, mordí mi labio bajando la mirada.

- ¡L-Lo siento! -mi voz se cortó, ''¿Tendré el mismo paradero que la anterior? '' Cerré ojos con fuerza dejando escapar unas pequeñas lagrimas por mis mejillas, pero al no sentir nada abrí los ojos topándome con su mirada perdida, sus ojos poco a poco se posaron sobre los míos pensativos. Cerré mis ojos de nuevo dejando escapar unas lagrimas de miedo, pero sentí  su cabeza descansar en mi hombro mientras soltaba un largo suspiro.

- ¿Que haré contigo?... -masculló débilmente a lo que mis manos se movieron solas hasta sus brazos, rodeándolo lentamente hasta lograr abrazarlo, era lo único que necesitaba de él, su calor, Rivai correspondió, débilmente pero luego de unos pocos segundos sentí como me envolvió con fuerza en sus brazos. - ¿Como criáremos al mocoso? -sonreí levemente escondiéndome en su cuello. - ¿Qué crees que piense de mi? .... -me tensé un poco jadeando.

- Qué eres responsable por criarlo. -este no dijo más nada y me abrazó nuevamente.

- ¿Olvidaste tomar la pastilla? -fruncí los labios asintiendo suavemente. - Y mira que te lo dije, tonta... -me aferré a su ropa.

- P-Perdón. -susurré y este suspiró suavemente separándose para mirarme a los ojos. 

- Estoy cansado, mañana hablaremos del tema. -asentí mordiendo mi labio. 

- Te guardé la cena... -me agradeció entrando a su cuarto nuevamente para ducharse e irse a comer en silencio, estaba pensativo y me incomodaba un poco, me senté en el sofá mirando mis manos nerviosa hasta que se preparó para dormir.

- Vente. -me llamó algo más calmo, mordí mi labio caminando hasta su habitación. - ¿Qué esperas? Acuéstate. -hice caso acomodándome en la cama para luego ver como él se acostó y me rodeó con su brazo apretándome contra su cuerpo. - No voy a hacerte daño... -cerró sus ojos escondiendo su rostro entre mi cabello. - Lamento haber reaccionado así. -cerré mis ojos acomodándome en su pecho. 

- No importa... -me aferré a su camisa. - Lamento no haber tomado la pastilla. -este suspiró levemente.

- Durmamos. -hice caso quedándome dormida en segundos.

Levi Ackerman x Reader // Dolorosamente //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora