Capitulo 6

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Todo era oscuro y un terrible frio pasa por la nuca de Will haciéndolo que se retorciera. Al querer decir algo, Will no pudo ni abrir la boca. La respiración le pesaba y sentia un sueño enorme. El chico no tardo en quedarse completamente dormido en plena oscuridad.

Al despertar sintió un extraño olor a quemado. Will se desperto de golpe alarmado. Tardo un poco en recordar lo que había sucedido. Fue ahí cuando se levanto de inmediato e inspeccionó el lugar donde se encontraba. Estaba en pleno bosque... un bosque un tanto conocido. A lo lejos se escuchaban gritos de guerra y el sonido de metal contra metal. Pasó por un camino lleno de pisadas y de un extraño liquido rojo derramado. Mientras caminaba recordó lo sucedido.

-¿Donde estoy?- susurro Will para si mismo.

Will recordaba que la chica había aparecido y después el había aparacedio en el bosque. Mientras el asimilaba lo sucedido, unas palabras resonaron en su mente: "Tienen que viajar en el tiempo". Esas fueron las palabras de la chica antes de que mandara a Will a quien sabe donde.

-Acaso...

-¿Donde estamos?- pregunto alguien detras de Will.

Una chica se limpiaba el barro que había en su chaqueta. Will la reconoció de inmediato. Era Rebeca, la chica de la biblioteca.

-¿Tu?- pregunto Will impresionado- ¿Como llegaste aqui?

Rebeca dio un largo suspiro y no respondió. Will se quedo en silencio inspeccionandola. Su cabello era color caramelo, sus ojos eran ligeramente azulados y tenia la piel un poco bronceada. Sus ojos parecían apagados y tenia la ceja levantada.

-¿Hola? Oye, chico.- Rebeca movía las manos en frente de Will pero el se había quedado hipnotizado.- Pregunte que si sabes donde estamos.

-¿Co...como llegaste...?- Will seguía mirando los ojos de la chica. Realmente eran lindos.

-¿Aqui?- pregunto ella.- Es simple. Los segui desde la librería. Pero en un abrir y cerrar de ojos ya estaba aqui.

-¿Porque nos seguiste?- pregunto Will saliendo del trance.

-Bueno...- Rebeca miraba el cinturón de los shorts de Will.- Note que tu amigo de ojos verdes cargaba consigo una espada. Me pareció interesante y los segui. Y cabe mencionar que el chico era guapo.

-¿Percy?- pregunto Will.- El tiene novia. Lo siento.- Will noto que Rebeca bajaba la mirada- ... ahora que lo pienso, su novia ya no esta.

-¿Qué le paso?- pregunto un poco asustada.

-Digamos que desaparecio.- Will recordo el momento en el que Annabeth había desaparecido.

La chica escuchaba atenta los sonidos y quejidos que provenían de cerca. Will noto que Rebeca tocaba alarmada su pulsera la cual tenia el dije de un sol. El desvío su vista y se topo con los ojos de Rebeca. A Will le parecía demasiado linda, incluso aun más lindas que las chicas de la cabaña de Afrodita.  

"Afrodita me va a matar si me escucha". Se lamento Will en su mente.

Will logro despegar sus ojos de Rebeca y lo unico que logro decir fue:

-Linda pulcera- Rebeca vio asustada a Will.

Viendo bien la pulcera, Will noto algo familiar en ella. Brillaba de una forma extraña. Un brillo un tanto familiar. Su cabeza hizo clic y empezó a retroceder al saber que la pulcera era de bronce celestial puro.

-¿De...de donde sacaste eso?- pregunto Will apuntando a la pulcera.

-Yo... yo...- Rebeca movió bruscamente la muñeca en donde tenia la pulsera y en unos segundos había espada en su mano.

Will no sabía que pensar. Primero estaba la chica linda que en realidad era la chica mala. Después estaba el problema de que Will no tenia armas consigo. Lo unico que tenia era una cangurera mágica del cual podía sacar utensilios de enfermería. A Will le parecía imposible pelear con cajas llenas de paracetamol e instrumentos quirúrgicos. Will saco algo de su cangurera y lo unico que salio fue un bisturí.

-Este... este es el bisturí magico. Su hoja esta impregnada de veneno. ¡Con un solo corte y morirás al instante!- mintió Will.

-Dudo que tu arma pueda con mi espada de hierro estigio.- dijo Rebeca apuntando la espada hacía el pecho de Will.

Y era verdad. La pulsera podría ser de bronce celestial pero la espada era completamente hecha de hierro estigio a excepción del mango de la espada. Esa parecía hecha de... oro imperial. Se podría decir que el arma era casi indestructible.

-He combatido monstruos peores que tu.- dijo Rebeca con toda seguridad. Will sabía que la voz de Rebeca voz sonaba temblorosa. Eso explicaba que estaba asustada.

-Entiendo que estes asustada- empezó a hablar Will.- Talvez podríamos hablar... sin las armas si es posible.

-Yo no bajaré mi arma.

"Piensa, Will. Piensa" El intentaba pensar en algo para no quedar rebanado por hierro estigio. "Confianza. La confianza es lo primero que deberías tener con las personas". Will recordo las sesiones de sociabilidad con Nico. 

-Okey. Hablemos- dijo Will- Hay que empezar por... ¿Como es que tienes esa arma?

-Yo... eso no importa ahora.

-Hummm... ¿Porque tienes un Sol en tu pulsera? ¿Significa algo?

-Mi dios griego favorito es Apolo, dios del Sol.- respondio rápidamente Rebeca.

Will pensó en decirle que era hijo de Apolo pero decidio que era mala idea. Mejor se limito a decir:

-¿Enserio? También es dios de otras cosas, como por ejemplo...

-Dios de los curanderos, el Sol, la poesía y la música.- concluyo Rebeca. Will noto que el gesto de ella había cambiado. Parecía un poco entusiasmada. Cosa que solo duro unos segundos ya que volvio a su estado de seriedad.

-Te diré algo de Apolo si es que tu sueltas tu espada- Will decidió en decirle que era hijo de Apolo. Ella parecio aceptarlo porque poco a poco empezó a bajar la espada.

Inesperadamente algo hizo tropezar a Will impulzandolo hacía Rebeca la cual extendió sus manos hacía el haciéndole un cosquilleo en el estomago. Will solo cayó al frio barro del suelo. Al levantarse noto algo extraño. Rebeca había crecido de altura junto con los árboles a su alrededor. Will miro sus manos y se sobresalto al ver que eran pequeñas y suaves... como las de un niño. Después miro hacía sus pies pero no los logro ver, solo miraba como su enorme camisa del campamento mestizo tapaba todo su cuerpo incluyendo sus piernas y pies. Por ultimo Will toco su rostro. Primero sintio su pequeña nariz y después sus pequeños labios rojos. Subió sus manos hasta su cabello y noto que era más corto y parecía alborotado. Al hablar, Will despejo toda duda de lo que sucedia.

-¿Porque...?- su voz sonaba aguda. Como la voz de un niño pequeño. Pronto recordo que era su voz de cuando tenia cinco años.- ¡Por los dioses! ¡Me has convertido en un niño!

-Así es- Rebeca miro al Will de cinco años.- Soy hija de Hebe, diosa de la juventud.

Futuro Inexplicable [Solangelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora