Leila y Niall llegaron a casa de sus padres a las diez de la noche, y todos se quedaron de piedra al verla en aquel estado; no sólo por el yeso que cubría su muñeca, no por los puntos que aún llevaba en la ceja, sino también porque tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Niall los convenció de que primero la dejaran ducharse y, cuando salió de la ducha, con un pijamapuesto, estaban todos esperándola.
Elizabeth y Eduardo habían preparado un poco de cena, Martina y Helena le estaban deshaciendo la maleta, Alex y Marc ponían la mesa y Niall se paseaba arriba y abajo. Solía hacer eso cuando pensaba.
Marc fue el primero que la vio.
— ¿Estás mejor? —Le preguntó colocando el último tenedor en la mesa—. ¿Necesitas algo?
Leila dedujo entonces que su aspecto debía de ser de verdad lamentable; su hermano no solía ser tan atento.
—No, gracias. ¿Vamos a cenar? —respondió ella un poco incómoda.
—Sí, tan pronto como papá y mamá estén listos —dijo Álex.
Sus padres tardaron sólo unos minutos y pronto estuvieron todos sentados a la mesa. Cuando Leila hubo terminado su sopa, Niall no pudo aguantar más:
— ¿Vas a contarnos lo que ha pasado o no? —le preguntó mirándola a los ojos.
A ella le tembló la mandíbula, pero logró controlar el llanto. Se había prometido a sí misma que no iba a llorar más. Empezó por el principio; les contó que se había enamorado de Louis, que había conocido a Nana y a todos sus amigos, que el trabajo era fantástico y lo del robo de los artículos. Todos la escuchaban atentamente, y notó que Niall apretaba su copa con fuerza cuando explicó que Louis y ella se habían acostado, pero siguió adelante. Pasó a cómo ella y Nana habían conocido a Steve, y lo del artículo sobre el padre de Louis que iba a aparecer al cabo de dos semanas.
En ese punto, Eduardo y Niall empezaron a hacerle preguntas. Concretamente, querían saber qué tenía todo eso que ver con que ella hubiera regresado de repente hecha un mar de lágrimas.
Leila respiró hondo y les explicó el resto. Les contó que había aparecido publicado el artículo que Louis guardaba para casos de emergencia, y entonces llegó lo más difícil; decirles que Louis la había acusado del robo de los artículos y la había echado.
Niall se levantó de golpe.
— ¡Será imbécil! —exclamó indignado.
—No, pero me vio con Steve y yo le mentí —respondió Leila sin pensarlo.
— ¡No le defiendas! —Dijeron Niall y Eduardo a la vez—. Louis debería saber que tú eres incapaz de hacer nada malo —añadió su padre.
Su madre se levantó y se sentó a su lado.
—Leila, tranquila, ya verás como todo se arregla —la consoló Elizabeth.
—No, mamá, tú no lo entiendes. —Leila se frotó los ojos—. Él cree que yo he estado todos estos meses aprovechándome de él y... —le tembló la voz—. Me dijo que no me quiere, que nunca ha sentido nada por mí.
—Eso es más que obvio —exclamó Niall furioso—. Si te quisiera, no habría creído todas esas tonterías. Voy a matarlo.
—No, no harás nada de eso —intervino Eduardo—. Bastante castigo tendrá cuando se dé cuenta de lo que ha perdido.
Helena y Martina miraron a su hermana con cariño.
—Tranquila, Leila. Seguro que cuando vea el artículo de su padre vendrá a pedirte perdón de rodillas —dijo Martina.
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Nadie como tú [l.t]
FanfictionLuego de perder al amor de su vida, a Louis no le queda más remedio que luchar para recuperarla. [29.05.18] #15 en 'Louisfanfic' #434 en 'Lovestory' #540 en 'Decepción' #586 en 'Tomlinson' Cover by Hemmingslost.