La estúpida escuela había terminado, tome mis cosas que se encontraban esparcidas por el suelo del sótano, puse un cigarrillo encendido entre mis dientes y me disponía a salir de la sala cuando me tope al delegado al abrir la puerta.
Sus ojos mostraban enfado y solo para molestarlo más solté una gran nube de tabaco en su rostro, él la disipo agitando su mano frente a su cara.
- Fuera de mi camino Rubia.- repuse lanzándole el documento por el que sin duda había venido a molestarme y apartándolo del paso
-Púdrete idiota.- Escuche como se despedía dulcemente a mis espaldas
Camine hacia la salida en donde se encontraba mi enorme amigo parado, al parecer la tabla le estaba entregando algo, después de ver lo escena por unos segundos pude saber que aquel "algo" era la querida libreta de Lysandro. Él le dedico una sonrisa y ella se sonrojo hasta las orejas también sonriendo.
-¿Pero qué es esto?- pregunte en tono burlón interrumpiendo aquella escena.- ¿Acaso la tablita esta sonrojada?
Alejandra me lanzo una mirada asesina acompañada de un comentario sarcástico con respecto a mi cabello y se fue, despidiéndose de Lysandro.
-Al parecer la tabla está detrás de ti.- le di un codazo amistoso haciendo que se desestabilizara un poco.
-Castiel ya te dije que no llames a la señorita Alejandra de esa manera.- Me reprochó Lysandro, casi maternalmente.- Además eso no es verdad, solo somos amigos.
-Como digas.
-Por cierto ¿Dónde has estado toda la mañana? No te vi en ninguna clase.
-Haciendo algunas cosas más importantes que las clases.- me recargue en la pared junto a Lysandro.- Y tú ¿a quién demonios esperas?- pregunte notando el interés con el que miraba a su alrededor.
-Esto...-el peliblanco se acomodó nerviosamente el saco.
-Como sea.- decidí cambiar pronto el tema de conversación puesto que mi amigo no parecía querer responder mi pregunta.- hay que salir a algún lugar esta tarde, tengo nuevas ideas para la melodía de la canción que me mostraste, con esto de una vez podríamos lanzarnos a la fama.
-Hoy no puedo.-confeso Lysandro apenado.- qué tal si lo dejamos para otra ocasión.
-¿Quién es ella?- pregunte inquisitivamente mirándolo a los ojos.
-¿Ella?
-Es claro que hay una ella, definitivamente estas saliendo con alguien, de otra manera no habrias rechazado mi invitación.-el peliblanco desvió la mirada, al parecer había dado justo en el clavo.- ¿Cómo es?
-Bueno, tiene unos hermosos ojos azules, es tan inocente y tierno.- Lysadro estaba haciendo una cara de idiota que me daba un poco de asco, definitivamente estaba embelesado con esa mujer.- es como un pequeño animal.
-¿Es plana?
-¡Castiel!- un pequeño rubor apareció en la cara Lysandro.
-Ok, me calmo.- respondí riéndome un poco, era divertido molestar a Lysandro.
-¡Lysandro!- una voz a lo lejos interrumpió nuestra conversación, ambos giramos nuestra cabeza para averiguar de quien procedía esa voz.
Un muchacho de ojos azules, corría hacia nuestra dirección, su gran parecido a Alexy lo delato, él era Armin el gemelo del peliazul.
-Perdón por hacer que esperaras tanto, pero el profesor me castigó por sacar mi consola en clases.- Armin jadeaba, parecía haber corrido desde el salón hasta la salida.
-No te preocupes no espere tanto.- La voz de Lysandro sonaba inesperadamente dulce y ahí en su rostro estaban otra vez esos ojos de idiota enamorado.
-Así que "ella" es un "él".- reflexione en voz alta, ganándome una mirada de desconcierto por parte de Armin.- bueno tengo que admitir que es lindo
-¿Lindo?- pregunto Armin sin conocimiento de la conversación anterior de la conversación anterior
Lysandro tomo a Armin de la muñeca y pego sus labios a su oído susurrando algo que hizo que el chico de ojos azules se sonrojara. Indudablemente este chico era víctima de los fetiches sádicos de Lysandro. Después de unos cuantos segundos el peliblanco se apartó y Armin asintió.
