04; Torbellino chocolate.

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—Sofi, Mija, la cena está lista, traiga a su amiga.— Gritó Sinu a las chicas que seguían conversando en el patio trasero, la primera en levantarse fue Lauren, quien amablemente le extendió su mano a Sofía para ayudarla a ponerse de pie, y simplemente caminó con ella de la mano hasta el amplio comedor de los Cabello, ignorando por completo los latidos acelerados de su mejor amiga y la tierna manera en la que esta entrelazaba sus dedos, como se apegaba a su cuerpo, la forma en la que caminaba más lento para alargar el trayecto y postergar su separación.

Alejandro saludó a ambas chicas, guiñándole a su hija menor por el gesto de la ojiverde al apartar la silla para que ella tomara asiento sólo por educación.

—Lauren, espero no te moleste que nos acompañe alguien hoy.— Mencionó el único hombre presente apenas Lauren tomó asiento junto a Sofi, cuya respiración se había vuelto más pesada ante la introducción previa, sabía de quién se trataba.

—¿Alguien, señor Cabello?— Pregunta la chica de piel pálida frunciendo delicadamente su entrecejo, Sofía quería dejar un beso en la zona para que se relajara. —Puedo retirarme si gusta, no quisiera incomodar.

—Creo que habla de mí, y créeme que no incomodas en lo absoluto.— Menciona una chica parecida a Sofi, sólo que más alta, más curvilinea, más madura. Sofía en una versión definida. La chica morena seca sus manos en el pantalón oscuro, el cual abraza sus largas piernas de una manera que debería ser considerada un crimen, y le extiende una a Lauren educadamente. —Soy Camila Cabello, la hermana mayor de Sofía, mucho gusto, Lauren.

Sofía aprieta sus manos en puño bajo la mesa al ver las descaradas caricias de Camila en la mano de su Laur, de su ojiverde.
No era justo, ella la había visto primero. Aclara su garganta al ver el sonrojo en las mejillas de la linda chica de ojos claros, ganando su atención casi de inmediato, toma la mano pálida y se inclina para susurrarle a Lauren en el oído si puede traerle un poco de agua, a lo que la menor obedece sin ningún problema.

Ambos ojos color chocolate se cruzan como si de una guerra se tratara, y Camila sonríe.
No sabía si la niñita linda era la novia, la amiga, la amante o la perrita de Sofía, sin duda había algo ahí.
Su hermanita tenía unos excelentes gustos, pero quería a Lauren en su cama, y haría todo para quitarse las ganas de esa niñita, Sofi no tendría por qué enterarse.

La cena comenzó y terminó sin incidentes poco después de que Lauren volviera con el agua. Aún así, la pequeña ojiverde sentía una ligera tensión en la mesa, algo en la forma en la que la conversación no fluía como siempre, y tenía una idea de qué era lo que había cambiado todo, por otra parte, no podía ignorar la intensa mirada de la hermana mayor de Sofi, quién nunca apartaba la mirada al ser descubierta.
Se sentía intimidada bajo esos profundos ojos color chocolate, los labios rojizos, el cabello oscuro. Toda ella parecía irreal, qué edad tendría, parecía madura, pero no mayor. Quizás rondara los veintiséis, quizás un poco más. No podía dejar de pensar en la suavidad de sus manos la manera en la que había acariciado al saludarla, dándole escalofríos en su espalda baja.

A diferencia de Sofi, gira su mirada, encontrándose con otro par similar de ojos chocolates, quienes al verse descubiertos rehuyen avergonzados y desencadenan un hermoso color rosáceo en las mejillas de su mejor amiga, quien le transmitía una paz y una seguridad que jamás había experimentado.

—Entonces, Lauren, ¿Tienes novio?— Pregunta Camila completamente ajena al tema que hablaba la ojiverde junto a Sinu y Alejandro luego de un largo silencio en la mesa. Sofi apenas había hablado, y ahora Camila sentía la mirada asesina de su hermanita. ¿Acaso sus padres aún no sabían que su hermana era igual o más homosexual que ella? Quizás era genético.

–¿D-disculpe?– Camila traga saliva con fuerza y cruza sus piernas ante el jalón en su abdomen bajo. "Oh no, Lauren, no me trates de usted mientras tus mejillas enrojecen y me miras con esos ojitos brillantes, me dan ganas de violar tu boca con mi lengua." Piensa la mayor.

—¿Tienes novio, Lauren? Pregunto porque es obvio que una chica tan linda como tú no puede estar sola.— Menciona Camila con tanta despreocupación que tanto Alejandro como Sinuhe tardaron varios segundos en entender que su hija mayor estaba seduciendo a la amiguita de Sofía descaradamente y no hablando del clima.

La pequeña ojiverde boqueo un par de veces, como un pez fuera del agua, sin poder decir nada, mientras Camila bebía de su copa de vino con la mayor lentitud del universo, consciente de la mirada verdosa de Lauren en el cristal con el que jugueteaban sus labios.

—N-no, Señorita Cabello.— Respondió Lauren unos segundos después, bajando la vista con sus mejillas enrojecidas por la vergüenza. —Ni siquiera he dado mi primer beso.— Confesó mordisqueando su propio labio inferior, antes de disculparse y subir al baño, diciendo que estaba algo mareada.

𝑜𝒿𝒾𝓉𝑜𝓈 𝓁𝒾𝓃𝒹𝑜𝓈 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora