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Estoy completamente perdida....

Ahora sí estoy segura....

Lo amo...

Me tiró en la cama de mi habitación entre besos desesperados, sus manos se metieron por debajo de mi toalla para quitarlo y tirarlo lejos. Mordió juguetonamente mis labios, luego mi mejilla, mi cuello y se detuvo en mi clavícula, aspirando profundamente antes de empezar a jugar con mi senos, gemí aferrándome a su cabello.

- R-Rivai... -sus ojos grises se detuvieron en los míos, para luego dejar un suave mordisco jalando el erizado pezón. - ¡A-Anmhg!.... -rasguñé suavemente sus brazos y este me miró jadeando ansioso para posar un dulce beso en mis labios. - R-Rivai.... -le llamé, él respondió con un sonido gutural mientras desabrochaba su pantalón. - Y.... si... ¿Jugamos algo? -este alzó la mirada curioso.

- ¿Qué quieres jugar? -preguntó recargándose en sus brazos para mirar directamente a mi rostro sonrojado. 

- Mmm.... -mis ojos brillaron, y mordí mi labio juguetona ante mi idea. - Quédate aquí. -puse mis manos en su pecho girándolo para acostarlo en la cama, este me miró por unos segundos antes de asentir. 

Me levanté y rebusqué en un cajón dos sedosas cintas, ambas de color negro. Volví con el azabache.

- No puedes ver... -recalqué alzando una cinta. - Tampoco moverte.... -alcé la otra, Rivai enarcó una ceja. 

- ¿Desde cuando soy el sumiso? -reí suavemente colocándome sobre su entrepierna.  

- Desde ahora. Ven. -este se sentó quedando cara a cara conmigo, coloqué la cinta en sus ojos y luego observé su rostro detenidamente, jo-der que sexy se ve. Rocé mis labios con los suyos y sus manos se detuvieron en mis caderas. - No, no, no... -tomé sus manos apartándolas.

- Agh, no me jodas... -me reí suavemente.

- No puedes tocar... -recalqué, él solo respondió con su típico ''Tsk'' -pasé sus manos atrás de su espalda y las amarré lo suficientemente fuerte como para que no se suelte. - Ummgh, a ver que tan rápido te corres... -él mordió su labio levemente a lo que me revolví ansiosa joder que sexy se ve... Empecé desabrochando su camisa, botón, por botón hasta abrirla y dejar ver su abdomen formado, deslicé mi mano por este y acerqué mis labios a su pecho donde dejé suaves besos sonoros que bajaron hasta su vientre, terminé de quitar su pantalón, desabroché el botón y bajé el cierre para luego retirar la prenda con ayuda de sus caderas, que las levantó levemente. - Ummm... -observé la erección detenidamente. - Ya vuelvo... -me levanté y salí de la habitación rápidamente. Abrí la nevera y saqué un cubito de hielo, volví y cerré la puerta haciendo que él mueva su cabeza un poco. - A ver... -me senté nuevamente sobre él y acerqué el hielo a sus labios en donde los rocé suavemente esperando su reacción, solo se tensó un poco.

- ¿Hielo?.... -sonrió levemente mientras yo mordí mi labio ansiosa y me acomodé para deslizarlo por su pecho. - Nhg... -ahogó un pequeño gemido y sonreí traviesa. Lo deslicé lentamente hasta sus abdominales en donde me deleité ante las pequeñas gotas de agua que deslizaron por estos. - Hahg... -jadeó y su espalda se arqueaba levemente cuando empecé a rozar su vientre. Mordí mi labio y volví a su pecho donde rodeé los pezones con el pequeño pedazo de hielo. - Mngh... -miré su rostro, sus pálidas mejillas eran rosadas sonreí y me acerqué a su rostro para morder juguetonamente sus labios entreabiertos.  - Ahg... Joder... -sonreí levemente cambiando el hielo por mi boca, deslicé mis labios por su cuello para luego morder juguetonamente. - A-Ah... -cerré mis ojos, dios mio, sus gemidos son perfectos, moví mis caderas de lado a lado ansiosa. Lamí desde su clavícula hasta su oreja donde jadeé antes de morder el lóbulo lentamente. - Mhgm... -se revolvió buscando usar sus manos pero, oí otro ''Tsk'' por ello, reí coqueta y bajé mis besos por su pecho, lamí el frío camino del agua en sus abdominales y luego acaricié su vientre para mirar su rostro, su boca estaba entreabierta  y sus mejillas aún más rojas, jadeaba pesadamente, sonreí mordiendo mi labio.

- ¿Que quieres que haga? -acaricié su erección.

- Por dios, métete esa mierda en la boca y chúpamela, mujer... -me reí atontada y le hice el favor, bajé el bóxer y masajeé su tibio miembro lentamente, mientras disfrutaba su pesada respiración. - Ya me estaba doliendo... -confesó a lo que sonreí levemente acercando mis labios. 

- Ya, ya... -lo metí en mi boca chupando levemente, él tiró su cabeza hacia atrás y comencé a succionar con más fuerza. 

-  A-Ahgh.... -se escapó un gemido de sus labios, oírlo así es como escuchar el cielo cantar. - Hahhg... -se revolvió buscando soltarse pero fue en vano. 

- Quieto lobo... -volví a meterlo intentando llegar más abajo, acaricié sus bolas sosteniéndolas en mis manos.

- Ohh, mierda... -gruñó y sus caderas empezaron a moverse solas, mordí mi labio y empecé a lamer los alrededores para luego enfocarme en lamer la glande detenidamente. - No, no... Mhg...-arqueé una ceja.

- ¿Que pasa? -este jadeó con su cara rojiza.

- Métetela en la boca... -sonreí atontada deslizando la punta entre mis labios. 

- ¿Por qué? -este frunció sus labios mientras yo solo metí la punta en mi boca enrollándola con la lengua. 

- Amhg... Joder, estoy por venirme... Por favor... -sonreí ante su súplica, pero lo solté y me puse sobre él, este se tensó levemente. - ¿Enserio lo harás mientras estoy así? -me reí levemente y posicioné su pene en mi entrada para luego dejarme caer lentamente.

- A-Ahg... -salió de mis labios, él solo frunció los suyos respirando más fuerte.

- Que mojada estás... -puse mi mano en su boca.

- N-No digas esas cosas... -lo solté.

- Pero me gusta por que te aprietas cada vez que lo hago... -mi rostro se calentó demasiado.

- P-Pervertido... -gemí, coloqué mis manos en su pecho comenzando a moverme lentamente.

- Mhg... Ah... -sus jadeos se intensificaron. - L-Levanta más tu culo... -mordí mi labio obedeciendo. - Ahh... joder... -cerré mis ojos disfrutando sus gemidos roncos. - Sueltame... -pidió en voz baja, jadeé antes de obedecer, él se sentó y pasé mis manos detrás de él soltando el amarre torpemente. Quitó la cinta de sus ojos de inmediato para mirarme y cogerme de las caderas tirándome en la cama para rodearme con sus brazos y juntar nuestros labios apasionadamente comenzando a mover sus caderas de manera ansiosa.

- ¡A-Ah! Rivai... -se separó colocándose recto para embestirme sin dejar de mirarme a los ojos. - ¡Ah por dios! -el espaldar de la cama se golpeaba contra la pared al ritmo de sus caderas, tiré mi cabeza hacia atrás ahogando mis gritos. 

- Ohh... -se recargó de sus brazos cerrando sus ojos mientras sus movimientos se volvían descoordinados. - J-Joder... -me miró y yo a él. Deslicé mi mano por su mejilla acercando su rostro al mío y uniéndonos en un torpe beso.

Ambos ahogamos los gemidos del orgasmo en los labios del otro. 

Se separó y me miró detenidamente para luego acostarse a mi lado apretándome contra él, me acomodé jadeante, si él no dijo nada, dudo que quiera que yo diga algo... Cerré mis ojos soltando un leve suspiro para sentir como me quedaba poco a poco dormida.


Levi Ackerman x Reader // Dolorosamente //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora