Luego de una tarde larga entre el trabajo y mi mente que no lograba dejar de pensar en esa chica, voy a mi alcoba en busca de mi teléfono celular. Lo encuentro justo donde lo deje la noche anterior, lo tomo mientras saco de mi bolsillo del pantalón el pañuelo en que Lia escribió el número y lo observo un par de segundos observando la finura de su caligrafía.
Mi corazón se acelera mientras disco el número con cierta impaciencia y llevo el teléfono a mi Oído y logro escuchar el tono de llamada...
Doy vueltas de un lado a otro mientras inconscientemente ruego que atienda mi llamado...
Un tono... Dos tonos... Tres tonos... Cuatro...
Y de pronto...- Hola?
Si!
- He... Lia? Hola, habla Nathaniel...
- Nathaniel? Hola! Yo...
- Si estas ocupada... Puedo llamar en otro momento...
- No, no... Eso no es necesario. Solo me sorprendió que llamaras. Me alegra escucharte... Como estas?
- Bien... He... Si, en realidad quería saber como estabas tu.Me siento un completo idiota... Hablo como si nunca hubiera llamado a una chica.
- Yo... Estoy bien, en este momento estoy en Uruguay. Llegue hace un par de horas...
- Si, escuche tu conferencia... Vas a varios países no?
- Si... Pero, tu... Viste la conferencia?
- Si... Yo no pude evitar la curiosidad...
- Entiendo... Yo, siento mucho si lo que dije sobre ti... Te molesto...
- No, por favor... No me molesto en lo mas mínimo. Por el contrario... Solo quería hacerte saber que me alegro lo que dijiste... Y...
- Nathaniel... Lo que dije en la conferencia...
- Si...
- Lo dije de verdad... Me encantaría que siguiéramos en contacto...No puedo evitar sonreír al escucharle decir eso.
- A mi también me gustaría mucho Lia...
De verdad.
- Gracias Nathaniel...Un silencio algo incomodo nos rodea un par de minutos, y decido hablar mas espontáneamente...
- Y dime... Que hora es en Uruguay?
- Las dos de la madrugada...
- Tan tarde? O Lia... Lo siento no pensé que seria tanta la diferencia horaria...
- No te preocupes...
- Te dejare descansar... Buenas noches...
- Nathaniel... Espera, no cortes por favor...
- Segura? No quisiera trasnochar te...
- Segura, no te preocupes... Estoy acostumbrada a la hora de Londres aún... Y no podía dormir.
- Entiendo... Y bien... Como es Uruguay?
- Es un país pequeño... Su gente es agradable y las playas muy lindas.
- Ya habías viajado ahí?
- Si, un par de veces... Me gusta mucho su comida. Siempre que vengo son muy agradables. Incluso ya me acostumbre a tomar mate con ellos.
- Mate? Pareceré ignorante pero no tengo idea que es eso.Una suave y delicada risa se escucha del otro lado de la línea
- No eres ignorante Nathaniel... Solo no conoces el país. El mate es una bebida caliente originaria de aquí. Usan una especie de baso en forma de huevo grande cortado al medio y en el ponen lo que ellos llaman comúnmente llerba. Calientan agua y la colocan en un termo. Parecido a los que se usan en Londres para conservar caliente el café. Ponen una bombilla de alpaca en la llerba y listo. Se puede tomar tanto amargo o dulce.
- wuau... Suena interesante. Y tu como lo prefieres? Dulce o amargo?
- Aquí tradicionalmente lo prefieren amargo. Pero yo lo prefiero dulce.
- Entiendo... Y cuanto tiempo estarás ahí?
- Cerca de tres semanas... Hay un torneo de patín al que me invitan todos los años... Es a beneficio de niños discapacitados... Todo lo recaudado se dona a ellos.
- valla... Que bueno que se hagan esa clase de cosas.
- Si. La verdad me agrada mucho poder contribuir un poco.
- Que bueno Lia... Y después? Cual es el próximo destino?
- Pasare dos semanas en Argentina, luego tres en Brasil y finalmente casi un mes en Chile...
- Tienes muchos torneos por ahí verdad?
- Son quince en total.
- Ya veo...
- Pero dime... Tu que hacías? En Londres son cerca de las 20 horas verdad?
- Si. Yo en realidad no mucho. Pase la tarde en mi despacho trabajando.
- Y a que te dedicas?
- Manejo el viñedo donde vivo. Mis padres me lo heredaron. Pero soy Medico...
- Medico?
- Si... Aunque estoy retirado...
- Y eso? Porque te retiraste tan joven.
- Es una larga historia... Pero en fin. Lia... Voy a dejar que descanses. Puedo volver a llamarte?
- Claro que si Nathaniel... Si acaso no respondo de seguro estoy en las pistas. Pero tranquilo que te devuelvo la llamada...
- No te preocupes... Se que tienes mucho trabajo por delante. Bueno... Cuidate mucho por ahí Lia... Un cariño...
- Igual tu Nathaniel... Gracias por llamar... Estamos en contacto pronto si?
- Claro que si Lia, descansa.Luego de hablar por teléfono casi dos horas con Lia cuelgo la llamada con increíbles sensaciones en mi pecho.
No estoy muy seguro el porque, pero esa chica tiene algo muy especial que la hace muy interesante para mi...
Voy a la cocina en busca de algo para cenar aun sin poder dejar de sonreír recordando la charla con Lia.
Al pararme en la puerta de la cocina me encuentro a Taña discutiendo con mi primo Carlos.
Me detengo al instante de escuchar el motivo de la pelea...- Quien es esa mujer cita Carlos?
- Taña... Eso yo no lo se, apenas si la vi anoche con Nathaniel.
- Tu sabes que yo planeo tener algo con el! No puede ser que lo lleves a un club a conocer mujerzuelas.
- Hey Taña! Ya parale a la cantaleta. Mi primo es lo suficiente grande, si el quiere salir con una mujer tan hermosa como Anyelia yo no voy a evitarlo. Y perdón... Pero dudo mucho que sea una mujerzuela.
- No que no sabias quien es? Como sabes su nombre?
- Taña basta! Si quieres saber alguna cosa pregunta le al mismo Nathaniel. Además de que dudo mucho que el se interese en ti, crees que el no sabe que te revuelcas con Eduardo?La voz de Carlos se esta elevando por lo que decido entrar de una vez antes de que la discusión empeore. Además de que estoy furioso con Taña en este momento por hablar de Lia de esa manera.
- Carlos... Todo bien?
Pregunto mirando alternadamente a los dos, con la mayor seriedad posible.
- Primo... Si, todo bien.
Dice este intentando sonar natural.
- Solo estaba pidiendo a Taña un café...
- Carlos no me mientas, sabes que no tolero mentiras en mi casa.
- Nathaniel, disculpa... Yo...Empieza a decir este al darse cuenta de que se que trata de ocultar el problema...
- Tranquilo Carlos... Se que tratas de evitar un problema a Taña.
Digo mirando a esta parada y con una expresión de temor en su rostro.
- Taña, te quiero en mi despacho en cinco minutos.
- Señor yo...
- A mi despacho.Digo con toda la frialdad mientras salgo de la cocina con mucho enojo y me dirijo al despacho e ingreso dejando la puerta abierta, y me siento frente a el escritorio.
Tomo de la gaveta la chequera y comienzo a llenar un cheque con los datos de Taña.
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