Epilogo

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Hoy era el día. Era 28 de Marzo y el estomago de Will estaba tan hinchado como un globo. Nico trabajaba cerca de su pequeño apartamento en Manhattan, como instructor en un enorme y famoso gimnasio. Al parecer su aspecto físico había cambiado bastante; era mucho más alto, cuerpo bien formado y el cabello largo atado en una pequeña coleta. Él estaba intensamente concentrado enseñándole a usar las máquinas del gimnasio a su pequeño instructor, Willden, de 17 años. Ni siquiera se dió cuenta de que su celular sonaba.

-Instructor, su...creo que lle llaman- dijo Willden con pena.

Nico volvió a la realidad y contestó. Escuchó un grito y después la desesperada voz de Will.

-Necesito...necesito sacar esto- dijo Wull a traves del telefono.- ¡Ahora mismo!

Después colgó. Nico, con una mezcla de miedo y felicidad saltó del asiento de su maquina de pesas y exclamó:

-¡Seré padre!- después volvió a la realidad.- ¡Oh por dios! ¡Sere padre! ¡Will me necesita!

Antes de irse le dio a Willden un manual lleno de consejos y platillos para conseguir el cuerpo que se le antojase. Después de eso, salió corriendo de ahí directamente hacía su apartamento. A tan solo unas cuadras del actual hogar de Percy y Annabeth. Nico sacó su celular y llamó.

-Annabeth, te necesito ahora mismo- dijo Nico al borde del cansancio- ¡Will esta a punto de dar a luz!

Annabeth solo contestó con un corto "Si" y colgó casi de inmediato. Mientras tanto, Nico logró llegar a su hogar. Subió las escaleras y llegó a su apartamento. Ni siquiera toco la puerta porque esta ya estaba abierta, listo para recibirlo Apolo con una gran sonrisa.

-¿Qué demonios?

-No te preocupes, yo mismo haré de doctor aquí- dijo Apolo.

Después Nico recibió un mensaje de texto de Annabeth.

Lo siento, Nico. Ahora estamos muy ocupados así que te mande a Apolo. Él sabrá que hacer.

Nico lanzó un bufido y asintió. Se dirigió a su habitación y ahí se encontró con el mismísimo Will Solace, con el estomago a punto de reventar. Nico se temía exactamente lo que iba a suceder. Tendría gemelos. El estomago de Nico se revolvió cuando vio la cara de sufrimiento de Will. Apolo cruzó la puerta y Will solo le gritó.

-¡Sacame esto de una vez por todas!

Su rostro estaba rojo y sus ojos casi se salían de sus órbitas. Apolo se acercó a él e hizo todo lo necesario. Lo colocó en una posición extraña y después, con un movimiento de manos aparecieron un montón de objetos quirúrgicos en una bandeja de oro imperial. Después de unos cuantos minutos y después de unos cuantos gritos, Nico se desmayó.

Pasaron los minutos, horas...quizá años. Pero Nico logró  despertar de nuevo. Y Apolo lo recibió con una frase espeluznante:

-Felicidades, has tenido a un chico y una chica- dijo Apolo con los guantes blancos llenos de sangre. Al igual que las sabanas de la cama.

Nico se levantó del suelo y se encontró con un sudoroso Will. En su brazo izquierdo tenía a un pequeño bebe recién nacido con un poco de cabello oscuro saliendo de su cabeza. Y del otro lado otro bebe con un poco de cabello rubio saliéndose. Nico ahogó el llanto.

-Son tus hijos, Nico- dijo Will mirándolo con ternura- Nuestros hijos.

Entonces Will le ofreció a la pequeña bebe de cabello oscuro. Nico la miro con ternura y después soltó varias lagrimas. Había tenido dos hijos. Y con el hombre que más amaba en el planeta. Entonces empezó a arrullar al bebe hasta que se quedó dormido.

Futuro Inexplicable [Solangelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora