La ansiedad se apodera de mi.
Llegue al parque en el que me citó Samuel tenía las manos sudorosas, demasiado sudorosas, estaba nervioso y para más no sabía por que si solo somos amigos.
Cuando me vio se levanto y me fue abrazar fue un muy lindo gesto de su parte.
.– ¿Y cómo te fue hoy? –dijo emocionado, no sabría el por que de tanta emoción por saber como me fue hoy.–
.– Amm me fue bien ¿y a ti?–respondí contento.–
.– Que bien me alegro, bien igual. –se notaba que él también estaba nervioso eso es bueno por que me doy cuenta que no soy el único que estaba nervioso.–
.– Me he dado cuenta que ya no hablas con Pamela se puede saber ¿por qué? – tenía un poco de intriga acerca de por que Samuel ya no hablaba con Pamela.–
.– Amm...Y-Yo... Terminamos pues tenías razón andaba con otro tipo sé que te trate de idiota por hablar así de ella pero resulta que era verdad. –creo que metí la pata al preguntar eso, por que su sonrisa desapareció al instante y su tono de voz se volvió quebradiza.
.–Humm... Lo lamento por eso yo no sabía que tú y ella. –decidí mejor cerrar la boca y abrazarlo por que necesitaba un abrazo con urgencia.
Cuando lo abracé soltó las lágrimas y le dije que todo estaría bien y que esta bien llorar eso no demuestra debilidad sino una muestra de que ya has sido fuerte mucho tiempo y necesitas respirar.
Esperé que retomara el aliento para que pudiéramos hablar con mucha más claridad.