Capítulo 24

332 42 16
                                    

《Tengamos una cita》

Paul abrió los ojos lentamente, la mañana había llegado más cálida de lo normal y un suave olor a café le invadía a su alrededor; miró a su alrededor, era la habitación de su pequeña casa, todo parecía normal, todo estaba en su lugar... o bueno, a excepción de algo...

-¿Mh?- Paul se fijó en un pequeño papel doblado sobre el mueble a un lado de su cama. Lo tomó con cuidado y lo desdobló para, como reacción, soltar una suave risilla.

"Tengamos una cita". Decía con la desprolija letra de John.

Sin saber realmente cómo, Paul en pocos días ya se sentía cómodo con la compañía de Lennon, habían sido cuatro días exactos.

El pelinegro se levantó, mientras se arreglaba y vestía, John se encontraba en la cocina preparando un desayuno especial para McCartney. Oh, el ojimarrón se sentía tan feliz ese día, pues podía sentir que su amado Paul, aquel jovencito que lo recordaba estaba en el fondo de la mente del pelinegro, jugueteando a las escondidas. Pero... ¿Por qué pensaba esto? Bueno, Paul había mostrado recordar varias cosas de los días en que pasaron juntos, pero algo era lo que bloqueaba lo demás. Ese era el joven Paul jugueteando.

-Buenos días.- escuchó a sus espaldas, al voltear se encontró con Paul, vistiendo con pantalones y un suéter, sobre éste, una camisa.

-Buenos días.- saludó junto a una sonrisa ladina. John sentía que Paul nuevamente estaba robando su corazón o más bien le estaba recordando que siempre le perteneció y es que con el poco tiempo que llevaban juntos otra vez, John había visto viejas y nuevas manías de McCartney y todas eran encantadoras a su parecer.

-No era necesario que prepararas el desayuno.- dijo sonriente Paul, posandose a un lado de Lennon que en esos momentos preparaba sándwiches.

-No te preocupes, quería sorprenderte.

-Lo has logrado.

John ahora vivía con Paul, si. El pelicastaño había insistido mucho para poder lograrlo, vaya que si, pues Paul negándose un montón de veces terminó por aceptar, no sólo por las insistentes palabras de John, sino que se sentía realmente solo en aquella casa que de grande no tenía nada, pero para el de mirada hazel era así, grande y solitaria. No habían estado más de dos días en la misma casa y ambos se llevaban de maravilla, lo que daba a John las ganas de intentar enamorar a Paul.

-Y... sobre lo de esto.- dijo sacando el papel que se había encontrado al despertar -¿Seguro que quieres tener una cita conmigo?

-Estoy más que seguro, Paulie.- contestó con firmeza.

Sonrió-. Entonces, si. Tengamos una cita.

McCartney había descubierto que el pasar tiempo con John era algo sumamente agradable y que valía la pena, amaba salir a comprar los ingredientes de la comida con él, pasear del trabajo a casa o viceversa en su compañía, pero nada de eso traía recuerdos a su cerebro, pues sólo eran sensaciones.

-Entonces, ¿a dónde te gustaría ir?- preguntó John terminando el sándwich número dos y dejándolo sobre un plato color blanco.

Pero aún si quería enamorarse, en la mente de Paul habían muchas complicaciones.

-Vayamos a comer a ese restaurante que se ubica en Penny Lane.

-Está bien. Ahora a desayunar.

Comieron el desayuno entre risas y conversaciones pequeñas. Paul jamás creyó que se sentiría tan a gusto con un casi desconocido.

-¿Quieres más café?

-No, gracias.

Realmente se llevaban cómo amigos de toda la vida.

* * * * * *

-Tres de la tarde.- dijo Paul mirando su reloj de muñeca -Sé está tardando mucho.- hizo un mohín que no pasó desapercibido para dos chicas que por ahí pasaban, quienes soltaron risitas coquetas que Paul sin quererlo o más bien notarlas, ignoró.

-¡Paul!- escuchó. Al levantar la vista, se encontró con John, riendo con nerviosismo y con la respiración agitada.

-Al fin llegas, John.

-Lo siento, es que fui a ver a Mimi y me distraje, perdí la noción del tiempo. Vamos.

-Vamos.

Entraron en el modesto restaurante, tomaron asiento en una mesa cercana a la gran ventana que tenían por pared y comenzaron a hablar:

-¿Cyn no dijo nada?

Negó-. Ella es muy tierna conmigo, es mi amiga, así que cuándo pido salir un poco antes no tiene problemas en permitírmelo.

-¿En serio?

-Si, aunque antes de salir me dijo que tuviese cuidado contigo y no fuese directamente a la cama... fue tan vergonzoso.

John soltó una pequeña carcajada-. Ya lo creo, tus mejillas siguen algo rojas.

Paul también rió y en eso la camarera llegó.

-¿Qué desean ordenar?- preguntó junto a una sonrisa simpática de oreja a oreja.

-Yo quisiera sopa.- dijo con simplicidad el pelicastaño, sonriente.

-Una ensalada estaría bien.

-Bien, ahora vuelvo con sus pedidos.- y la chica se fue.

-¿Recuerdas que te dije que fui dónde Mimi y me distraje?

-Si.

-Bueno, aquí está la razón.- del bolsillo de su chaqueta sacó algo y lo dejó sobre la mesa.

-...- Paul miró aquella imagen con los ojos muy abiertos y la tomó entre sus manos, era una fotografía de ellos dos, jóvenes y sonríentes. En la foto, Paul tenía su guitarra sobre su regazo y parecía estar diciendo algo al menor y John se encontraba tomando la fotografía, él por su parte salía con los ojos muy abiertos.

Flashback

-¿Y ésta cámara?- preguntó John curioso, tomando aquel objeto con ambas manos.

-Es de mi padre, ¿te gusta?

-Si. ¿Nos tomamos una foto?

-Claro, solo ten cuidado...- John no escuchó las advertencias del pelinegro y colocó la cámara frente a él, con el lente apuntandoles y apretó el botón. El flash no tardó en encandilar al menor.

-¡Ahhh! ¡Mis ojos!

-Te dije que no hicieras eso.

-¡Rayos! Ahora no me dejan de salir las lágrimas...- se lamentó John, restregando sus ojos y Paul sin poder evitarlo, comenzó a reír.

Fin Flashback

-Yo... lo recuerdo.- murmuró Paul sonriendo.

-¿Eh, qué has dicho?

-Lo recuerdo.- repitió con una gran sonrisa -¡Recuerdo éste día!

John no pudo evitar sentir una gran felicidad ante lo que su amado le había dicho.

Cada día el pelinegro recordaba algo y John esperaba el momento de escuchar que de la boca de Paul salieran las palabras: "Ahora lo recuerdo todo".

All my Loving  [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora