Quería llamar a Greg o a Verónica para preguntarles dónde estaba Elmer realmente pero no tenía el número de ninguno de los dos.
Me aparté del hombre al que estaba besando y cuestioné:
- ¿Te puedes permitir jugar conmigo?
- Sí, chico - volvió a sonreír entrecerrando sus ojos -. Para eso he venido.
- Bien - le puse su gorra de nuevo, lo agarré del brazo y miré a los lados buscando a Lorenz.
En cuanto lo localicé me encaminé en su dirección arrastrando al joven. Mi jefe me vio enseguida y se cruzó de brazos.
- ¿Dónde has estado? - preguntó muy serio aun con ese tono furioso de hace unos momentos.
- Se me había apagado el móvil y no me fijé en la hora que era - dije a modo de disculpa.
- Trabajas todos los días. Tienes que tenerlo bien presente; ya no eres un amateur - dirigió su mirada al hombre que tenía detrás -. ¿Y quién es él?
- Un cliente - dijo antes de que yo pudiera responder.
- Oh bien, al menos así compensas de cierta forma este tiempo perdido - me agarró del mentón -. Y que no vuelva a ocurrir. Luego hablamos.
Le indicó al cliente que lo siguiera a su despacho para realizar el pago y este recibió una llave con un número donde se especificaba el tiempo por el que había pagado. Tuvo la opción de elegir la habitación que quisiera como era usual para todos los clientes.
Mientras acordaban mi venta fui a darme una ducha rápida en una sala donde solo los trabajadores tenían permitido entrar. Me cambié por otra ropa limpia y salí a buscar a Lorenz otra vez para que me dijera a qué cuarto se había ido el cliente.
- 9... - murmuré caminando por el pasillo sabiendo ya la ubicación exacta del lugar.
Abrí la puerta y, efectivamente, ahí estaba aquel hombre sentado sobre el borde del colchón chateando por el móvil. En cuanto me vio, escribió unas palabras más y se levantó para dejarlo sobre la cómoda.
Hice que se volviera a sentar y, con la música sonando desde fuera, me fui quitando la ropa delante de él mientras movía mi cuerpo al ritmo de la música. Lorenz siempre me había dicho que se me daba muy bien bailar y que tenía una forma muy seductora de mover las caderas y los brazos. A mí me gustaba bailar, una de las pocas cosas que aun disfrutaba del trabajo.
El cliente permaneció atónito mirando mi forma de moverme. Luego estiró un brazo para acariciarme la cintura e ir bajando hasta el calzón (la única prenda que aun me quedaba puesta junto a los zapatos). Me tocó el trasero y acercó mi cuerpo más al suyo logrando tener mayor facilidad para seguir tocándome. Recorrió todo mi torso con sus manos y yo me incliné para besarlo. Seguidamente apoyé una rodilla sobre el colchón apegándome muchísimo a él y de ahí ya fueron sucediendo las mismas cosas de siempre pero siempre diferentes.***
Muy exhausto por la hora que duró el encuentro fui a lavarme un poco el cuerpo y me vestí de nuevo.
- ¿Podré repetir? - preguntó el hombre quien aun no se había ido de la habitación.
Me sobresalté cuando lo vi ahí ya que muy rara vez alguien esperaba a que yo saliera del lavabo, por no decir que nadie, pero él se ajustó la ropa y permaneció de pie observando la decoración de la sala hasta que yo aparecí.
- Eh...sí - respondí dirigiéndome a la salida pero sin apartar la mirada de él -. ¿Querías algo más?
- Oh, no, no era nada - rió tímidamente -. Gracias.
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6eis meses (SR #2) [BL]
Fiksi RemajaSecuela de "Solitaria realidad" --------------------- Después de sufrir una valiosa pérdida, Hugo Chance pierde la razón de su existencia otra vez y su vida se convierte en un bucle sin final. Todo vuelve a repetirse y nada tiene pinta de poder ac...