Leila era feliz, muy feliz, había pasado la noche haciendo el amor con el hombre más maravilloso del mundo, se habían explorado y saboreado mutuamente, y luego habían hablado. Louis le contó cómo conoció a Jack en la universidad, y cómo su abuela lo había cuidado de pequeño. Incluso le contó un par de secretos con los que algún día podría chantajear a Niall. A cambio, Leila le hablóde su interés por el arte, de su pésima carrera laboral y del patético accidente en el que se rompió la pierna. Louis no habló de sus padres en ningún momento y Leila no quiso insistir; era una noche demasiado mágica como para que unos malos recuerdos la enturbiaran. Ambos se levantaron cansados, pero a ninguno de los dos le importó. Ya dormirían más tarde. De todos modos, dormir es una actividad sobrevalorada.
Llegaron a la revista juntos y, antes de subir a su despacho, Louis le dio un beso en recepción. Nunca antes la había besado en el trabajo. Leila creía que se debía a su temperamento reservado, pero si había decidido cambiar, ella no iba a impedírselo. Finalmente, se despidieron y se fueron cada uno a su lugar de trabajo.
Leila se sentó frente a su ordenador y, justo cuando empezaba a concentrarse, sonó el teléfono.
— ¿Sí?
—Leila, ¿eres tú? —Era Nana—. ¿Te pillo en mal momento?
—No —contestó ella sorprendida—. ¿Pasa algo?
Nana se rió.
—Nada, tranquila. Es que pensé que sería mejor llamarte al trabajo si no queremos que Louis se entere de nuestra pequeña reunión.
—Claro. Ya me había olvidado, ¿cuándo vas a venir?
—El miércoles, si a ti te va bien.
—Perfecto.
—Leila, ¿estás bien? —preguntó la anciana preocupada.
—Sí, muy bien, ¿por qué?
—Suenas distinta. Mi nieto se está portando bien, ¿no?
—Sí —sonrió—, demasiado.
—Ah. —Nana también sonrió—. Entiendo. Bueno, me alegro de que por fin se haya decidido a hacer algo bien.
—Yo también.
Las dos se rieron.
—Nos vemos el miércoles. —Nana hizo una pausa—. ¿Puedo pedirte un favor?
—Por supuesto —contestó Leila sin dudarlo—. Dime.
— ¿Conoces a Steve Gainsborough?
—No personalmente, pero sé quién es. Es el director de la revista 'The Scope', ¿por qué?
—Era el mejor amigo de Rupert. —Nana tomó aliento—. Nunca he hablado con él de todo lo que pasó, y creo que ha llegado el momento. ¿Podrías conseguirme su número?
—Sí, claro. Si quieres, puedo intentar llamarlo.
—Te lo agradecería mucho. No sé, supongo que, lo mismo que a Louis, aún me duele recordar a Rupert.
—No te preocupes. —Leila decidió cambiar de tema—. ¿A qué hora llegas el miércoles?
—A las diez, pero no hace falta que vayas a la estación. Cuando llegue, te llamo y nos organizamos.
Leila vio que Jack se acercaba a su mesa.
—Nos vemos el miércoles. Ahora tengo que colgar. Besos.
—Adiós.
Leila colgó el teléfono e intentó concentrarse en su trabajo. Una cosa era que Jack y ella fueran amigos, y otra que no tuviera que cumplir con sus obligaciones.
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Nadie como tú [l.t]
FanfictionLuego de perder al amor de su vida, a Louis no le queda más remedio que luchar para recuperarla. [29.05.18] #15 en 'Louisfanfic' #434 en 'Lovestory' #540 en 'Decepción' #586 en 'Tomlinson' Cover by Hemmingslost.