-Nos vamos.- A nuncio Lysandro abrazando por los hombros al más bajo y dedicándome una mirada que se podría interpretar como un "vuelves a mirarme y te golpeare"
Di un largo suspiro mientras los veía alejarse, Lysandro suele ser muy celoso con la persona que le gusta y conociéndolo si supiera que estoy interesado en el gemelo de su amante, seguro me saca los ojos, ¿Por qué? Porque son idénticos.
-Aunque no soy el más indicado para decir nada sobre el mal hábito de querer monopolizar a la persona amada.- reflexione dirigiéndome al patio.
Decidí tontear por la escuela un rato ya que no tenía nada mejor que hacer, puesto que mi mejor amigo me había rechazado. Que Lysandro este enamorado siempre es un dolor de trasero.
Redirigí mi trayectoria hacia el club de jardinería allí era más tranquilo que estar en el patio, entre y todo parecía normal y solitario, me senté en la banca más cercana recostándome un poco y echando la cabeza hacia atrás. Para mi sorpresa detrás de unos arbustos se encontraba alguien recostado, parecía dormir.
Su cabello azul se encontraba lleno de pequeñas hojas y basura de árbol, su pecho bajaba y subia pacíficamente, no tuve que mirar dos veces para saber que ese alguien era Alexy.
Me incorpore rápidamente y me acerque a él, toque su rostro con mucha delicadeza, pase mi pulgar sobre sus labios, no podía pensar en nada más que en la temperatura de su cuerpo contra el mío, en su dulce y erótica voz, pude sentir mi cuerpo estremecer y en un impulso casi instintivo mis labios tocaron los suyos y mi lengua exploro el interior de su boca, de pronto el peliazul abrió los ojos y me aparto.
-¿Castiel?- pregunto tontamente adormilado mientras un hilillo de baba escurría por sus labios.
-El mismo.- le dedique una sonrisa y frote mi pulgar contra su rostro limpiando la saliva.
-¿Soy yo o me estabas atacando mientras dormía?
-Tal vez.- acerque mi rostro aún más al de él, haciéndolo quedar recostado de nuevo.
Sus ojos me miraban atentamente, me quedaba claro que esperaba algo más, baje mi rostro aún más y el cerro sus ojos, podía sentir su respiración entre cortada contra mis labios. Lo mire por un segundo y sin pensarlo dos veces lo bese.
No estoy consciente de cuanto duro exactamente pero la parte baja de mi cuerpo estaba reaccionando rápidamente al contacto de Alexy, ambos nos quedamos sin aliento y nos apartamos jadeantes.
-Quiero hacerlo.- le susurre
-Nos conocimos ayer.- respondió el peliazul sonrojado
-Claro que no, ya antes habíamos hablado
-Solo habíamos cruzado una o dos líneas por cortesía Castiel, ni siquiera recordábamos nuestros nombres.- él me aparto y ambos nos pusimos en pie.
-Pero ya lo hicimos ayer.- reproche con una creciente erección
-Tengo que irme a casa.- lo detuve tomándolo por la muñeca.
-Te acompaño a casa, siempre es útil saber la dirección de mi princesa.- el me dedicó una mirada divertida.
-¡Si intentas algo te acusare por acoso sexual!- advirtió el peliazul entre carcajadas.
Por algún extraño motivo no quería dejar de oír la risa de ese chico peliazul que con tanta facilidad se había abierto paso en mi vida, robándose con esos efímeros ojos rosados mi alma.
ESTÁS LEYENDO
Tú, mi más grande anhelo
Fanfiction¿Te aferrarías a un amor no correspondido aún si con esto te destruyes a ti mismo? ¿Qué tan fuerte es el primer amor de una persona? ¿Será que acaso estoy condenado a ahogarme en estos sentimientos unilaterales? Incluso si nos destruyo a ambos me...