End 3/?

1K 76 24
                                    


Me desperté por un ruido raro, aún seguíamos en la misma posición pero hice una mueca por el exceso de luz natural que había en la habitación, ya amaneció. Intenté moverme pero Erwin pesa bastante, hasta que miré a Hanji con su móvil apuntándonos.

- Esto es oro nena. –abrí los ojos mirándola fijamente.

- ¡H-Hanji!... -chillé haciendo que el rubio se despierte quitando su brazo de encima de mí para mirar con el ceño fruncido a la castaña que guardaba su teléfono.

- Eso pal' enano. –guiñó uno de sus ojos antes de salir corriendo de la habitación. Erwin solo restregó su cara soltando un sonido ronco mañanero, lo miré de reojo para luego posar mi mirada en Dylan que soltó un pequeño gemido, me levanté de inmediato para acostarme a su lado este abrió sus ojitos negros y me miró.

- Mhmg... ¿Mami? –sonreí retirando el cabello de su rostro adormilado.

- Sigue durmiendo mi vida... -le hice cariñitos en las mejillas o en su cabello hasta que volvió a dormirse. Volteé a mirar a Erwin que se quitaba su suéter quedando su torso desnudo, me miró de reojo y yo solo volví mi vista a mi hijo, el cual se movió un poco acurrucándose más hacia mí buscando calor, lo cubrí con las sabanas y besé su frente antes de levantarme.

- Vamos a ducharnos. –fruncí el ceño.

- Ahora sí púdrete. –este rió suavemente entrando al baño. Suspiré sentándome a mirar la nada, solo son horas, solamente horas...

Pues pasaban demasiado lento para mi ansiedad. Daba vueltas y vueltas en la habitación, miraba TV o simplemente me acostaba con Dylan a jugar cualquier cosa.

- _tn, por favor... -Hanji se levantó. - ¿Sabes? Salgamos nosotras dos y volvamos cuando tu enano esté aquí o juro que me volveré loca si te sigo viendo dar vueltas. –la miré inocente.

- P-Perdón... -Erwin rió suavemente con una laptop en sus piernas. Miré a Dylan. - ¿Quieres salir cariño? –este negó con la cabeza.

- No. –respondió cortante mientras jugaba con dos muñecos, enarqué una ceja.

- Vale, como digas también te quiero... -me levanté para caminar tras Hanji.

Realmente funcionó las horas pasaron volando y apenas nos dimos cuenta.

Hanji se recostó del espaldar de una silla en una cafetería no tan cercana pero de un muy buen aspecto cálido, terminé de comer un pequeño bizcocho relleno de crema con una taza de café al lado.

- Oye _tn, ya tu enano está en el hotel. –la miré pegando un leve salto, agarré mi abrigo y me levanté de inmediato.

- ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! –repetí dando saltitos emocionados. Esta se levantó mirándome raro.

- Ya cálmate mujer, deja las hormonas a un lado. –me cacheteó suavemente y solo inflé mis mejillas levemente sonrojada para tomarla de la mano y jalarla de vuelta al hotel.

Logramos llegar en unos 18 minutos, corrí hasta la puerta de la habitación mordiendo mi labio por la lentitud de Hanji, que abrió la puerta a su ritmo.

Y lo vi

Levi Ackerman x Reader // Dolorosamente //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora